MÉXICO no rompe la dependencia de la MILITARIZACIÓN: Académicos

Durante el gobierno de Calderón, éstas se utilizaron para comenzar una “guerra contra el narcotráfico” en México y combatir el crimen organizado.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene las “trayectorias dependientes” del uso de las Fuerzas Armadas para fines de seguridad pública con la creación de la Guardia Nacional, según la Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad y su artículo “Las Fuerzas Armadas mexicanas en la Seguridad Pública: trayectorias dependientes y conflictos de poder”, publicado en la edición de enero a junio de 2020 y escrito por Gerardo Rodríguez Sánchez Lara y María Paula Montserrat Aguilar Romero.

  • La publicación científica explora las causas institucionales y políticas del fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y “el cambio de doctrina militar hacia la seguridad pública en México”. Afirma que la participación no es una tendencia nueva: el uso del Ejército y las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad pública datan desde hace 80 años, lo cual ha desarrollado una “dependencia de camino crónica”.

Rodríguez Sánchez y Aguilar Romero identificaron una tendencia en la militarización de la seguridad pública en México gracias a la perpetuación de los cambios institucionales que permitieron este escenario. Enfatizan que además de la dependencia civil en las acciones militares para cuestiones de seguridad pública es importante considerar que las Fuerzas Armadas se han beneficiado de “recursos extraordinarios” humanos, económicos, tecnológicos, y cooperaciones internacionales desde el 2006.

Publicada de manera semestral por la Universidad Militar Nueva Granada en Colombia, la revista afirma que los incentivos generados por las dinámicas entre civiles y el Ejército perpetúan hoy en día una inercia que ha resultado en la creación de la Guardia Nacional por parte de López Obrador. El presupuesto para las agencias de seguridad en México es de USD 10,000 millones.

La administración actual realizó un análisis costo-beneficio para la creación de la Guardia Nacional. La ruta más rápida, más eficiente, y con menos costo, fue encomendar esta responsabilidad a las Fuerzas Armadas. Éstas, el Ejército y la Marina, tenían cinco ventajas para lograr este cambio:

  1. Disciplina y una doctrina militar
  2. Instalaciones militares en todo el país para entrenar y ser sede de esta nueva institución
  3. Movilidad para un despliegue a nivel nacional
  4. Oficiales y comandantes para liderar zonas estratégicas
  5. La fuerza combinada de 45,000 policías militares y oficiales de la marina

Además, el análisis de resultados a través del tiempo permiten identificar que los costos de reversión son extremadamente altos, específicamente porque el regreso inmediato de los militares a los cuarteles es imposible. De acuerdo a los académicos, tampoco existen instituciones policiacas en México con la capacidad suficiente para contrarrestar la crisis de violencia.

  • El escenario en el que se encuentra el país genera incertidumbre, mientras se desarrolla una “abrumadora” ola de inseguridad y niveles de violencia, pero sobre todo, según los autores, señala que existe un conflicto en la búsqueda de justicia en México debido a que “las atribuciones y los deberes han sido difuminados”.

Esto ha resultado en una “percepción peligrosa” de que las autoridades civiles son innecesarias. Por lo tanto, la lucha por el poder y los recursos del sector de seguridad pública continuarán entre las instituciones civiles y las militares. De acuerdo al artículo, “es muy temprano” para definir quiénes serán los verdaderos ganadores después de la creación de la Guardia Nacional.

  • La participación de las Fuerzas Armadas mexicanas en actividades de seguridad nacional no es nueva: su uso continuo viene desde la administración del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012). El despliegue del Ejército y la Marina hacia la seguridad pública del país se fortaleció durante la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018) con la Ley de Seguridad Interior, y siguió con la reforma constitucional durante el comienzo de la administración del actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante el gobierno de Calderón, éstas se utilizaron para comenzar una “guerra contra el narcotráfico” en México y combatir el crimen organizado. A partir de entonces, se ha intentado incluir al Ejército y a la Armada en el concepto de seguridad interna y pública: la creación durante la administración de Peña Nieto de la Gendarmería Nacional dentro de la Policía Federal, que provocó el fortalecimiento de la Policía Federal por el Ejército para las operaciones de seguridad interna, y, finalmente, la creación de la Guardia Nacional por la administración actual.

