TODOS PIERDEN; Millenials tendrán AHORRO MISERABLE para su propia PENSIÓN

Con el esquema actual de Afores no se permite que las personas tengan una tasa de reemplazo suficiente

A los jóvenes de hoy no les alcanzará la vida para obtener una pensión justa: tendrían que trabajar más allá de los 70 años y comenzar a ahorrar casi desde que nacen, para obtener una fracción de lo que recibieron sus padres.

“Muchos no entienden que los recursos de las Afores no serán suficientes”, dice el asesor patrimonial Alejandro del Toro, quien augura que habrá 10 veces más adultos mayores trabajando de empacadores en las cajas de los supermercados.

Con el régimen anterior de pensiones, nadie recibía, tras de 500 semanas de cotización en el IMSS o en el ISSSTE, menos de 40% de su último salario. Con el nuevo modelo, basado en cuentas individuales, se van a necesitar al menos 1,250 semanas para recibir un máximo de 30% del último salario.

“A muchos, el tiempo no les va a alcanzar para obtener una pensión justa”, predice Alejandra Macías, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y coautora del informe “Pensiones en México: 100 años de desigualdad”.

  • El problema está en el diseño del modelo, que se basa en bajas tasas de cotización y retorno, pero en altas comisiones para las empresas que administran los ahorros de los trabajadores. “En este modelo, los grandes perdedores son los trabajadores”, dice Berenice Ramírez López, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, quien ha estudiado el tema desde hace 20 años.
  • La tasa de cotización al IMSS (cuota obligatoria tripartita: aporta el trabajador, su empresa y el Estado) es de 6.5% del salario del trabajador, contra el 15% que dictan las normas internacionales. Y la tasa de reemplazo (TR, que define el ingreso con el que se retira el trabajador) es de 28% de lo que ganaba antes de retirarse, cuando tendría que ser de 70% para garantizar una pensión mínima, indica el informe de CIEP.

Esta mala combinación derivará en una situación económica muy adversa para el trabajador mexicano, el cual, al ser cliente cautivo de las Afores, no tiene otra manera de preparase para su retiro.

Este año, el Melbourne Mercer Global Index (MMGI), que evalúa los sistemas de jubilación de 30 países, reprobó al sistema mexicano por ineficaz e insostenible, y lo ubicó en el lugar 27 (en América Latina, Chile quedó en el lugar 10 y, Colombia, en el 14).

Reforma de López Obrador sobre pensiones madurará hasta 2030

Aunque sea aprobada por esta Legislatura, la reforma de Andrés Manuel López Obrador al sistema de pensiones en México se consolidará hasta el año 2030, pues los incrementos en la pensión de los trabajadores no serán inmediatos sino paulatinos durante los próximos diez años.

Sobre el incremento en la aportación total a la cuenta individual de los trabajadores se especifica que será a partir de 2023, y pasará de 6.5 por ciento más cuota social a 15 por ciento, incluyendo la cuota social, y la aportación patronal se eleva de 5.15 por ciento a 13.87 por ciento, “y la aportación del Estado modifica su composición para beneficiar sólo a los trabajadores de menores ingresos, sin incrementar su monto total”.

“El incremento de la aportación patronal se realizará gradualmente de 2023 a 2030, conforme a la tabla que se incorpora en el artículo Segundo Transitorio, y la recomposición de la aportación del Estado entrará en vigor igualmente en 2030”, precisa.

  • El tercer cambio fundamental en la reforma es aumentar el monto de la pensión garantizada, que se otorga a los trabajadores que, cumpliendo con los requisitos para gozar de las prestaciones de cesantía y vejez no tienen los recursos suficientes en su cuenta individual para obtener una pensión mayor a dicho monto.

“Es conveniente señalar que el cambio en la determinación y pago de la pensión garantizada es gradual entre 2023 a 2030, al principio del periodo se comenzará a cubrir a quienes tengan setecientas cincuenta semanas de cotización, la edad y el salario que señala el artículo Cuarto Transitorio de la presente propuesta”, aclara.

Un porcentaje importante de la población no sabe cómo prepararse

En México, sólo 4.8 por ciento de la población económicamente activa cotiza en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore); es decir, 6 de cada 10 empleados, según datos abiertos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) a 2018.

Tal es el caso de Luis Paredes, quien se ha empleado en trabajos temporales desde su salida de la universidad. Para él, contar con una cuenta de ahorro para su jubilación no es tan importante.

  • Luis actualmente está desempleado, pero tiene deseos de encontrar en qué emplearse para salir adelante, aunque reconoce que las condiciones actuales son adversas, por la pandemia sanitaria y económica a causa del Covid-19. “Creo que sí tengo una Afore, pero no me preocupa nada, porque no sé bien qué es. Si me gustaría saber, pero se me hace muy complicado y muy difícil”, manifestó.
  • La complejidad de las Afore no es un tema nuevo para el sector, pues Gerardo Chavarría, gerente de metodología y asesoría comercial de Afore SURA, señaló que hay varios elementos que dificultan el acercamiento de los trabajadores a su fondo de ahorro, por ejemplo: la desconfianza hacia el sistema financiero mexicano, que se deriva de empresas o bancos que han quebrado y que la gente tiene miedo de que si ahorra en una empresa formal les pueda pasar algo similar.

