Latinoamérica y el Caribe deben encabezar lucha contra armas nucleares

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AGENCIAS

América Latina y el Caribe deben encabezar la lucha mundial por la prohibición de las armas nucleares, coincidieron los miembros de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL).

Durante el 23 Periodo Extraordinario de sesiones de ese organismo, que se celebró hoy en la Secretaría de Relaciones Exteriores, sus integrantes destacaron la experiencia histórica de la región, al haber creado la primera zona libre de armas nucleares en el mundo.

La cancillería informó en un comunicado que el secretario general de ese organismo, Luiz Filipe de Macedo Soares, rindió un informe de labores, con especial énfasis en su participación en foros y actos internacionales con el tema de desarme nuclear.

El embajador De Macedo Soares se refirió al papel preponderante que ese organismo debe desempeñar como organización regional especializada dedicada al desarme y a la no proliferación nuclear de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Los integrantes del OPANAL también conocieron el informe de la Comisión de Cuotas y Asuntos Administrativos y de Presupuesto, así como de los grupos de trabajo en materia de educación para el desarme nuclear, coordinado por Argentina y del análisis del Reglamento Financiero, coordinado por México.

Los trabajos fueron encabezados por el director general para la Organización de las Naciones Unidas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ministro Juan Sandoval Mendiolea.

El Tratado para la Proscripción de las Armas en la América Latina y el Caribe, conocido como Tratado de Tlatelolco, fue promovido por el embajador mexicano Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz, documento que estableció la primera zona libre de armas nucleares en 1967.

El Tratado de Tlatelolco estableció el OPANAL, organismo encargado de velar por el cumplimiento de su espíritu y objetivos; los 33 Estados de América Latina y el Caribe son sus miembros, en tanto México es depositario del Tratado de Tlatelolco y sede del organismo.

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