Expertos advierten falta de recursos en seguridad ante COVID-19

La escasez de recursos en seguridad y la redistribución de estos hacia el sistema de salud en México está siendo un problema para afrontar la pandemia del coronavirus en tanto que las cifras de delincuencia no bajan, advirtieron expertos este miércoles.

  • Esta crisis ha evidenciado las dificultades del sistema sanitario. (…) E incluir a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el COVID-19 va a perjudicar sus labores», explicó María Elena Morera, presidenta de la ONG Causa en Común en la conferencia «El papel de las Policías, Guardia Nacional y Fuerzas Armadas en la contingencia sanitaria».

Durante la conferencia, varios de los expertos participantes coincidieron en que las reubicaciones presupuestarias de partidas que correspondían a recursos policiales y que ahora se destinarán al sistema sanitario no hacen más que evidenciar la fragilidad fiscal de ambos sectores.

«Estamos sacrificando el futuro para atender la emergencia», manifestó Alejando Hope, analista de seguridad.

Con él coincidió Morera, quien aseguró que aunque con esto se ayudará a liberar cargas del sistema de salud, no es la solución a las fallas del sistema sanitario, que debe renovar sus planes y protocolos.

  • Asimismo, aunque se desconocen los datos acerca de cuántos miembros de las fuerzas de seguridad están siendo dedicados a las labores relacionadas con la cuarentena, recientemente se informó que 4.700 elementos de Guardia Nacional protege las instalaciones de centros de salud pública.

Sin embargo, Morera explicó que desde su organización ven en la creación de la Guardia Nacional por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador -un órgano policial-militar- una militarización de la seguridad ciudadana y un error.

«Esta crisis de salud se junta con la peor crisis de seguridad de la edad moderna en México. Consideramos que la militarización es un error y ahora lo vemos no solo en seguridad, también en la atención de esta emergencia», detalló Morera.

Ambos expertos mencionados comentaron que la falta de coordinación que se está viendo entre autoridades federales, estatales y locales está favoreciendo el desorden y al alza de la criminalidad.

La violencia no hace cuarentena

Los ponentes de la conferencia mencionaron también la modificación de las conductas delictivas debido a la crisis del COVID-19, en las que ha se ha mantenido activa la actividad de los grupos de la delincuencia organizada.

«La pandemia no ha significado una tregua ni un armisticio en los grupos del crimen organizado», dijo Renato Sales, consultor en materia de seguridad y excomisionado Nacional de Seguridad (2015-2018).

A pesar de que, según Hope, se dio una disminución en procesos de producción y distribución de sustancias ilegales y se puede deducir una reducción en delitos en vía pública, no han disminuido los delitos de homicidio y desaparición de personas, explicó Macedonio Támez, coordinador del gabinete de seguridad del Gobierno de Jalisco.

  • Para el analista, todavía es pronto para ofrecer una respuesta convincente de por qué sucede lo anterior, pero se aventuró a ofrecer como hipótesis que las medidas de confinamiento en México están siendo poco estrictas y los segmentos de la población que salen a la calle son los más expuestos a la violencia.
  • De acuerdo a los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, del 1 al 21 de abril se contabilizan 1.799 asesinatos, es decir, 85,7 personas muertas cada día.
  • Asimismo, se registraron 3.000 víctimas de homicidio doloso en el mes marzo con un repunte de 8,5 % en comparación con los 2.766 de febrero.

En su habitual conferencia de prensa matutina, este miércoles López Obrador explicó que se están poniendo muchos esfuerzos en revertir esta situación y que la Guardia Nacional, su buque insignia, estará presente en todo el país.

Sin embargo, aseguró que la inseguridad es un problema de Gobiernos anteriores, es difícil combatirla y se relaciona con el neoliberalismo y la corrupción./Agencias-PUNTOporPUNTO

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