“Las Afores están súper reguladas. No hay forma de que los ahorros del trabajador se pierdan o desaparezcan”, dijo. Además, señaló que a la brecha trabajador-afore se le añade la falta de prevención, “sólo ahorramos cuando tenemos un imprevisto o enfrentamos una situación complicada, es cuando empezamos a ahorrar”.

Datos de la Encuesta Ahorro y Futuro: ¿Cómo viven los jóvenes el retiro?”, elaborada por la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), revelan que de 44.1 millones de personas encuestadas, 39 por ciento ahorran para atender algún imprevisto, 18 por ciento para su retiro, 12 por ciento para su educación, nueve por ciento para gastos de la casa o salud; mientras que menos de cuatro por ciento lo hacen para gustos, poner un negocio o hacer frente a sus deudas.

¿Por qué es importante una AFORE?

Las Afores son entidades financieras que se dedican a administrar las cuentas individuales de ahorro para el retiro de los trabajadores en México. Quienes trabajan dentro del sistema formal, como parte de su esquema de previsión para la jubilación, realizan aportaciones equivalentes a 6.5 por ciento de su salario mensual a una cuenta individualizada de ahorro para el retiro administrada por una Afore.

Para generar rendimientos, el ahorro de los trabajadores es invertido por las Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos para el Retiro (Siefores), que se clasifican por edad. Las 3 y 4 (entre 37 y 45 años, y de 36 años o menos) invierten en proyectos de largo desarrollo, y las 1 y 2 (entre 46 y 59 años, y mayores de 60 años, cada una) destinan recursos en instrumentos de menor alcance, pues se está próximo a retirar el dinero.

  • El rendimiento neto de las 10 Afores que existen en el país (de las cuales ocho son privadas, una pública y otra mixta) en la Siefore Básica Inicial, para personas nacidas después de 1995, es de 5.09 por ciento (promedio simple) a julio de 2020; pero varía de acuerdo a la edad.
  • Dentro de los beneficios de contar con una Afore, según la Consar, es que aun cuando el titular de la cuenta individual deje de trabajar por un tiempo o se cambie de empleo, su ahorro para el retiro sigue invertido y generando rendimientos. Por ley, se deben enviar tres estados de cuenta al año al domicilio que el trabajador tiene registrado.

Además, en caso de desempleo, se permite retirar hasta 11.5 por ciento de los recursos acumulados en la cuenta individual, siempre que no se haya realizado un trámite similar en cinco años y contar con 46 días en situación de desempleo.

Este último dato pudo ser de utilidad para Hatziri Ávalos, de 28 años. Comunicóloga que enfrentó el desempleo hace poco más de cinco meses y quien vió segmentada su liquidación ante conflictos burocráticos con la empresa en donde laboraba. Actualmente trabaja en proyectos temporales que le ayudan a enfrentar la actual crisis. Sin embargo, también desconfía del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).

  • Esta percepción del SAR no coincide con los esfuerzos que ha hecho este sector para impulsar el ahorro, manifestó Carlos Noriega Curtis, jefe de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien destacó que la Consar y las Afores han impulsado campañas con mensajes más directos, como el ahorro voluntario desde 10 pesos en un Oxxo.

Esta campaña fue de la Consar, en 2018, y se denominó “Todos es Todos” la cual tiene como objetivo promover una mayor incorporación de trabajadores independientes al sistema de pensiones y un mayor ahorro voluntario, al considerar que sólo 4 de cada 10 mexicanos está protegido por la seguridad social, y 60 por ciento restante son trabajadores independientes o de cuenta propia.

¿Y qué de los milennials?

La Encuesta Ahorro y Futuro, ¿cómo viven los jóvenes el retiro? 2019 también expuso que 36 por ciento de las mujeres mexicanas entre 24 y 30 años se están preparando para la vejez; mientras que para los hombres en este mismo rango de edad es de 27 por ciento.

Dentro de esta población que sí se está preparando para su vejez se encuentra Lenny Salcedo, quien tiene 26 años y se desempeña como analista privada. Su primer acercamiento con una Afore fue de forma imprevista y sólo porque una empresa la contactó, ya que antes no tenía interés en el tema al considerarlo poco abierto para el entendimiento de los trabajadores.

“Llevo un año con mi Afore. Ellos me buscaron a los seis meses de que entre a trabajar, me dijeron que cada año se hace como un sorteo y caí con ellos. La verdad es que el asesor de ventas fue el que hizo todo, porque yo no tuve un interés genuino por saber de este tema. Me explicaron todo: rendimientos, su página, gráficas, documentación; y me convencieron”.

