Crece FLUJO MIGRATORIO de MUJERES y NIÑAS; 70% sufren de VIOLENCIA FÍSICA y SEXUAL

El asesinato de Victoria, mujer originaria de El Salvador, quien murió a manos de la policía en Tulum, revela varios problemas sociales latentes que no han sido atendidos

Amnistía Internacional indica que el 70% de ellas sufre algún tipo de abuso sexual en el trayecto a su destino

  • En los últimos meses, el flujo migratorio ha incrementado en la frontera sur de México, las mujeres y niñas migrantes representan un número importante del crecimiento exponencial; sus razones son variadas, lo mismo, la violencia, pobreza extrema, falta de oportunidades, desempleo en los países de origen y desafortunadamente no cambia mucho en su trayecto.
  • La migración con cara de mujer se detonó en este 2021, con el éxodo de familias, de mujeres con niñas, con niños, con bebés en brazos, de adolescentes que viajan solas y que enfrentan en México otra violencia, la de los cárteles de la droga y sicarios coludidos con autoridades de todos niveles para extorsionarlas, secuestrarlas, traficarlas y abusar sexualmente de ellas.

Amnistía Internacional expone que el 70% de ellas en su paso por México sufre algún tipo de abuso sexual. El gobierno mexicano ha guardado silencio sobre esta violencia y abusos, que incluso se han documentado en estaciones del Instituto Nacional de Migración.

El Movimiento Migrante Mesoamericano ha documentado en las últimas fechas las vivencias de mujeres y niñas que caminan sobre las vías del tren, entre bosques y selvas, en grupo o a veces solas con sus hijos e hijas. Las mujeres se van quedando rezagadas en los pueblos por donde atraviesa la ruta migratoria, descansan y esperan a otros grupos para poder seguir su camino. La mayoría son personas que no conocen, siendo el temor a sufrir violencia de género su mayor miedo.

  • El objetivo de estas mujeres y niñas es buscar mejores condiciones de vida; escapar de situaciones de violencia familiar y comunitaria; reunirse con su familia; y encontrar un empleo que les permita apoyar económicamente a sus hijos.
  • En el trayecto hemos conocido a Amanda, que emigró por temas de violencia machista; a Ana, que camina sola y de vez en cuando se añade a algún grupo de hombres que le permiten atravesar zonas más peligrosas; a Magdalena y Karen dos hermanas que migran con sus hijos.

Estas mujeres han buscado maneras de migrar y no exponerse. A diferencia de los hombres que también se encuentran en tránsito irregular, ellas se enfrentan a situaciones de violencia, trata y tráfico de personas, secuestros, abusos sexuales y discriminación.

  • Hace cincuenta años, en 1970, la mujer solo representaba el 2% (Según ONU Mujeres) de todas las migraciones a nivel mundial. Hoy, las mujeres migrantes en América Latina representan el 51 por ciento del total de personas en tránsito irregular.

En el tiempo en el que este cambio se ha sucedido, estábamos acostumbrados a un fenómeno de migración paulatina, donde el hombre migraba antes y, una vez establecido, viajaban al país de destino la mujer, los hijos o el resto de la familia. Hoy, esto también ha cambiado: las mujeres tampoco ven posibilidades de una vida digna en el país de origen, y deciden no esperar, sino marcharse en busca de nuevas oportunidades.

Según ONU Mujeres, aunque es “difícil tener cifras confiables” de las agresiones sexuales que experimentan las mujeres migrantes y las refugiadas, se considera que “entre 24 y 80 por ciento han experimentado alguna forma de violencia sexual en su tránsito”.

Refiere que el Covid-19, aumentó los riesgos para este sector. Además de que alejó a muchas de las agrupaciones que atendían a estas poblaciones, en los albergues no es fácil tener medidas sanitarias.

  • Alejandra Díaz de León, experta en migración centroamericana en tránsito, destacó que en el trabajo de campo que ha observado que es una “ruta masculinizada”, en la cual a las mujeres les es difícil “formar redes de apoyo con hombres, porque siempre está latente que les van a pedir algo a cambio” de la protección que les puedan brindar en el trayecto.

Y precisó que algunas se asocian con hombres, porque además del posible resguardo, valoran que “en el viaje me violen muchos o solo uno”.

Acotó que algunos hombres migrantes consideran que “tuvimos que aguantar a las mujeres y cargarles la mochila, y esperan algo a cambio de esas mujeres, sino por qué las habrían aguantado. Es difícil para las mujeres formar redes de apoyo con hombres. Muchas no se quieren juntar con hombres por esta expectativa latente”.

Consideró que gran parte de lo que padecen las personas migrantes provenientes de Centroamérica se debe a que “Estados Unidos y México están criminalizando la migración; hay un esfuerzo por empujar a los migrantes fuera de México, y eso los manda a rutas más violentas y peligrosas”.

Caso de Victoria revela males sociales

El asesinato de Victoria, mujer originaria de El Salvador, quien murió a manos de la policía en Tulum, revela varios problemas sociales latentes que no han sido atendidos: violencia de género, discriminación contra las personas migrantes y abuso policiaco, entre otros, destacó Renata Demichelis Ávila, coordinadora de la Oficina en México de Elementa DDHH.

