Detectan IRREGULARIDADES millonarias en OBRAS del Malecón de Villahermosa, TABASCO

Alejandro Castro Jiménez Labora asumió la coordinación del proyecto del Malecón de Villahermosa desde mediados de 2019, cuando el gobernador de Tabasco era Adán Augusto López, actual secretario de Gobernación.

De acuerdo con una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades millonarias en las obras del Malecón de Villahermosa, una obra que fue encargada por el presidente López Obrador en cumplimiento a una promesa de campaña con sus paisanos tabasqueños.

  • Como parte de la Tercera entrega del Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2021, la ASF revisó dos contratos de obra pública y dos de servicios relacionados con la construcción del Malecón, firmados por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu).

Sobre los contratos de obra pública, el órgano fiscalizador detectó que Sedatu no contó con los presupuestos base de la obra, ni tuvo el desglose o listado de los conceptos de trabajo, cantidades de trabajo y sus precios, con los cuales se haya estimado el costo total de las obras.

“La entidad fiscalizada adjudicó los contratos mencionados sin contar con el referente que permitiera tener certeza de los precios actuales del mercado y el costo real que justifique el alcance de las obras licitadas y además que propiciara las mejores condiciones para el Estado”, se lee en el reporte.

Asimismo, Sedatu no proporcionó los presupuestos base de obra que le fueron solicitados, por lo que la Auditoría no pudo constatar que éstos establecieran el importe de todas y cada una de las actividades que lo integran.

  • En respuesta, Sedatu entregó información como estudios de mercado que se elaboraron para la obra, con el importe estimado de las actividades a precio alzado, pero la Auditoría consideró que esta observación se atendió de manera parcial porque no se acreditó la existencia de presupuestos base de cada proyecto, cuantificación volumétrica de los insumos requeridos para la construcción, ni se determinó cuál sería el costo por cada rubro.

Por esta acción, la ASF emitió una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria y solicitó que la propia dependencia investigue si hay responsabilidad de los funcionarios involucrados.

Las indagatorias de la Auditoría también reportaron atrasos en la obra por causas imputables a los contratistas, por un periodo de hasta 175 días en diversas partidas, lo que llevaba a la aplicación de penas convencionales sobre el monto de la obra no ejecutada, y por cada día de atraso, mismas que la Auditoría calculó en 47.4 millones de pesos. Los retrasos, afirmó la ASF, se constataron mediante videos, reportes y actas de entrega parciales.

Otra irregularidad de la obra del Malecón de Villahermosa fue que hubo pagos anticipados por un monto de 398.7 millones de pesos.

“Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal por un monto de 25 millones 120,743.62 pesos (…) por concepto de intereses financieros generados por el pago anticipado de 398 millones 718,040.66 pesos”.

  • La Auditoría comprobó que existían partidas sin concluir y que mediante las actas parciales de entrega-recepción, videos e información proporcionada por la misma Sedatu se constató que éstas no se habían concluido cuando se realizaron los pagos correspondientes.
  • Una observación adicional que mantuvo el órgano fiscalizador fue que Sedatu formalizó un convenio de ampliación al monto de un contrato de supervisión de obra, por un total de 2.1 millones de pesos, y que si bien la obra a supervisar era el Malecón de Villahermosa, en Tabasco, la dependencia cambió el objetivo del contrato original para que la empresa supervisara una obra pero en San Blas, Nayarit.

La Sedatu argumentó que esa modificación obedecía a “privilegiar” los principios de economía y eficacia porque los trabajos de supervisión eran “similares”. Sin embargo, la ASF observó con ello un posible daño el erario por 2.1 millones de pesos.

La Auditoría Superior de la Federación además detectó que se autorizaron pagos sin soporte documental por 224.6 millones de pesos, en partidas sobre “Intervención urbana”.

“En el rubro de tablaestacado (una estructura de contención) sólo se comprobaron 294 metros lineales de tablaestaca por un monto de 72,379.6 miles de pesos ($72.3 millones) que fueron corroborados en la visita de inspección realizada en junio de 2022 por lo que no se justificaron 334 metros lineales; quedando un monto pendiente de justificar de 82,227.2 miles de pesos ($82.2 millones)”.

A ello se sumó una observación de la ASF por 16 millones en el paso peatonal del Malecón. El daño, así, se calculó por ambos rubros en 98.2 millones de pesos.

