ESCASEZ de ENERGÍA será más frecuentes en MÉXICO ante la falta de INVERSIÓN del GOBIERNO

En el sexenio se han presentado al menos dos apagones significativos: el del 28 de diciembre de 2020, a causa de la "quema de un pastizal", y el del 15 de febrero de 2021, que se prolongó por varios días por falta de gas texano para generación eléctrica a causa de un frente frío.

Los apagones que se han venido presentando de manera aislada en México harán crisis en 2025, cuando el sistema podría registrar fallas continuas por falta de inversión en nueva generación, redes eléctricas débiles y zonas deficitarias en generación.

  • Ante un crecimiento de la demanda, sin nuevos proyectos de generación ni transmisión, la falta de energía comenzará a presentarse de manera más frecuente, señala un análisis de una consultora a solicitud de una empresa que pidió el anonimato.

«Ante un escenario de crecimiento en la demanda eléctrica para los siguientes años y sin proyectos de generación adicional, al no superarse la problemática de transmisión, pues es un problema sistémico, estimamos que la situación de las zonas deficitarias empeorará a un ritmo acelerado, resultando en un freno a la expansión de la actividad económica.

«Hay restricciones de red que no permiten transportar energía barata a los centros de generación que desplacen la generación cara (…) Por tanto es imprescindible construir nueva generación en zonas deficitarias que se enfrentarán mayores costos de energía e interrupciones en el servicio cada vez más frecuentes y falta de viabilidad para conexiones de nuevos servicios e industrias», refiere el documento como diagnóstico operativo para 2025.

  • El País tiene una capacidad instalada de 89 mil 620 megawatts y una demanda de 46 mil megawatts, sin embargo, hay zonas deficitarias con contingencias para cubrir la demanda como el Centro del País, las penínsulas y la región occidental, de acuerdo con el Cenace.
  • Víctor Ramírez, experto en energía, señaló que la demanda sigue creciendo sin refuerzos en enlaces ni en capacidad de generación, pues si bien CFE anunció proyectos por 4 mil 438 megawatts, apenas iniciaron su construcción y no estarán listas antes de 2024 como se prometió.

Los apagones van más allá de la ausencia de energía eléctrica, pues impactan en las actividades diarias, en hogares, escuelas e industria.

  • En el sexenio se han presentado al menos dos apagones significativos: el del 28 de diciembre de 2020, a causa de la «quema de un pastizal», y el del 15 de febrero de 2021, que se prolongó por varios días por falta de gas texano para generación eléctrica a causa de un frente frío.

«Cuando la frecuencia de las interrupciones eléctricas es cada vez mayor y la distribución geográfica de esos eventos ha sido tan variada como la Península de Yucatán, Baja California, Nuevo León y un largo etcétera, es válido cuestionar si esas interrupciones han sido ocasionadas por accidentes, por eventos fortuitos o si lo que realmente está detrás es una deficiente operación y una mala planeación», puntualizó Carlos Flores, experto en temas de energía.

México demanda la producción y distribución de energía eléctrica

Cuando la Cuarta Transformación y la clase política están perdiendo el tiempo en escaramuzas estériles, a México se le podría estar pasando la mayor oportunidad económica y de crecimiento en este primer cuarto del Siglo XXI.

  • Y todo por la terquedad y la pésima estrategia desplegada por Manuel Bartlett, el controvertido director de la CFE, quien desdeña las urgencias de la industria eléctrica nacional anteponiendo disputas pseudo nacionalistas por encima del cumplimiento de las demandas del servicio.
  • El conflicto radica en que, ciudades clave para el desarrollo del futuro inmediato como Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Nuevo Laredo, Matamoros, Querétaro, y la zona de El Bajío -entre otras- están ya en crisis, sin capacidad para proveer de energía eléctrica a las decenas de empresas estadounidenses que decidieron emigrar de China para instalarse en territorio mexicano.

El ya famoso “nearshoring” está en la antesala de un colapso prematuro, porque la CFE carece en esas ciudades -las favoritas de los empresarios norteamericanos y chinos- del mínimo de energía eléctrica para hacerle frente a la enorme demanda que significa el fenómeno que podría darle a México un renovado “boom” económico.

Simplemente, en su pobre planeación de corto plazo, la paraestatal de la energía se suscribió a la austeridad republicana invocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y, avalada por Manuel Bartlett, dejaron de invertir. Los subejercicios abundan en la CFE desde 2019.

Más allá de un problema de generación, lo que se tiene es una crisis en la transmisión de energía eléctrica, lo que está obligando a las distintas divisiones de la CFE, sobre todo en el Norte y en la zona Centro- Bajío a reconocer que están impedidos para cubrir la demanda del “nearshoring”.

  • Nuevos parques industriales enteros están paralizados, suspendidos, porque la CFE simplemente está imposibilitada a surtir la capacidad eléctrica que demandan para permitirles iniciar operaciones en un plazo de seis meses a un año.
  • El pasado viernes, en Monterrey, se convocó a una reunión de emergencia entre empresarios desarrolladores de parques industriales y autoridades de la CFE para evaluar las alternativas sobre la mejor estrategia para enfrentar la crisis.

Y aunque se acordó levantar un censo de demanda, lo cierto es que por los tiempos de ejecución de los nuevos proyectos eléctricos, nada podrá ser resuelto en los próximos seis meses. Y en algunos casos, las exigencias podrían aplazarse hasta 2024.

Ese es un auténtico drama, considerando que empresas globales líderes, como Tesla, están contemplando a Nuevo León como su nueva arena de inversiones, pero sin la suficiente energía eléctrica nada se puede hacer.

  • La crisis es muy severa si se considera que no es cuestión de aplicar presupuesto, sino de esperar meses -y en algunos casos más de un año- para instalar los nuevos centros de transmisión que cumplan con una demanda que nadie atendió y que todavía hoy se antoja que nadie conoce la dimensión de la “near-crisis” energética que se avecina.
  • Larry Rubin, presidente de The American Society en México, ya señaló que hay una gran necesidad de energía en el país, pero advierte que no se tiene la capacidad actual ni futura para satisfacer esa demanda.

Rubin recalcó que “ya hemos visto apagones en el sureste por la falta de producción que tiene la CFE y lamentablemente, no se están haciendo las inversiones que se requieren por haberle cerrado la llave al sector privado, y el más afectado será el país”.

Sergio Argüelles, presidente de FINSA -uno de los mayores desarrolladores de parques industriales en México- advirtió que “hay proyectos ahorita que estamos viendo que requieren de muchísima energía eléctrica y no los podemos atender, y son de todos los sectores, automotriz, electrónicos”.

  • De acuerdo a la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados, la CFE es la responsable del paro de actividades en 8 de cada 10 proyectos de parques industriales en el país. Y eso obedece a la problemática del suministro eléctrico.
  • La “near-crisis” energética se da en momentos en que México y Estados Unidos enfrentan una controversia ante paneles de arbitraje internacional, en donde se acusa a nuestro país de incumplir los acuerdos suscritos bajo el Tratado de Libre Comercio que violentan las inversiones extranjeras ya ejecutadas y que la CFE busca desconocer.

Curioso litigio cuando si algo demanda México en estos momentos es la producción y distribución de energía eléctrica que el gobierno de la Cuarta Transformación es incapaz de suministrar y que amenaza con cancelar la oportunidad del “nearshoring”. Y todo por los caprichos y la testarudez de Manuel Bartlett./Agencias-PUNTOporPUNTO

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