La migración al revés, el turismo médico

Las paradojas de la vida, mientras el gobierno del tirano Donald Trump intenta a toda costa expulsar de su país a migrantes indocumentados, miles de estadounidenses cruzan la frontera al año para atender diversos padecimientos de salud en hospitales de México.
Los pacientes extranjeros llegan a la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey; a las ciu­dades fronterizas, Tijuana, Mexi­cali, Nuevo Laredo y Los Cabos, e incluso las que tienen médicos, clínicas y playas: Can­cún, Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta en busca de bajas tarifas en servicios médicos, una migración natural que se ha dado sin proponérselo, y sin tener política gubernamental alguna.
No se tienen datos precisos del tema, pero se estima que en 2015 México recibió poco más de 200 mil pacientes internacio­nales, cantidad a la que hay que agregar alrededor de un millón de paisanos indocumentados que regresan para ser atendidos, en su mayoría de California, Arizona y Texas.
Según el último dato proporcionado por un estudio de Pro México al respecto, el turismo médico genera al país ingresos por 3 mil 277 millo­nes de dólares al año, y tiene una tasa de crecimiento de 5.5 por ciento en los últimos dos años, que pudiera llegar a 6.3 o 7 por ciento en el 2017.
Ese mismo estudio asegura que los estadounidenses pueden tener ahorros de entre 36 y 89% en sus tratamientos, además de que gastan dólares en laboratorios, farmacia, ambulancia privada, anestesiólogo, especialista, camarista, hospedaje para acompañante y hasta el veterinario para la mascota.
Pero a pesar de que este turismo se registra desde hace casi 10 años y genera una derrama económica importante, resulta interesante que sea hasta ahora que los diputados federales atiendan el tema.
La víspera, la Comisión de Asuntos Migratorios, presidida por el diputado veracruzano Gonzalo Guízar Valladares, aprobó un proyecto de decreto que modifica la Ley de Migración en la materia. Se propone adicionar un inciso a la fracción III del artículo 37 y un párrafo al 52 para establecer que los visitantes extranjeros que lleguen a México a recibir servicios de turismo médico o de salud no necesiten visa.
Se pretende que cuando el ingreso sea con la finalidad de recibir estos servicios, el periodo de estancia podrá prolongarse siempre y cuando haya un certificado médico expedido en términos de lo que disponga el Reglamento y demás disposiciones jurídicas aplicables.
Bien por los diputados, pero aplausos para los prestadores de servicios médicos que atienden a extranjeros, quienes –me dicen– han cabildeado muy bien en el Congreso de la Unión su industria como una generadora importante de divisas. Ojalá la propuesta genere apoyos y se apruebe en breve.
PARA EL REGISTRO Me pregunta un amable lector de esta colaboración si es ético mostrar en periódicos al ex gobernador de Veracruz Javier Duarte tirado en una jaula de metal esposado por la espalda, ridiculizado pues. Luego de un momento de reflexión, le contesté: “Entiendo tu punto, pero es más importante preguntarse sobre lo ético en su proceder al sustraer tanto dinero de las arcas del estado en perjuicio de los veracruzanos”. Silencio. Gracias y hasta mañana.
 
 
@betata75

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