  • Otras irregularidades fueron el pago de servicios no prestados en contratos de supervisión, con un monto de afectación de 4.5 millones de pesos, así como pagos en exceso en las partidas denominadas “Quiosco” y “Kiosko”, que representan un daño por 22.4 millones de pesos, ya que la Sedatu no contó con el presupuesto base de las obras.
  • Finalmente, la ASF determinó un monto de observación global en las obras del Malecón de Villahermosa por 200.3 millones de pesos, de los cuales en el transcurso de la revisión recuperó 376 mil 341 pesos, es decir, sólo el 0.18 por ciento.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que el presidente Andrés Manuel López Obrador encomendó la construcción del Malecón de Villahermosa a Alejandro Castro Jiménez Labora, integrante de una familia con la que su hijo, Andrés Manuel López Beltrán, mantiene una estrecha relación de amistad.

El 5 de junio de 2022, el presidente López Obrador compartió en redes sociales un video en el que presentó a Jiménez Labora como supervisor del Malecón, obra que forma parte de la intervención integral del Río Grijalva, y que tiene proyectada una inversión de 3 mil 200 millones de pesos.

  • Alejandro Castro Jiménez Labora asumió la coordinación del proyecto del Malecón de Villahermosa desde mediados de 2019, cuando el gobernador de Tabasco era Adán Augusto López, actual secretario de Gobernación.

Las etapas 1 y 2 del Proyecto de Intervención Urbana Integral del Río Grijalva en la ciudad de Villahermosa incluye vialidades, banquetas, ciclovía, andador principal, estaciones fluviales y kioscos, entre otras acciones.

Malecón de Gaviotas en total abandono

“Yo hice el compromiso de rehabilitar todo el malecón de Villahermosa. Hablaba yo en los tiempos de campaña que en (las ciudades de) París, en Roma, presumían sus ríos (…) y eso es lo que estamos haciendo aquí”, dijo AMLO durante su visita a Tabasco el pasado 5 de junio de 2022, cuando también realizó una evaluación de los trabajos de construcción de la Refinería en el Puerto de Dos Bocas, Paraíso.

El presidente se refería a la obra de rehabilitación de los malecones en ambas orillas junto al cauce del río Grijalva, el cual atraviesa la capital tabasqueña. Y es que luego de la inundación del 2007, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) levantó 6.5 kilómetros de muros a lo largo de los malecones Carlos A. Madrazo y Leandro Rovirosa Weade, pero esto no fue suficiente. Posteriormente, dos gobiernos distintos habrían de emprender sendos proyectos para tratar de contener el río y al mismo tiempo, intentar reactivar la economía y el turismo, por medio del embellecimiento de la margen izquierda del río, ambas fallidas.

La actual obra en curso comprende ambas orillas del Grijalva, tiene una inversión de 3 mil 200 millones de pesos, y a la fecha, la parte correspondiente a la margen derecha, a la altura de la colonia Gaviotas Norte, está prácticamente terminada.

Sin embargo, los habitantes de esta colonia popular tienen otros datos: no hay mucho qué presumir.

«A nadie se le ocurriría poner un centro de esparcimiento familiar junto a un canal de aguas negras… eso solo pasa en Tabasco», señala Pepe Ramírez, vecino y conocido comerciante de la zona, quien además afirma que en Tabasco «Todos somos meteorólogos, ingenieros y expertos en hidráulica».

  • Con pintorescas frases, Pepe se refiere a lo evidente. Sus dichos están respaldados por la experiencia, por los años de vivir en Gaviotas y además por la opinión de verdaderos expertos en el tema. La obra del malecón podrá ser nueva y producto de una inversión millonaria, pero cualquiera que transite por su recién construida pista ciclista o que dé un paseo por su andador iluminado, se dará cuenta de que el agua del río Grijalva hiede.

A distintas alturas de esta vía de cerca de 1.8 kilómetros de largo, es posible observar las tuberías procedentes de la colonia, las cuales arrojan sin recato miles de metros cúbicos diarios de aguas residuales, procedentes de las descargas domésticas.

