TODO CAMBIÓ: Transporte, alimentación, ingresos… PANDEMIA rompe HÁBITOS

La emergencia sanitaria por coronavirus generó una disminución en el poder adquisitivo de la población y esto impactó en los hábitos de consumo.

Las medidas de mitigación derivadas del Covid-19 llevaron a que millones de personas en México cambiaran sus rutinas diarias de un día para otro: niñas y niños dejaron de ir a la escuela, oficinistas trabajan desde casa, familias pasan más tiempo juntas y gran parte de las actividades se realizan en el mundo digital.

Luego de estos días, ¿nuestros hábitos de consumo seguirán siendo los mismos? Hagamos un recuento de las cosas que podrían cambiar para siempre una vez que salgamos de esta nueva pandemia:

Transporte

Algunos centros laborales trabajan en modo teletrabajo o home office por primera vez. Están sacando el trabajo pero movilizando menos recursos: tiempo y emisiones contaminantes por traslados pues, de acuerdo con datos del gobierno de la Ciudad de México, el transporte es el sector de mayor consumo de combustibles fósiles con más del 60% de la energía de la Ciudad, y por lo tanto se relaciona con las mayores emisiones de partículas (PM10 y PM2.5), óxidos de nitrógeno y de dióxido de carbono.

  • La bicicleta ha demostrado ser nuestra gran aliada en tiempos de contingencias (como también lo fue durante el sismo del 2017), ya que su uso ha sido una alternativa para quienes tienen que salir y temen contagiarse en el transporte público.

Algunas personas han ido más lejos, pues los comercios locales se apoyan de la bicicleta para hacer entregas a domicilio y otros grupos ciudadanos las usan para ayudar a personas adultas mayores a hacer sus compras u otros mandados. Lo mejor: la bicicleta no produce emisiones contaminantes.

Consumo responsable

También ha habido un llamado ciudadano para comprar en comercios locales con el fin de contribuir a la economía de más familias que laboran en el sector informal y que se verán especialmente afectadas durante el confinamiento. Esto hizo que incluso varios mercados locales en la Ciudad de México adoptaran publicidad en línea y servicios para llevar.

  • Como hemos dicho antes, los pequeños comercios son quienes han demostrado más interés en generar propuestas para producir y distribuir sus productos sin dañar el medio ambiente, con venta a granel, sin empaquetados innecesarios o sin etiquetados imposibles de reciclar.
  • Por el contrario, las grandes corporaciones a las que pertenecen los supermercados se resisten a ofrecer este tipo de alternativas a menos que puedan lucrar con ellas. Las grandes marcas, por su parte, no nos brindan alternativas, pues distribuyen sus productos en plásticos y envolturas innecesarias de difícil reutilización.

No todos los nuevos hábitos adquiridos son amigables con el medio ambiente, pues durante los primeros días también se registraron las llamadas compras de pánico o compras masivas que vacían los súper mercados. Esto echa atrás el trabajo que han hecho distintos sectores de la sociedad para concientizar sobre los daños medioambientales y económicos que trae consigo el hábito de comprar compulsivamente productos que en realidad no necesitamos. Sin embargo, con el paso de los días y ante las pérdidas económicas al interior de muchas familias por el distanciamiento social, algunas personas han optado por hacer una mejor administración del dinero y evitar compras aceleradas. Tal vez este hábito sea uno de los que nos convengan conservar.

Alimentación sustentable

Pasar más tiempo en casa también ha significado para algunas personas cocinar más y planear una dieta semanal para administrar mejor los alimentos. Como hemos dicho antes, planificar una dieta y preparar los alimentos en casa nos ayuda a reducir gradualmente nuestro consumo de carne y elaborar dietas que sean sanas para el cuerpo humano y para el medio ambiente.

  • La lección es que somos personas capaces de adaptarnos a esos cambios, de transformar nuestras acciones y hasta de sacarle provecho a nuestras nuevas circunstancias. El hecho es que la población a nivel mundial está adoptando nuevos comportamientos de vida y de compras. Dependerá de cada una de nosotras definir qué adoptamos a largo plazo y qué no. Sea cual sea tu elección, recuerda poner el cuidado del medio ambiente en el centro. Eso mejorará no sólo tú vida, sino la del planeta entero y de todos los seres (no sólo humanos) que lo habitan.

Reducción de ingresos

La emergencia sanitaria por coronavirus generó una disminución en el poder adquisitivo de la población y esto impactó en los hábitos de consumo.

En relación con la compra de productos esenciales, además de alimentos y medicinas, se añadieron productos de limpieza e higiene personal, éste último rubro registró un incremento en su demanda y precio.

  • Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), indicó para El Universal que el poder de compra de las personas y las familias bajó porque perdieron el trabajo o disminuyeron sus ingresos, lo que llevó a compras esenciales.
  • Entre los cambios que se registraron fue que disminuyó la compra de suavizantes, líquidos para limpiar vidrios y muebles de madera, pastillas para WC y microfibras.
  • Mientras que aumentó la demanda de jabón en polvo o de barra, jergas, trapeadores, bolsas de basura, cloro, así como papel higiénico y toallas sanitarias.

Fue en la tercera semana de marzo cuando incrementó 15% de productos de limpieza y desinfectantes, en comparación con las semanas previas. En su momento, generó un desabasto de ese tipo de productos.

El presidente de la Anpec mencionó que registró un alza en la compra de “desinfectantes, además de registrar un desabasto, subieron los precios”, aunque en las últimas semanas se detectó que bajó la demanda.

Los consumidores empezaron a regresar a las tiendas de abarrotes, ya que antes de la pandemia no acudían a las misceláneas o tiendas de barrio a comprar productos de limpieza, ahora sí lo hacen.

“No obstante, el tipo de productos que compran tiene que ver con los ingresos de las familias”, explicó Cuauhtémoc Rivera.

Precios al alza

Los productos de limpieza, higiene y cuidado personal aumentaron su precios, en particular, los importados, que se vendieron hasta 300% más caros en páginas de internet ante la escasez.

  • Otro de los factores que provocó un alza en los precio de los productos importados fue el tipo de cambio. A finales del mes de abril, Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) indicó que cualquier producto de importación, como en el caso de aerosoles o toallas desinfectantes registraron un aumento de 30%, a causa de la depreciación del peso frente al dólar que se registró en ese momento.

La Profeco reportó en Quién es Quién en los precios, programa que recaba y difunde precios de productos de consumo regular en un hogar, que el precio promedio de una botella de Cloralex de 950 mililitros aumentó 7% de la tercera semana de marzo a la primera de junio.

  • En el mismo periodo, la botella de Axion líquido de 750 mililitros subió 6% y la bolsa de jabón en polvo, de la misma marca, incrementó 7%, mientras que la botella de Clorox de 930 mililitros tuvo un alza de 3.5 por ciento.

Mientras que en el reporte de precios de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, en una comparación de marzo a junio, se observó que en promedio los artículos de limpieza e higiene incrementaron 8%. Los que registraron un menor aumento fueron el jabón de lavandería y limpiador de muebles para madera, con 3%; limpiavidrios, con 5% y cloro y pastillas para baño, con 7 por ciento.

Los que registraron una mayor alza fueron: desinfectantes en aerosol, con 28%, paso de 78 a 100 pesos; microfibras, con 15%; jergas 13% y suavizantes para ropa, con 11 por ciento./Agencias-PUNTOporPUNTO

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