Senado condenó muerte de mexicano en Tarrant, Texas

RITA MAGAÑA TORRES

El Senado de la República condenó los hechos suscitados el pasado 20 de febrero en la Ciudad de Euless, donde agentes policiacos del condado de Tarrant, Texas, dieron muerte al mexicano Rubén García Villalpando.

En un acuerdo de la Mesa Directiva, aprobado por el pleno senatorial, los legisladores se pronunciaron contra el uso violencia excesiva e innecesaria.

Externaron una amplia protesta por el uso desproporcionado de la fuerza letal, por parte de todo tipo de autoridad que tiene a su cargo el orden y la seguridad de las personas.

Solicitaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores que impulse las acciones pertinentes, ante las autoridades del condado de Tarrant para realizar investigaciones para esclarecer la responsabilidad penal en que hayan incurrido agentes policiacos implicados en el incidente.

Esa investigación, también permitirá implementar medidas para evitar que en casos futuros se haga uso indiscriminado e indignante de medios de prevención delictiva desproporcionados, en perjuicio de la integridad y la vida de las personas.

El documento incluye la petición a la cancillería para que, a través del consulado de México acreditado en Dallas Texas, otorgue apoyos necesarios a familiares de Rubén García Villalpando y, en beneficio de estos, gestione ante autoridades competentes acciones y medidas tendientes a procurar obtener la reparación del daño.

El Senado determinó que el grupo de trabajo, conformado el pasado 17 de febrero, para darle seguimiento a la muerte del mexicano Antonio Zambrano Montes, en Washington, incorpore el caso de Rubén García Villalpando en el programa que diseñó.

Los hechos motivan a que los senadores de nueva cuenta manifiesten su sentimiento de indignación, y reiteren la necesidad de realizar las gestiones pertinentes que permitan una sanción ejemplar a los responsables de estos acontecimientos.

La versión que se difundió en los medios refiere que hubo una llamada de alerta a la policía por un presunto asalto en una plaza comercial de Grapevine.

Al llegar los agentes de la policía, Rubén García salió corriendo y abordó un automóvil abandonado en el estacionamiento, lo que propició el inicio de la persecución.

Según esta versión, Rubén García paró el auto y se bajó con los brazos en alto y sin armas en las manos.

Uno de los agentes policiacos le pidió que se detuviera y Rubén continuó avanzando con los brazos en alto, por lo que ante la negativa a detenerse los agentes accionaron sus armas de fuego y le dieron muerte.

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