#VIOLA LÓPEZ OBRADOR el principio universal de NO INTERVENCIÓN al “IMPONER un GOBERNANTE en PERÚ”

Las relaciones entre México y Perú se tensaron en los últimos días tras las declaraciones de López Obrador en apoyo a Castillo luego de que fuera destituido y detenido a inicios de mes mientras se lo investiga por los delitos de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.

El Gobierno de Perú acusó injerencismo de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador al haber descalificado la remoción de Pedro Castillo como presidente, y criticado que fueron las élites las que generaron una ambiente de hostilidad en su contra desde que tomó posesión.

  • El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú informó, en comunicado de prensa, que solicitó al embajador mexicano, Pablo Monroy, que el gobierno se apegue a principios internacionales.

“Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes.

“Con relación a las declaraciones de dichas autoridades respecto al derecho de asilo invocado por el expresidente Pedro Castillo, se señaló al Embajador Monroy la necesidad de que los estados se ciñan a las normas contenidas en los tratados internacionales vigentes sobre la materia y cumplan con todos los requisitos que los mismos establecen”, se lee en el documento.

Lo anterior, luego de que durante el jueves Pedro Castillo solicitó formalmente asilo en México.

¿Qué dijo AMLO sobre la situación de Pedro Castillo?

El presidente López Obrador manifestó que “Pedro Castillo fue víctima de acoso, de confrontación, no aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas, políticas de ese país, el que él gobernara, entre otras cosas, y eso es lo que más lamento, porque lo consideraban serrano”.

Además, de que no se le iba a olvidar cómo esas élites económicas fueron las que negaron el acceso de la Fuerza Aérea Mexicana a su espacio aéreo, para poder recargar combustible, y poder sacar al expresidente Evo Morales de Bolivia.

  • El Ejecutivo mexicano compartió que apenas se dio la remoción, el ahora expresidente se comunicó a su oficina para solicitarle asilo, y que le abriera la puerta de la embajada mexicana, a la cual no logró llegar porque fue detenido.
  • A la vez, López Obrador indicó que se analizaría el reconocimiento de Dina Boluarte como presidenta, pues el asunto “aún estaba muy fresco”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores refrendó su voluntad de mantener buenas relaciones con México.

“El Gobierno del Perú desea reiterar su más amplia voluntad para continuar profundizando, en el marco del respeto mutuo y de las normas de Derecho Internacional, las tradicionales relaciones de amistad, cooperación y voluntad de integración que unen a los pueblos del Perú y México, las que cumplirán doscientos años en enero de 2023, especialmente en aquellos ámbitos que inciden en el desarrollo social”, se agregó en el documento.

¿México está haciendo injerencia en asuntos internos por Castillo?

El Gobierno de ese país le pidió a la comunidad internacional que se cumplan las obligaciones establecidas en el Sistema Interamericano y que se respeten las decisiones internas que está tomando «para resguardar la institucionalidad democrática». Esto, luego de que Colombia, México, Bolivia y Argentina emitieran un comunicado conjunto en el que reconocen como presidente al destituido Pedro Castillo.

  • El Ministerio de Relaciones Exteriores peruano publicó el comunicado en respuesta a un pronunciamiento emitido «por un grupo de países», a los que no mencionó , sobre la crisis política y social que afecta a esa nación.
  • La reacción ha generado todo tipo de opiniones en esos países, pero el caso de México ha sido especial, pues para muchos, con el apoyo explícito a Castillo, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estaría pasando por alto una vieja práctica diplomática que guía la política exterior mexicana y que el propio dirigente de izquierda había retomado.

Se trata de la doctrina Estrada, una norma de oro que orientó la política exterior de México durante la mayor parte del siglo XX. Esta fue promulgada en 1930 y estableció los principios de libre autodeterminación de los pueblos y de no injerencia en los asuntos internos de otros países como elementos rectores de la diplomacia mexicana.

  • Esa práctica, que fue consagrada en la Constitución mexicana, tuvo un alto durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando México trabajó para convencer a otros países de la región de que abandonaran el apoyo al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Pero con la llegada al poder de López Obrador a finales de diciembre de 2018 la doctrina tuvo un corto resurgimiento.

A inicios de 2019, cuando Juan Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela, y recibió un amplio apoyo internacional. De inmediato, le expresó su apoyo el gobierno de Estados Unidos y tampoco tardó en reconocerlo como jefe del Estado el llamado Grupo de Lima, aunque hubo un gran ausente: México.