Tras este acercamiento, Lenny se ha mantenido al tanto de su Afore a través de una app, pero también ha buscado datos sobre este sector, el cual mencionó que “es un gran negocio”. Reconoció que el tema de las Afores es complejo, pues aunque de profesión es economista, no encuentra información ni orientación para entender más allá de que se tiene que ahorrar.

  • Asimismo, Brandon Islas, trabajador que da soporte técnico a empresas y estudiante de ingeniería en comunicaciones y electrónica en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), manifestó que está en búsqueda de cambiar de Afore, pues tras investigar sobre los rendimientos, lo convenció más el que ofrece otra institución.

Al preguntarle sobre cómo surgió este interés, comentó que “hace un tiempo estaba trabajando en un despacho de cobranza (su primer trabajo).

  • En pláticas con mis compañeros me metieron la idea de pensar más allá del hoy, en qué pasará cuando llegue a cierta edad. Digamos que muchas personas que me rodean me han motivado a pensar en mi fondo de retiro y cómo hacer mejor uso de mi dinero”, sostuvo en charla con La Razón.

Aseguró que su plan para la vejez, al igual que el de Lenny, es que sea tranquila y por ello están preparando ahorros para sobrellevar esta etapa. “Mi plan de retiro es invertir en un negocio, el cual además de mi fondo de retiro me de recursos para vivir sin preocupaciones en mi vida adulta”, expresó Brandon.

¿De qué se pierden los trabajadores que sí ahorran de forma temprana frente a los que no atienden esta situación? Para el experto de SURA, los empleados que sí se preparan para la jubilación obtienen 25 por ciento más ingresos que los que no lo hacen a tiempo.

No es problema de los jóvenes

El principal reto que va a enfrentar una persona que no ahorra para su jubilación “es no contar con el dinero suficiente para enfrentar el mismo estilo de vida que tenía en su vida laboral. Con el esquema actual de Afores no se permite que las personas tengan una tasa de reemplazo suficiente”, que representa el monto de pensión que recibe frente a su último salario, aseveró Afore SURA.

Madre de cuatro hijos adultos y miembro del equipo de cocina de un reconocido hotel en la Ciudad de México, Lucía Hernández está a cuatro años de culminar su vida laboral, pero desconoce por completo en qué Afore se encuentra y cuánto es el monto que tiene acumulado en su cuenta individual.

Toda su vida la dedicó a trabajos en los que no se le dió de alta en el Seguro Social, como atender panaderías y vender comida en puestos cercanos a su domicilio, en Ecatepec de Morelos, Estado de México.

Debido a la contingencia sanitaria por Covid-19, Lucía, que también es ama de casa, ha visto disminuidos sus ingresos y por un tiempo se autoempleó vendiendo comida afuera de su casa. Ella vive con su mamá, tres hijos y su esposo, quien tampoco cuenta con una Afore.

  • La sexta Encuesta anual “Ahorro y Futuro: trabajadores formales e informales”, dada a conocer por la Amafore, especifica que hay una gran movilidad entre formalidad e informalidad; 45 por ciento de quienes tienen un trabajo formal han trabajado antes en la informalidad.
  • En contrapartida, 55 por ciento de quienes se desempeñan en la informalidad, antes tuvieron un empleo formal.
  • Hugo Martínez, de 55 años de edad, plastiquero de oficio desde hace más de 40 años, pues su papá lo involucró en este trabajo desde su adolescencia, sabe que está próximo a jubilarse, pero a diferencia de Lucía, él quiere aportar más para tener mayores ingresos, pero no sabe cómo o con quién hacerlo.

Para Hugo sus tres hijos tienen la obligación de verlo en su vejez “por todo lo que les ha dado”. Sin embargo, asegura que “ya tiene que revisar lo de su pensión, porque no sé si me va alcanzar”, pues él y su esposa, ama de casa de tiempo completo, padecen una enfermedad crónico degenerativa que conlleva gastos en medicamentos en el corto y mediano plazo.

Dentro de las ventajas y desventajas que se observan entre el mercado laboral formal y el informal, contar con una afore representa 27 por ciento y 20 por ciento, respectivamente, aseguró la encuesta de la Amafore, muy por debajo de contar con un seguro médico, con 62 por ciento y 58 por ciento, cada uno; y un ingreso fijo, con 60 por ciento y 48 por ciento.

“Las pensiones del esquema de la Ley 97 indica que lo mínimo que debe recibir un trabajador, cumpliendo los requisitos para tener derecho a una pensión (60 años o más y mil 250 semanas cotizadas) son 3,298 pesos.

Imaginate alguien que su último salario estaba en hasta 20 mil pesos y recibir esta cifra es complicado. Muy pocas personas van a cumplir los requisitos. Por eso la importancia del ahorro voluntario”, manifestó Gerardo Chavarría./Agencias-PUNTOporPUNTO

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