TEXTO ÍNTEGRO: Tasa real de DESEMPLEO en MÉXICO asciende a 15.7 por ciento, alerta ONG

En México la tasa real de desempleo es del 11% al cierre de 2022, por encima del 3% que reportó el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), al no considerar a las personas disponibles que no tiene trabajo, afirmó la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

  • De acuerdo con el reporte del “Observatorio del Trabajo Digno”, elaborado por la organización, el desempleo afecta en mayor medida a las mujeres: 4 millones 434 mil; es decir, aunque representa el 40% de la PEA, aporta 60% del desempleo, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al 4º trimestre de 2022, publicado por el INEGI.

“Es obvio que el desempleo en México es mayor al 3%. Con datos oficiales, nuestro reporte cuestiona la percepción errónea sobre las dimensiones reales del desempleo en México. De hecho, incluimos un análisis de lo sucedido durante los primeros meses de la pandemia, 13 millones de personas dejaron de trabajar y la desocupación no sube. Lo que pasó es que esas personas quedaron ‘disponibles’, pero obviamente en esas semanas no salieron a buscar empleo”, detalló explicó Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en conferencia de prensa.

Mujeres y jóvenes, los más desempleados

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza indicó que el sector femenino la tasa de desempleo real es de 15.7%. Tomando en cuando el desempleo completo, de 7.2 millones de personas desempleadas, casi 4.4 millones de ellas son mujeres. Las cuales no pueden salir a buscar trabajo porque realizan labores de cuidado y domésticas, sin remuneración.

“Estas mujeres están excluidas del mundo laboral y se les ubica en la población no económicamente activa, aunque son esenciales para el funcionamiento de los hogares y de la economía. Por eso es indispensable que el sistema nacional de cuidados”, añadió Paulina Gutiérrez, integrante de la organización.

En el caso de las personas jóvenes (de 15 a 29 años) representan el 28% de la PEA, por lo que al conjuntar los desocupados más los disponibles, aportan 43% del desempleo. De los que están disponibles de trabajar, la tasa real de desempleo es de 16.1%. Es decir, tres millones 75 mil personas jóvenes.

  • Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, explicó que la sumas de estos grupos -desocupados y los disponibles- son 7.2 millones de personas, el 11% de las personas en edad de trabajar que forman, en realidad, “desempleo completo”.

Desempleo por entidades

  • El reporte de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza incluye la cantidad y porcentaje del desempleo en los estados, entre los que destacan 9 con más de dos puntos porcentuales sobre el promedio nacional: Tlaxcala (17.5%), Durango (15.8%), Sinaloa (14.9%), CDMX (14.6%), Guanajuato y Morelos (14.4%), Veracruz (13.8%), Tabasco (13.2%) y Chiapas (13.1%).

Jóvenes son los que menos empleo tienen

La población de México está envejeciendo. Este cambio demográfico se ve venir desde hace años, y no hay evidencia más fuerte que el hecho de que, en las últimas dos décadas, la cantidad de adultos mayores se ha casi duplicado (al pasar de 9.6 a 18.2 millones de personas).

  • Esta situación tiene implicaciones para muchos aspectos de la vida en México, tanto en el sector público como en el privado. Traerá consecuencias, por supuesto, en el gasto gubernamental en salud y en pensiones, pero también para las decisiones financieras, de vida y laborales de las generaciones del futuro.
  • Un poco de contexto: a diferencia de la población en edad avanzada, los jóvenes y niños están disminuyendo en números. En los últimos 17 años, sólo se han sumado 3.6 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años a la población mexicana (un número que palidece en comparación con los 8.6 millones de adultos mayores de 60 años que se sumaron en el mismo periodo).
  • Además, la cantidad de niños de 14 años o menos ha disminuido en esos años, y hay 3.6 millones menos que en 2005. Esto genera un enigma difícil para la población mexicana en los años que vienen: una cantidad menor de adultos jóvenes tendrá que mantener, o al menos apoyar, a una cantidad mayor de personas en edad avanzada.

Conforme ese panorama se avecina, la necesidad de asegurar la inclusión de los jóvenes en el mercado laboral se vuelve cada vez más apremiante. La tarea no es nada insignificante: de todos los grupos poblacionales del país, los jóvenes son los que menos empleo tienen.