León Gutiérrez, reconocido ambientalista tabasqueño y experto en sustentabilidad, señala: «La obra del malecón de Gaviotas es una obra mal planificada desde sus inicios. Tardó más de dos años en comenzar a ejecutarse, y el problema no sólo radica en que no está siendo utilizada por la población, sino que lo que fue décadas atrás un río admirable, con un bello paisaje, hoy es un río canal contaminado aguas arriba, desde Chiapas. También nosotros le estamos abonando un exceso de coliformes fecales, de grasas, aceites, y de otros contaminantes. Construir esa obra ahí, por muy bien que se vea, no es lo adecuado, pues las aguas contaminadas a la larga generan una serie de problemas mayores, y adicionalmente a ellos, son las emisiones que no percibimos y que pueden ser dañinos para la salud humana».

No aguantó entrega…

Un recorrido reciente hecho por El Heraldo de Tabasco da cuenta de los problemas que comienza a enfrentar esta magna obra que, al menos en los planos y maquetas, promete atracciones tales como un club náutico, una pista para patinetas, un foro, canchas deportivas, un anfiteatro, quioscos, ciclovías y hasta restaurantes.

  • Actualmente, los acabados de la obra del malecón todavía lucen sin pátina, de tan nuevos, pero en algunas partes ya hay daños y evidentes señales de vandalismo. En el área que alguna vez ocupara el denominado «paso Macuilis”, en donde se ubicaba la lanchita que trasladaba a las personas desde Gaviotas al centro de la ciudad atravesando el río, se yergue hoy una construcción de dos pisos provista de mesas y bancas fijas; una especie de área para tomar el lunch y convivir.

No obstante, lo único que puede verse en ese espacio, además de basura y abandono, son envases de cerveza, así como rayones por todas partes.

Es de resaltar que en las áreas de juegos no juega ningún niño, y los areneros acondicionados como áreas lúdicas, en la realidad están convertidos vertederos de heces humanas y potenciales focos de infección que reciben, también, los excrementos de los perros callejeros y los gatos de la zona.

Recientemente, con la obra del malecón ya terminada del lado de Gaviotas, esta tuvo que sufrir «algunas adecuaciones» antes de su entrega al Ayuntamiento de Centro.

En su momento, la presidenta municipal Yolanda Osuna dijo haberle hecho «observaciones» a la empresa que construyó el malecón, mismas que se solventarían antes de la recepción formal, por lo cual en algunas partes comenzó a ser levantado el piso de las áreas de juegos infantiles; cuando terminaron, todo fue rellenado con arena.

Problemas de inseguridad e iluminación

Pomposamente publicitado por el Gobierno del Estado de Tabasco en su propio portal web, mediante un boletín titulado: «Vecinos de las Gaviotas dan testimonio de la belleza y seguridad del nuevo Malecón», lo cierto es que la zona comienza a evidenciar problemas de iluminación, y que la inseguridad siempre ha estado presente.

«De noche, todos los fines de semana, la maleantada en alta se pone a rajar trago aquí» dice la señora Roselia, que tiene un puesto informal en la explanada del mercado Florentino Hernández Bautista. «Mucho malecón, pero está lleno de borrachos y vagos, ¿para qué (la obra)? Y además en medio de una colonia en ruinas, con las calles deshechas, llenas de hoyos, y un mercado también en el abandono», menciona haciendo énfasis en los contrastes de esta demarcación históricamente golpeada por la pobreza, la delincuencia y las catástrofes, como la inundación del 2007, que la puso en el mapa del mayor de los desastres locales.

  • Y es, precisamente, la inundación del 2007 la que dio pie a las inversiones de dineros públicos para tratar, por un lado, de contener las cíclicas crecientes del río Grijalva en época de lluvias, y por el otro, la de «dignificar» el malecón que desde administraciones anteriores había estado en el abandono, en ambas márgenes, además de pretender imprimirle una orientación turística y comercial que nunca ha terminado de cuajar, por una u otra circunstancia.

Es así como, del lado de la margen en que se ubica el centro de la ciudad de Villahermosa, dos proyectos han fracasado estrepitosamente, literalmente arrojando miles de millones de pesos a la chocolatosa y contaminada corriente del río que pretenden enaltecer; uno, llamado Centro de Entretenimiento y Negocios del Malecón (CENMA) y otro, denominado Parque Lineal del Ayuntamiento de Centro.

Ambos, en su tiempo verdaderos monumentos a la corrupción y la falta de planeación y de socialización de los proyectos, y perfecta muestra de que los políticos frecuentemente confunden los «grandioso» con lo «grandote»./Agencias-PUNTOporPUNTO

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