Este caso, junto al feminicidio en Holbox, reflejan la deshumanización y la normalización de la violencia que impera en el país. Se necesita una reconstrucción del sistema de instituciones donde se contemplen mejoras a las condiciones laborales de las y los policías, entre otras cosas, mencionó.

  • Los hechos en Quintana Roo ponen en evidencia varias cosas: no se trata sólo de un tema de género, sino también de discriminación racial, de clases, de un sentimiento antinmigrante, que ha venido creciendo, aunado a la nula capacidad de las corporaciones policiacas para seguir los protocolos adecuados, comentó.

Para la activista, lo anterior hace que una mujer como Victoria sea más vulnerable a este tipo de situaciones, en comparación con cualquier otra mujer turista, explicó.

Esto cimbra y prende muchas alertas, pues es algo que ocurrió en la vía pública a la vista de muchas personas, y ni siquiera pidieron una ambulancia: el cuerpo fue colocado en otra patrulla, añadió la experta.

  • Esto habla de una falta sensibilización, pero también de una ignorancia absoluta de los protocolos y lo normalizado que están estos casos. “Se murió una mujer más, pero no se murió, la mataron”, sentenció.
  • Está tan normalizado que ya hay una completa desconexión y deshumanización de las implicaciones que esto tiene, por parte de las autoridades y de la sociedad. “Este tipo de violencias ya no son sostenibles”, expresó.

De acuerdo con Demichelis Ávila, las exigencias dejan de ser únicamente para atacar la violencia de género, sino estos otros problemas sociales. “Una violencia que afecta de forma desproporcionada y particular a mujeres que tienen distintas identidades», expresó.

Reconstrucción del sistema

  • Urge la reconstrucción y el replanteamiento total de las instituciones del Estado; el problema no se resuelve sólo metiendo a la cárcel a los implicados de este asesinato, se tiene que ver desde un punto de vista más profundo y estructurado, porque todo parece indicar que “nada de lo que se está haciendo está funcionando”, mencionó la especialista en derechos humanos.

Se deben pensar en nuevas formas de justicia restaurativa, que ataquen directamente el problema de raíz, no sólo se trata de capacitar a los elementos policiacos, para que cumplan los protocolos de seguridad y derechos humanos, sino también mejorar sus condiciones, ofrecerle un salario digno, jornadas laborales adecuadas, destacó.

Se deben evaluar los perfiles de los altos mandos, quienes igual cometen o solapan los abusos contra la ciudadanía, quienes muchas veces se van de un estado a otro, pero siguen cometiendo los mismos patrones de violencia, recordó la especialista.

Estado, responsable de las muertes

Fátima Gamboa Estrella, codirectora de Equis Justicia para las Mujeres, aclaró que el asesinato de Victoria es el reflejo de esta violencia generalizada y sistemática que padecen las mujeres en todo el país. “No sólo nos están asesinando en el espacio privado, sino también en el público, laboral y comunitario”.

El Estado es responsable de estas muertes, pues ha omitido implementar acciones, destinar presupuesto, capacitación para sus servidores públicos para prevenir la violencia, recordó.

  • Los agentes, quienes son los asesinos, no utilizaron ningún tipo de protocolo para atender el caso de Victoria, en lugar de auxiliar, la detuvieron y torturaron. Hicieron un uso excesivo, desproporcionado de la fuerza pública en contra de una mujer, sin alguna justificación, explicó.
  • Coincidió con Renata Demichelis en que debe analizarse la cadena de mando, las personas responsables del actuar de estos cuatro policías municipales, desde la Secretaría de Seguridad, hasta el presidente municipal y gobierno del estado para garantizar que los departamentos reciban una capacitación real en perspectiva de género y derechos humanos y los elementos cumplan con los perfiles que se necesitan para la seguridad de la ciudadanía.

Las mujeres no sólo exigen castigo, sino una investigación a fondo, que atienda las estructuras y la forma en cómo funciona la policía y el gobierno; determinar qué acciones hacen para prevenir este tipo de violencia y que haya un compromiso por parte del municipio y del estado de no repetición comentó Gamboa Estrella.

Urge a reformar corporaciones de seguridad pública

Por su parte el director ejecutivo de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco urgió a reformar las corporaciones de seguridad pública en México.

“Hace un año, Giovanni López murió bajo custodia policial en Jalisco. Hace 4 meses, la policía disparó contra manifestantes en Cancún, dejando 3 heridos. Ayer, esta mujer murió a manos de policías en Tulum.

“Urge reformar las fuerzas policiales en México”, subrayó en Twitter.

El funcionario refirió un comunicado de esta organización emitido en julio del año pasado después de la detención violenta de Giovanni López Ramírez, de 30 años quien falleció en custodia policía en Jalisco.

  • “Las fuerzas policiales de México tienen una lamentable reputación debido a hechos de corrupción y uso de tortura y violencia, así como nexos con el crimen organizado. Estas protestas, que siguen la línea de la indignación que desató en todo el mundo el asesinato de George Floyd por policías en EE. UU., también expresan la profunda y arraigada desconfianza y frustración que muchos mexicanos sienten ante las abusivas fuerzas policiales”, señaló en aquel momento José Miguel Vivanco.

