Chiapas, clave para sector eléctrico

En este espacio hemos publicado sobre las ventajas y desventajas que podría traer a los estados, y a México en general, la reforma energética. El presidente Enrique Peña Nieto firmó la víspera el decreto con el que entran en vigor 9 leyes nuevas y 12 modificaciones en la materia.
Como algunos dicen, la fecha es tan trascendente como aquél 18 de marzo de 1938 que en su momento marcó el rumbo de 76 años de organización industrial en el sector energético y de administración pública por parte del gobierno, el principal actor de la industria.
Los monopolios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) se convierten ahora en empresas productivas de propiedad estatal cambiando su diseño del derecho público al derecho privado.
Asimismo, abre la puerta a inversiones privadas y a nuevas tecnologías para acceder a explotación en aguas profundas y yacimientos no convencionales, modifica el régimen de propiedad para que puedan acceder a predios en cuyo subsuelo se ubiquen hidrocarburos.
Modifica también el régimen fiscal de Pemex para disminuir su base gravable a fin de liberarle recursos para reinversión; simplifica el pago de derechos; constituye el Fondo Mexicano del Petróleo para administrar la renta petrolera; y convierte el pasivo laboral de estas dos compañías en deuda soberana para incrementar su competitividad descargándola de los fatigosos compromisos del pasado.
Pero, a ciencia cierta ¿qué beneficios creará en los estados importantes para el sector?
Firmado el decreto de ley, el senador por Chiapas Roberto Albores Gleason, asegura que esta nueva legislación dotará de instrumentos al Estado para afrontar el reto de la marginación y pobreza que se vive en México.
El legislador afirma que Chiapas tendrá respuesta a las demandas de altas tarifas de luz, además de que se logrará aprovechar todo el potencial que tiene el estado como generador de energías renovables para atraer inversión, generar empleos y ofrecer beneficios concretos a la gente.
Puede que tenga razón, ya que recordemos que en Chiapas se concentra el 30% del agua superficial del país y las más de 10 hidroeléctricas del Río Grijalva generan ni más ni menos que el 54% de la energía eléctrica de la nación.
Es más, la región hidroeléctrica más grande del territorio nacional se encuentra precisamente en La Reserva de la Biosfera de Montes Azules, en el mero corazón chiapaneco.
Entonces, siendo el estado que cuenta con más ríos, arroyos y lagunas, es lógico que sea el escenario idóneo para que la Comisión Federal de Electricidad comience a demostrar las bondades de la reforma recién aprobada.
Albores Gleason aseguró que estos cambios se trazaron bajo el argumento rector de que la política debe servir para mejorar la calidad de vida de la gente, y la verdad, no dudamos que esa sea su esencia.
Sin embargo, es cierto también que aunque México es reconocido a nivel mundial por tener leyes de vanguardia, muchas de ellas ensombrecen su utilidad a la hora de aplicarse por la corrupción y la ambición de muchos políticos.
Coincidimos con el senador en que estas reformas deben apoyar la economía familiar y darle las herramientas para salir adelante, pero lo cierto aquí es que el Gobierno Federal tiene en Chiapas la oportunidad de callar bocas y demostrar que una ley tan polémica es necesaria para generar empleos, ingresos y programas sociales.
Es lamentable que hoy no haya nadie en México que pueda decir que Pemex y la CFE le satisfacen como empresas estatales, ya que han sido años de retraso y obsolescencia; los próximos meses serán clave para saber si estos cambios al sector promoverán una mejor vida a los mexicanos en general, o —como siempre— solo a unos cuantos. Gracias. Hasta mañana.
 
 
 

 

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