Ayotzinapa: 43 desaparecidos y un ausente

 

Ernesto Zapata

El 26 de septiembre del año pasado, Aldo bajó del autobús que normalistas de Ayotzinapa habían tomado unas horas antes, para intentar remover una patrulla de la Policía Municipal de Iguala que obstruía el paso del camión.

En ese momento, Aldo recibió un balazo en la cabeza proveniente de una de las armas de los agentes de la Policía Municipal.

Empezaba la jornada de barbarie que se extendió por varias horas de esa noche y de la madrugada del 27, con saldo de seis muertos, uno de ellos desollado, y la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, conocida como Normal de Ayotzinapa.

Casi un año después de los hechos, Aldo Gutiérrez Solano, de 20 años de edad, permanece en estado vegetativo como consecuencia del balazo que recibió cuando intentaba remover una patrulla.

El parte médico dice: “daño cerebral irreversible”.

El balazo que recibió de parte de algún elemento de la Policía Municipal de Iguala le perforó el cráneo y le destruyó la mayor parte del cerebro.

Desde entonces, Aldo vive pero está ausente. No volverá a recuperar la conciencia.

Casi un mes después del ataque,  Aldo Gutiérrez fue trasladado al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, en donde aún se encuentra.

Sus familiares se turnan para cuidarlo en el cuarto privado que ocupa bajo estricta vigilancia médica y policial.

Sus familiares sufren el desgaste de tener que estar pendientes de él aunque saben que ya nadie podrá hacer nada para ayudarlo, pues el daño cerebral es irreversible.

Aldo constantemente presenta fiebres superiores a los 40 grados e infecciones múltiples que ponen en riesgo lo que le queda de vida. Es alimentado a través de una sonda que llega directamente a su estómago y respira a través de una perforación en el cuello que le hicieron desde el inicio de su atención.

Los médicos han dicho a sus familiares que esperen lo peor. Sin embargo, ellos mantienen una ligera luz de esperanza de que Aldo se recupere y por eso piden que el normalista sea atendido por médicos extranjeros.

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