TEXTO ÍNTEGRO: En POBREZA EXTREMA 1.7 millones en la CDMX; sin ingresos el 29.2%

El ingreso laboral de cada habitante de la Ciudad de México pasó de 2, 434 a 1, 716 pesos mensuales entre el primer y tercer trimestre del año, de ahí que esto no alcance para una simple canasta básica.

La Ciudad de México tiene una población de 1.7 millones de personas en situación de pobreza extrema, que habitan viviendas precarias con carencias sanitarias y en hacinamiento, siendo Milpa Alta, Xochimilco, Magdalena Contreras y Tláhuac las alcaldías que concentran el mayor número de viviendas con estas características.

  • Según el Informe Ciudad de México 2020. Un diagnóstico de la desigualdad territorial, en el periodo comprendido entre los años 2000 y 2015, hubo un incremento en el número de asentamientos irregulares, principalmente en Xochimilco, Tláhuac y Álvaro Obregón.
  • El informe fue presentado este martes por la doctora Araceli Damián González, directora del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa) de la CDMX a legisladores integrantes de la Comisión de Inclusión, Bienestar Social y Exigibilidad de Derechos Sociales del Congreso capitalino, que preside la diputada Marisela Zúñiga Cerón (Morena).

La capital del país cuenta con una población de 8 millones de personas, de las cuales, 6,754 se encuentran en situación de calle; sin embargo, hay 1.7 millones de personas en pobreza que los obliga a habitar viviendas precarias, con carencias sanitarias por falta de agua.

“Otra situación que merece atención es el crecimiento, entre los años 2012 y 2018, de la pobreza entre los sectores infantil y de adultos mayores”; según la información, este último grupo poblacional es el que tiene una mayor participación en la economía informal, y el que cuenta con menores ingresos por salario en la economía formal.

A decir de las y los legisladores que participaron en la mesa de trabajo, dicho informe les permitirá tomar mejores decisiones al momento de elaborar políticas públicas que contribuyan a erradicar estos problemas que aquejan a la capital.

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  • Según Evalúa, del total de la población, 12.5% está en condiciones de pobreza alta y 7.1% en muy alta. Del resto de la población, 17% vive en condiciones de satisfacción mínima; 23.4% en nivel medio y sólo 7.1% se ubica en el estrato alto.
  • Asimismo, las principales carencias de la población en el estrato de pobreza son vivienda (49.2%), seguridad social (43.3%), adecuación sanitaria –agua, drenaje, excusado– (40.5%), educación (27.2%) y salud (26.7%), entre otros.

Cabe mencionar que el diagnóstico que el organismo realizó con sus propios indicadores, diferente al del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a partir de estadísticas de 2018, arrojó que del conjunto de la población en situación de pobreza, 33% se clasifica en pobreza moderada.

  • Por otro lado, a nivel nacional, de acuerdo con los resultados más recientes del Coneval, tan sólo de abril a mayo, el ingreso laboral de los mexicanos disminuyó 6.2%, al pasar de 1,516.93 a 1,422.24 pesos.

La población en pobreza laboral aumentó de 35.7% en el primer trimestre a 54.9% en mayo, segundo mes de contingencia sanitaria, debido a los despidos y las reducciones salariales que realizaron las empresas para enfrentar el coronavirus.

Antes de la emergencia sanitaria, tres de cada 10 trabajadores se encontraban en pobreza laboral. Es decir, a pesar de que tenían un empleo, sus ingresos no les alcanzaban para comprar alimentos básicos. Entre abril y mayo esta proporción aumentó de cinco de cada 10 trabajadores.

Los ingresos caen en la capital

El ingreso laboral de cada habitante de la Ciudad de México pasó de dos mil 434 a mil 716 pesos mensuales entre el primer y tercer trimestre del año, lo que implicó una caída de 29.2% en términos reales, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

  • En su reporte de pobreza laboral al tercer trimestre, el Coneval mostró que la caída del ingreso laboral en la capital del país fue la más alta entre las 32 entidades federativas, y fue el doble que el promedio nacional (13.3%) debido al impacto del covid-19 en la economía.
  • Estos resultados están asociados al desempeño del mercado laboral que dio a conocer recientemente el Inegi en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que reportó que la capital del país sufrió un desplome de 19.0% en las personas ocupadas, lo que implicó la destrucción neta de 799.5 mil empleos en el lapso de referencia, los valores más altos registrados en todo el país.

Después de la CDMX, las entidades cuyas familias vieron caer más su ingreso laboral fueron Quintana Roo (-28.2%), Tabasco (-24.1%), Baja California Sur (-22.1%) y Puebla (-19.8%), destacando que dos de las principales entidades con vocación turística fueron de las más afectadas por la pandemia.

Covid-19 cambia hasta los platos en la mesa

Ana María López Mendoza vive en la calle Mirasol en la colonia Atlampa, alcaldía Cuauhtémoc. Era mediodía y estaba apurada para terminar los deberes de la casa y seguir con la comida, recién había terminado la clase virtual con uno de sus nietos.

  • Desde temprano, cuenta, va por la leche a la Conasupo. Han pasado más de 20 años desde que dejó de llamarse así, pero los mexicanos aún la recordamos bajo ese nombre y no Liconsa, como actualmente se llama.
  • Desde la sala de su hogar asegura que la pandemia por Covid-19 no le ha cambiado su rutina, pero mientras narra su día a día, se da cuenta de que sí lo ha hecho. Un ejemplo de ello son los gastos en el mercado.