  • Son más de 700,000 las personas de entre 20 y 29 años que buscan pero no encuentran empleo, lo cual resulta en una tasa de desempleo de 5.3% (muy por encima del 3.0% observado para la población en general). Esto se suma al hecho de que, por defecto, los jóvenes tienden a tener ingresos menores a los del resto de la población (dada su relativa inexperiencia laboral), es decir, la desocupación juvenil aporta a una generación insuficiente de recursos para quienes serán los proveedores del futuro.

Pero no se trata solamente de asegurar una inclusión que se refleje en un mayor número de puestos laborales para los jóvenes que un día asumirán la carga económica del país. Se trata de incluirlos en el acceso a elementos básicos para tener mejores condiciones de vida, ahora y en el futuro».

  • Incluirlos, por ejemplo, en el sistema de ahorro para el retiro (sólo cuatro de cada 10 jóvenes con empleo acceden a él), de manera que puedan planear para su futuro y tener un poco más de certeza sobre sus capacidades económicas en las siguientes décadas. Incluirlos también en el sistema de cuidado a la salud, de manera que puedan llegar a la adultez mayor en condiciones más saludables.

Informalidad llega a su mayor nivel en México

Pese a su baja productividad, el sector informal equivale a prácticamente una cuarta parte de la economía de México. El año pasado, con la recuperación tras el primer año de la pandemia llegó a su mayor nivel desde 2009, año en el que se registró la crisis financiera internacional, revelan cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

  • El organismo reportó que la economía informal en México aportó 23.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante el año pasado (5 billones 734 mil 50 millones de pesos), su mayor contribución porcentual desde 2009. Como resultado, de cada 100 pesos generados en el país, 76 lo fueron por quienes se emplean en la formalidad y 24 por los ocupados en la informalidad.

Lo anterior exhibe la baja productividad de la economía informal, dado que representa poco menos de una cuarta parte de la generación de riqueza en el país, pero ocupa a más de la mitad de la población ocupada, 55.8 por ciento, de acuerdo con datos también de Inegi.

  • En los resultados preliminares de la medición de la economía informal (MEI) 2021, el organismo precisó que la participación de la economía informal presentó un aumento de 1.9 puntos porcentuales el año pasado, con respecto a 2020, debido al confinamiento por el covid-19, cuando la participación se ubicó por debajo de toda la serie (21.8 por ciento).

Sin embargo, rebotó a niveles no vistos desde el máximo de 2009 (24.4 por ciento), cuando se registró la crisis financiera internacional que se detonó por la crisis de las hipotecas en Estados Unidos y la quiebra del mayor banco de inversión en Estados Unidos, Lehman Brothers.

  • En 2021 ambos componentes de la economía informal se recuperaron respecto a su contracción en 2020. El sector informal (SI) pasó de 11 a 12.4 por ciento del PIB en ese lapso, mientras que las otras modalidades de informalidad (OMI) lo hicieron de 10.9 a 11.3 por ciento.
  • La economía informal tuvo efectos en la distribución de las participaciones sectoriales. El comercio al por menor aumentó su participación de 26 a 27.4 por ciento de 2020 a 2021; la construcción pasó de 14.7 a 15.4 por ciento y el agropecuario, de 11.2 a 11.5 por ciento.

Por otro lado, las industrias manufactureras disminuyeron de 13.4 a 13 por ciento en el periodo de referencia; el comercio al por mayor, de 7.8 a 7.6 por ciento y otros servicios, excepto actividades gubernamentales, de 6.3 a 5.9 por ciento.

  • El Inegi detalló que el PIB de 2021 creció 4.7 por ciento. Lo anterior se debió al aumento de la economía formal, que fue de 2.7 por ciento. Mientras que la economía informal se disparó con un incremento de 12.4 por ciento y contrarrestó la caída de 2020 de 12.3 por ciento.

La variación del valor agregado bruto de las otras modalidades de la informalidad incrementó a 9.3 por ciento y el correspondiente al sector informal a 15.7 por ciento. Lo anterior se debe a que los fenómenos económicos impactan de manera directa las unidades económicas y llevan la economía, tanto a una recuperación como a una recesión. Las fluctuaciones de las OMI suelen ser más pronunciadas, explicó Inegi./PUNTOporPUNTO

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