Durante abril, los empresarios distribuidores de gas licuado de petróleo (gas LP) esperan una baja en ventas de hasta 30 por ciento por efectos relacionados con la pandemia de COVID-19.
- Esta baja sería equivalente a poco más de 220 mil toneladas del combustible, toda vez que la demanda mensual promedio del combustible en el país es de 750 mil toneladas, anticipa la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas).
“Se puede llegar a una disminución (en ventas) de entre 20 y 30 por ciento, de manera muy realista, se trata de un impacto muy fuerte”, dice en entrevista Carlos Serrano, director del organismo. Esta baja se traduciría en una pérdida equivalente a 4 mil millones de pesos, según cálculos del organismo.
- La disminución en las ventas se deberían a una baja en las actividades industriales, cierre parcial o total de comercios y un menor uso de transporte público.
- En estos tres rubros, el organismo prevé que la demanda caiga hasta 66 por ciento. En el sector doméstico los empresarios no esperan un cambio drástico en el consumo.
Hasta ahora, la industria no ha reportado una baja en las ventas por los efectos causados por la pandemia, dice Serrano.
Sin embargo, algunas consultoras aseguran que ya se reportan una baja en la demanda del combustible.
“En las estaciones de carburación -en donde se realiza el llenado de autotanques que distribuyen el gas LP- ha bajado hasta un 25 por ciento y la venta en pipas hasta 30 por ciento, y se estima hasta un 50 por ciento por el cierre de locales, gimnasios, restaurantes y centros comerciales”, aseguró Beatriz Marcelino, directora de Grupo CIITA, empresa especializada en el sector hidrocarburos./EL FINANCIERO-PUNTOporPUNTO
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