Recordó, también, otros casos de abusos policiales ocurridos en otras entidades del país.

“En Tijuana, Baja California, Yair López Jiménez murió asfixiado mientras lo detenían. En un video del incidente se ve a un policía que pisa a López Jiménez en el cuello con su bota hasta que pierde el conocimiento. En Xalapa, Veracruz, Carlos Andrés Navarro murió luego de ser detenido. Los registros oficiales indican que la muerte se debió a un paro cardíaco; sin embargo, su familia sostiene que recibió una golpiza letal, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha pedido que se inicie una investigación. En Oaxaca, Alexander Martínez, de 16 años, salió a hacer un recado para su madre y recibió un disparo mortal de un policía que, supuestamente, lo confundió con otra persona.

  • “En México, los asesinatos cometidos por policías, las detenciones arbitrarias, la tortura bajo custodia policial y la cooperación entre policías y carteles delictivos son algo habitual. La brutalidad policial no ha generado una reducción de la criminalidad. En la última década, los delitos violentos han tenido un aumento vertiginoso en México y la impunidad ha sido casi absoluta.

El comportamiento abusivo de las fuerzas policiales de México es el resultado de múltiples factores, incluida la impunidad sistemática, la falta de claridad y cumplimiento de reglamentaciones que limitan el uso policial de la fuerza, la corrupción y la intimidación generalizadas por parte de la delincuencia organizada, y las décadas de abandono institucional, apuntó Human Rights Watch.

  • La organización señaló que un factor que propicia los abusos es la falta de claridad y de cumplimiento de las normas que reglamentan el uso de la fuerza. “Aunque México aprobó una nueva Ley Nacional de Uso de la Fuerza en 2019, las autoridades estatales y locales no han hecho demasiado por asegurar su implementación adoptando protocolos o pautas concretas”.
  • El director de HRW, José Miguel Vivanco pidió al gobierno de México llevar a cabo un esfuerzo por reformar las fuerzas policiales, el cual permita crear sistemas eficaces de rendición de cuentas.

“La reforma debería enfocarse en hacer cumplir los límites al uso de la fuerza por parte de policías; investigar y desarticular redes corruptas; revisar leyes, políticas y prácticas que generan oportunidades e incentivos para los abusos y la corrupción; y asegurar una verdadera capacitación y profesionalización de la policía”.

Este sábado se dieron a conocer imágenes de la detención de una mujer por parte de policías municipales de Tulum, en Quintana Roo, quienes para someterla la arrojaron al suelo y una de las uniformadas colocó su rodilla encima de su cuello.

Al notar que la mujer presuntamente ya no contaba con signos vitales, los elementos policiacos la trasladaron al Centro de Salud, donde no fue recibida por no contar con sala de emergencia, por lo que a bordo de la misma patrulla fue llevada a las instalaciones de Protección Municipal con personal de dicha dependencia fue declarada muerta.

México debe garantizar justicia por muerte de salvadoreña en Tulum

Las autoridades mexicanas deben garantizar justicia y reparación del daño en el caso de la salvadoreña muerta a manos de policías el pasado sábado en el municipio de Tulum, en el estado de Quintana Roo del Caribe mexicano, señaló este lunes la organización Amnistía Internacional (AI).

Además, deben garantizar la protección de las dos hijas de Victoria Esperanza Salazar e informar a su familia sobre el paradero de su hija mayor, quien todavía no ha podido ser localizada.

  • En un comunicado conjunto, AI, el Instituto de las Mujeres en la Migración (Imumi) y el Grupo de Monitoreo Independiente del Salvador (GMIES) coincidieron en que se deben garantizar los derechos de la familia a la verdad, la justicia, la reparación integral del daño y la repatriación digna de su cuerpo.

“Ellos sometieron demasiado a mi hija, le torturaron en pocas palabras. Ahí se oye cuando ella grita. Yo creo que fueron los últimos gritos cuando le quebraron el cuello y le quebraron muchas costillas. Yo pienso que como seres humanos nadie merece esta muerte”, dijo Rosibel Emérita Arriaza, madre de Victoria.

“Lo que pido es una justicia real, donde investiguen exactamente todo lo que pasó en este abuso de la autoridad que hicieron estas cuatro personas y que caiga todo el peso de la ley sobre estas personas”, añadió.

  • La madre también señaló que el Estado mexicano debe responsabilizarse como Estado, porque “esto fue un caso parecido a lo que pasó en Estados Unidos con (George) Floyd”.
  • Además, dijo que ninguna autoridad mexicana se ha comunicado con ella y que solo se enteró del asesinato de su hija por alguien que vio las noticias.
  • En el comunicado, Amnistía Internacional recordó que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) confirmó públicamente que Victoria Salazar se encontraba en México en calidad de refugiada desde el 2018.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió en redes sociales que se castigue a los responsables, mientras que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo sentir “vergüenza” por la forma en que se comportó la policía de Tulum y aseguró que se hará justicia./Agencias-PUNTOporPUNTO

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