Gráfica INEGI: Escaso EMPLEO, Bajo SALARIO y la INFORMALIDAD afectan a MILLONES en MÉXICO

En el segundo trimestre del año, un total 22 millones 269 mil personas reportaron no tener ingresos o ganar hasta un salario mínimo, lo que representó el 38.8% de la población ocupada del país, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.

El número de personas con necesidad de un empleo en México alcanzó los 14 millones 466 mil en el segundo trimestre del año, es decir, hay dos millones 207 mil personas por arriba de los niveles prepandemia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En el segundo trimestre de 2022, la tasa de necesidad de empleo en el país se ubicó en 21.7% de la fuerza laboral, por encima del 19.6% del primer trimestre de 2020.

  • Las personas que no tienen empleo y no buscan uno porque no tienen esperanza de encontrarlo, definidos como población disponible para trabajar, son el conjunto que más ha influido en el incremento de las necesidades de empleo o brecha laboral en el país, al pasar de cinco millones 679 mil personas antes de la pandemia a siete millones 459 mil actualmente.
  • En tanto, la población desocupada abierta se ubica en 1.9 millones de personas, prácticamente en el mismo nivel que antes de covid-19, mientras que la población subocupada también se ha incrementado, pero sólo en 465.7 mil personas. Entre la población disponible, las más perjudicadas son las mujeres, por falta de condiciones para ingresar al mercado laboral.
  • Las personas con necesidad de un empleo totalizaron 14 millones 466 mil personas en el segundo trimestre de 2022, lo que significa dos millones 207 mil personas más comparado con el periodo prepandemia, revelan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.

El conjunto que más ha influido en el incremento de las necesidades de empleo o brecha laboral en el país ha sido la población disponible para trabajar, es decir, aquella que no tiene empleo y no busca uno porque no tiene esperanza de encontrarlo.

  • Esta población pasó de cinco millones 679 mil personas antes de la pandemia a siete millones 459 mil actualmente, lo que implica un aumento de 1.8 millones de personas en esta situación, y explica el 81% del incremento de la brecha laboral.
  • En contraste, la población desocupada abierta está prácticamente en el mismo nivel de antes de la pandemia (1.9 millones de personas) y la población subocupada también se ha incrementado, pero sólo en 465.7 mil personas.

Con esto, la tasa de necesidad de empleo en el país se ubicó en 21.7% de la fuerza laboral en el primer semestre de 2022, por arriba del 19.6% del primer trimestre de 2020.

  • Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), expresó que la pandemia dejó un impacto en la brecha laboral del país, en mayor medida en las personas desesperanzadas, pero que están disponibles para trabajar, y luego entre los subocupados.
  • Gutiérrez comentó que este tipo de trabajadores, que no están buscando trabajo, pero que están dispuestos a hacerlo si se les ofrece una oportunidad, es ahora la principal fuente de la brecha laboral después de la pandemia, lo cual “refleja la falta de expectativas sobre una recompensa suficiente por trabajar, una decepción sobre el trabajo al que se puede hacer aspirar”.

Señaló que, en esta población, las más perjudicadas son las mujeres, lo que refleja la falta de incentivos para entrar al mercado laboral. La participación laboral de las mujeres no ha aumentado sustancialmente frente a los hombres.

Después de la pandemia son más quienes no ven condiciones adecuadas para buscar trabajo, como las bajas percepciones sobre los ingresos esperados, y hay otros factores como la infraestructura en las ciudades, como el transporte público, el cual perciben muy inseguro.

Son varios los factores los que desincentivan que intenten buscar trabajo”, dijo Gutiérrez. A esto añadió el gran problema de los cuidados, lo cual impide que las mujeres se puedan integrar al mercado laboral, ya que no hay centros en los cuales puedan delegar estas labores.

Subocupados y desocupados

Sobre los subocupados, es decir, quienes tienen necesidad, más horas, Ana Gutiérrez expresó que también está por encima de los niveles prepandemia, lo cual muestra que los empleos que se están generando son más precarios, ya sea por niveles de ingreso o por informalidad.

