Calidad de la OCUPACIÓN y el ACCESO al TRABAJO decae en el PAÍS

Imagen tomada de internet

Al cierre del año pasado, la calidad de la ocupación y el acceso al trabajo disminuyeron en 15 entidades del país. Además, ningún estado se posicionó en el nivel alto.

  • De acuerdo con el Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Estatal que elabora El Economista, la calificación nacional fue de 41.0 puntos en el 2019, de 100 posibles, frente a 43.8 puntos durante el 2018.
  • El objetivo de este indicador es saber cómo se encuentran las 32 entidades de la República Mexicana en materia laboral, principalmente en acceso al trabajo y calidad de la ocupación, y a su vez realizar un ranking de competencia entre los gobiernos locales.

El índice se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación, obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, que corresponden a: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal.

En cada tasa complementaria se realizó un ranking estatal para asignar un valor. Si el estado, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación (Guerrero, con 1.44% de su población económicamente activa —PEA—), se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral (en este caso, 32 puntos), en relación con las otras entidades, y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones (Tabasco obtuvo una desocupación de 6.38% de la PEA, la más elevada de México, por lo que consiguió sólo 1 punto).

Este ejercicio se hizo con cada uno de los estados, al cierre de los años 2018 y 2019, logrando un índice general con ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde la entidad más cercana a 100 manifiesta una mejor calidad de la ocupación (para obtener 100 puntos la entidad debe ser la mejor en todas las tasas).

El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 80 puntos), medio alto (menor a 80 y mayor a 55 puntos), medio bajo (menor a 55 y mayor a 35 puntos) y bajo (menor a 35 puntos).

Es importante destacar que la función de este indicador es premiar a los estados con mayor constancia en acceso al empleo y calidad laboral (tener las menores tasas, a excepción de la referente a trabajo asalariado).

  • En este contexto, la caída nacional del Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Estatal, de 43.8 puntos en el 2018 a 41.0 puntos en el 2019, manifiesta que la mayoría de las tasas aumentaron (sólo bajó la informalidad laboral y el mayor incremento se dio en condiciones críticas de ocupación), es decir, creció la precariedad laboral en el país. Por nivel, continuó en el medio bajo.

Comparativo

En relación con el 2018, 17 entidades mostraron crecimientos en el índice (lo que significa mejora laboral, en comparación con los otros estados), y el resto (15) exhibió disminuciones.

Los mayores ascensos fueron en Durango (11.7 puntos más), Colima (11.3), la Ciudad de México, Tamaulipas y Tlaxcala (los tres con 5.1 puntos). Los desplomes más pronunciados se dieron en Campeche (8.6 puntos), San Luis Potosí (7.0) y Baja California (6.3).

Por niveles, únicamente se registraron cuatro cambios: Baja California pasó de alto a medio alto; Baja California Sur, de medio alto a medio bajo, mientras que Colima y Sinaloa cambiaron de medio bajo a medio alto (estos dos con mejoras).

De esta forma, ninguna entidad se ubicó en nivel alto al cierre del año pasado, 13 se encuentran en medio alto, 12 en medio bajo y siete en bajo.

Análisis anual

En el 2019, a pesar de que Baja California fue una de las entidades con el mayor desplome en el Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Estatal, se posicionó nuevamente en el primer lugar nacional, con 79.7 puntos. El podio lo integraron Aguascalientes (76.2) y Chihuahua (75.4).

  • Por su parte, Jalisco y Querétaro obtuvieron más de 70 puntos. Nuevo León, Coahuila, Morelos, Quintana Roo, Colima, Sinaloa, Sonora y San Luis Potosí completaron el nivel medio alto.
  • En el nivel medio bajo se estacionaron Yucatán, Baja California Sur, Durango, Guerrero, Tamaulipas, Michoacán, Ciudad de México, Zacatecas, Guanajuato, Puebla, Veracruz y Estado de México,
  • En el otro extremo, las calificaciones más bajas, de las peores condiciones laborales, fueron en Tabasco (16.8 puntos), Oaxaca (18.0), Tlaxcala (19.5), Campeche (24.6), Chiapas (27.7), Nayarit (29.7) e Hidalgo (34.8), todos éstos en el nivel bajo.

A detalle

¿Por qué Baja California quedó en el primer lugar del Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Estatal? Esta entidad mostró constancia en las ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación durante el 2019; de hecho, en siete tasas estuvo en el top 5.

  • Al cierre del año, alcanzó las relaciones más bajas: primer lugar en ocupación parcial y desocupación (6.43% de la PEA) y presión general (3.57% de la PEA); tercero en subocupación (2.28% de la PEA); cuarto en ocupación en el sector informal (18.27% de los ocupados) e informalidad laboral (37.33% de los ocupados); quinto en desocupación (2.22% de la PEA); peldaño 29 en condiciones críticas de ocupación (25.23% de los ocupados), y fue la quinta entidad con el mayor porcentaje de trabajo asalariado (72.76% de los ocupados).

El peor resultado de Baja California fue en condiciones críticas de ocupación, tasa que incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO

Mapa:

Metodología
El objetivo del Índice de calidad y competencia de la ocupación estatal, realizado por El Economista, es saber cómo se encuentran las 32 entidades federativas del país en materia laboral, principalmente en calidad y acceso al trabajo, y a su vez, realizar un ranking que pusiera a competir a los gobiernos locales. Este indicador se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación, obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, que corresponden a: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal. En cada tasa complementaria se realizó un ranking estatal para asignar un valor; si el estado, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación, se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral, en relación con las otras entidades, y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones. Al hacer este ejercicio con cada uno de los estados, se hizo un índice general con las ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde el estado más cercano a 100 manifiesta una mejor calidad de la ocupación (para obtener 100 puntos la entidad debe ser la mejor en todas las tasas). El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 80 puntos), medio alto (menor a 80 y mayor a 55 puntos), medio bajo (menor a 55 y mayor a 35 puntos) y bajo (menor a 35 puntos). Es importante destacar que la función de este indicador es premiar a los estados con mayor constancia en acceso y calidad del empleo (tener las menores tasas, a excepción de la referente a trabajo asalariado).

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