“Los precios si están subiendo. Un día encuentro el jitomate a 10 pesos y al otro día lo encuentro a 20, el limón estuvo casi a 50 pesos… o compro un limón o compro medio kilo de carne porque está carísima también”, dice.

Según una encuesta realizada por la Universidad Iberoamericana, financiada por la UNICEF México y apoyada por el gobierno capitalino, en la Ciudad de México sólo cuatro de cada 10 hogares dijeron no estar preocupados sobre qué comer pues sabían que durante el periodo que ha durado la emergencia sanitaria por Covid-19 tenían acceso sin obstáculos a los alimentos.

“Uno tiene que comer un poco de todo. Cuando compra uno carne le tiene que disminuir a otras cosas para que le alcance, sino no sale uno adelante”, dice Ana.

  • Ella vive con sus hijas y nietos, en total son nueve en el hogar. Antes solo vivía con una de ellas, luego otra enviudó y regresó a la casa, y una más se divorció y también se unió al hogar de Ana.

El problema es que no hay donde habitar porque las rentas en la Ciudad de México son muy caras.

  • Con la familia “creciendo”, su día lo piensa en torno a tres comidas. “Doy el desayuno y me pongo a desayunar, hago mi quehacer, clase con el niño, luego hago la comida, la tarea, lavar los trastes y hago la merienda”.

¿Cuál es su menú?

Combina productos de la canasta básica, pero no los sirve en un mismo día, y a veces deja fuera algunos porque sus precios no son estables. “No diario comemos carne, lo combinamos con verduras, nopales, hierbas… el huevo estaba a 24 pesos y subió casi a 40 pesos entonces ya ni huevos porque cuando uno va por unos se gasta lo de toda la semana, compramos medio kilo entonces”.

Igual no le preocupa no tener huevo en la cocina porque sus hijas no lo consumen. “No les gusta, ni las carnes frías ni el jamón ni las salchichas que siempre tengo porque cuando no alcanza (la comida), hay para que se hagan una torta, pero casi es muy poco la vez que lo consumen”, dice.

  • Lo que definitivamente no está en la mesa, es el refresco, sobre todo por sus nietos. “Necesito estar muy de buenas para decirles que se tomen un vaso porque les afecta a los riñones, y pues no, a mi no me gusta definitivamente, yo tomo agua del filtro”.

Ana María y su familia esperarán en casa y con las precauciones que han tomado desde hace más de medio año a que el Covid-19 termine. “Aquí en la casa esperamos que esto se termine, espero en Dios que ya no dure mucho porque la verdad si ya va mucho tiempo”.

Comedores comunitarios salvan a desempleados

A causa de la crisis económica por la pandemia de Covid-19, capitalinos que se quedaron sin trabajo encuentran alimento en los comedores comunitarios de la Ciudad de México. El comedor “Vicentino”, ubicado en República de Perú, en el Centro Histórico de la CDMX, constató una alta afluencia de personas que acudían a comer.

  • Además de que representan una ayuda para personas en situación vulnerable, ahora los comedores comunitarios son la salvación para quienes se han quedado sin trabajo a causa de la pandemia por Coronavirus.
  • Aldo Salgado, un ciudadano que contó que se quedó sin trabajo a causa de la pandemia, destacó que ante la falta de sueldo ha encontrado un apoyo en dichos lugares, en donde una comida completa cuesta 11 pesos.

Relató que trabajaba en una empresa de seguridad privada, y ante una reducción de la plantilla laboral fue despedido.

“Aquí encuentro un apoyo para comer junto con mi familia; la verdad es que ante esta situación tan complicada no sabemos qué va a pasar, pero hay que seguir adelante”, expresó.

  • Al día de hoy están abiertos 490 espacios en CDMX: 416 comedores comunitarios, 46 públicos, 10 comemóviles afuera de hospitales públicos y 18 emergentes.
  • En tanto, una trabajadora del comedor “Vicentino”, quien prefirió omitir su nombre, indicó que la afluencia a dichos lugares subió drásticamente durante la pandemia.
  • Expuso que la asistencia normal era de 300 personas al día, pero ahora es de cerca de 400. Aclaró que se atiende a todos los comensales.

La empleada detalló que además de económicas, las comidas son completas y saludables, pues incluyen sopa, arroz, guisado y postre.

“La afluencia sí aumentó drásticamente, pero tenemos los recursos para cocinar más porciones; en caso de que aún falten más personas, cocinamos más”, sostuvo.

Por su parte Yolanda, beneficiaria del Comedor Comunitario 684, reconoció que los bajos precios en la comida ayudan a su economía para ahorrar su dinero en lo que encuentra otro trabajo.

Por otra parte, en el comemóvil que se ubica afuera del Instituto Nacional de Pediatría la afluencia de comensales era alta, pues además de que atienden a personal de salud, también se brinda el servicio a personas vulnerables y sin empleo.

Jorge, un trabajador de dicho comemóvil, relató que las raciones que se sirven aumentaron de 350 a 380 durante la pandemia.

“Comenzamos a entregar las fichas a las 11:30 horas y mucha gente en condiciones precarias asiste; la mayoría son adultos mayores y personas desempleadas”, apuntó./Agencias-PUNTOporPUNTO

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