Comentó que esto incide más en los hombres, que tienen mayor ocupación, a diferencia de las mujeres que les afecta más estar disponibles para trabajar.

Y sobre los desocupados, dijo que el cambio con la pandemia no fue tan marcado, lo cual “no es tan buena noticia porque nos dice que no tenemos red de seguridad social adecuada, como apoyos por desempleo, y por eso la gente tiene que ocuparse en algo rápidamente”.

38.8% de los mexicanos sobreviven ganando un salario mínimo

En el segundo trimestre del año, un total 22 millones 269 mil personas reportaron no tener ingresos o ganar hasta un salario mínimo, lo que representó el 38.8% de la población ocupada del país, reveló la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.

  • Esto ha significado un aumento de un millón 538 mil personas que ahora están en ese rango de ingresos respecto del primer trimestre de 2020, es decir, previo al inicio de la pandemia de covid-19, lo que significó un alza de 1.1 puntos porcentuales.
  • La comparación la realizó el Inegi al homologar los salarios mínimos con base en el aumento de la inflación, lo que también dio como resultado una reducción de la población que gana entre uno y dos salarios mínimos en 1.68 millones de personas en el periodo de referencia.

Esta reducción, a su vez, fue contrarrestada por el aumento de similar magnitud en la población que gana entre 2 y 3 salarios mínimos (1.63 millones de personas).

  • En el rango más alto de salarios, el Inegi reportó que ahora 37 mil 752 personas menos ganan entre 3 y 5 salarios mínimos, y 115 mil 840 personas menos ganan más de cinco salarios mínimos.
  • De 2019 a 2022, el salario mínimo ha tenido incrementos importantes, lo cual, a juicio de analistas, ha hecho que comparar niveles de ingreso en función de ese salario sea inadecuado metodológicamente.

Es por ello que, varios grupos de expertos y académicos, incluido el actual presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, Luis Munguía, propusieron al Inegi una medición sobre la base de un salario mínimo equivalente, que es el valor monetario necesario para comprar en diferentes periodos a los precios vigentes, la misma cantidad de bienes y servicios que se compraban con el salario mínimo del periodo base, que es enero de 2022.

  • El Inegi recalculó el indicador denominado tasa de condiciones críticas de ocupación, que es el porcentaje de la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y a las que laboran más de 48 horas semanales y que ganan hasta dos salarios mínimos.

Se observa que esta tasa ha registrado una tendencia a la baja desde 2016 llegando a 30.5% en igual lapso de 2022, y en el último año, el indicador se mantuvo estable.

Empleo informal retoma ritmo de crecimiento

Por cada empleo formal que se creó en el segundo trimestre del año, otras tres plazas se abrieron en la economía informal. De esta manera, la tasa de informalidad laboral subió a 55.7% de la población ocupada, un nuevo aumento después de dos trimestres en descenso.

  • De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), entre abril y junio de este año se crearon 1.3 millones de trabajos, el 77% de éstos fueron en el mercado informal. Así, la población que labora sin contrato, prestaciones y acceso a seguridad social sumó a 32 millones de personas, la cifra trimestral más alta de la que se tiene registro.
  • Los datos positivos de generación de empleo reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el segundo trimestre del año permitieron que la tasa de desocupación se ubicara en 3.2%, lejos del nivel de 4.2% reportado en el mismo periodo del 2021 y por primera vez por debajo de lo reportado para el cierre de 2019, antes del impacto de la pandemia, cuando fue de 3.4 por ciento.
  • Sin embargo, al considerar a las personas inactivas pero disponibles para trabajar, la tasa de desempleo extendida fue de 14.8% entre abril y junio, cifra que todavía se mantiene por arriba del 12.6% reportado para el cuarto trimestre de 2019.

Por actividades económicas, la industria y los servicios tienen registros de empleo superiores a los observados antes del impacto de la emergencia sanitaria por la Covid-19. En tanto, el sector agropecuario no ha logrado una recuperación total y se encuentra 44,744 plazas por debajo, pese a haber sido considerado un sector esencial de la economía que no se detuvo./PUNTOporPUNTO

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