  • El gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció en ese entonces que seguía reconociendo a Nicolás Maduro como el legítimo presidente de Venezuela. El presidente había retomado la regla de no intervención que reza en la doctrina Estrada.
  • Ahora, con su apoyo a Perú, López Obrador parece haber dado un giro en la aplicación de esta doctrina. En su comunicado conjuntos, los gobiernos de México, Colombia, Argentina y Bolivia expresaron «su profunda preocupación por los recientes sucesos que resultaron en la remoción y detención de José Pedro Castillo», al que aún consideran presidente de Perú y ven como «víctima de un antidemocrático hostigamiento».

Sin embargo, el presidente mexicano rechazó las acusaciones de «injerencismo» del actual Gobierno de Perú, pero pidió reconocer la presidencia de Castillo al argumentar que él ganó las últimas elecciones.

«No es injerencismo, estar ahí conduciendo nada, nuestro embajador está en su trabajo diplomático y es Relaciones Exteriores la que está a cargo de llevar a cabo este proceso», declaró en su rueda de prensa diaria.

  • López Obrador respondió a la Cancillería de Perú, que el viernes pasado convocó al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, para transmitirle su rechazo por las «expresiones de las autoridades mexicanas» que «constituyen una injerencia en los asuntos internos» del país andino.

Aún así, el mandatario mexicano rechazó la destitución de Castillo, a quien aún considera presidente de Perú, pese a que el Congreso peruano lo removió del cargo el miércoles pasado por «incapacidad moral» y lo acusó de haber intentado perpetrar un golpe de Estado.

«Ganó el presidente, lo que plantea el convenio es que se debe respetar la voluntad del pueblo que lo eligió, reconocer que ganó democráticamente y que no se le puede destituir, que eso de origen, aunque esté en la Constitución peruana, tiene un problema, una falla antidemocrática de origen», argumentó.

AMLO viola el derecho internacional

Maricarmen Alva Prieto, congresista de Perú y actual presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, aseveró que el presidente Andrés Manuel López Obrador viola el derecho internacional y el principio de no intervención en el caso de la destitución del ahora exmandatario peruano Pedro Castillo.

  • Alva Prieto detalló que en Perú están preocupados con la posición del Gobierno de México de dar asilo a Castillo Terrones, a quien calificó como un “golpista y dictador“.
  • Muy penoso, muy vergonzoso que el presidente mexicano esté violando el derecho internacional, sobre todo el principio de la no intervención, diciéndonos lo que tenemos que hacer cuando somos un país soberano. Me extraña porque además tampoco está cumpliendo su Constitución, la teoría Estrada”, dijo.

“Es preocupante que un país como México, latinoamericano, esté diciendo que va a dar asilo a un golpista y a un dictador que ha ofendido a todo el Perú, esto se hubiera convertido en una dictadura si no fuera porque el Congreso y todas las instituciones, sobre todo las Fuerzas Armadas no avalaron al dictador y golpista Pedro Castillo. Hay mucho malestar”, agregó.

  • La congresista peruana dejó en claro que López Obrador miente al decir que Pedro Castillo fue destituido de su cargo por las élites económicas, ya que tiene en su contra n total de 51 carpetas de investigación por corrupción.

“Escuchar al presidente López Obrador decir que han vacado al presidente Castillo porque las élites económicas, el Perú entero, lo discrimina por su origen rural y regional, la verdad que es inaceptable. Aquí en el Perú no se discrimina a nadie, a quien se ha vacado es una persona que tiene 51 carpetas fiscales de corrupción de él y su entorno”, expuso.

  • Gracias a Dios se salvó la democracia y ahora Pedro Castillo está detenido y le esperan largos años de cárcel, porque los golpistas deben ir a la cárcel, no deben ir a asilarse a un país y vivir con todas las comodidades, ese no debe ser su destino”, indicó.
  • La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú calificó la actual situación entre México y Perú como tensa, y dejó en claro que el Gobierno de López Obrador debe rectificar su postura para bien de las relaciones entre ambos países.

“Son momentos tensos (en la relación Perú-México), por estas declaraciones que espero no pasen a más. Eso no (romper relaciones) está clarísimo de que eso no se va a dar, pero creo estas declaraciones han sido muy fuertes y evidentemente hay malestar, y creo que deberían rectificar tanto el embajador (Pablo Monroy), el canciller (Marcelo Ebrard) y el presidente López Obrador, para que nuestras relaciones sigan como siempre han sido, porque evidentemente no tienen nada que hacer en los asuntos internos del Perú, tienen que respetarnos”, destacó.

“Tienen que decir la verdad: acá no se ha vacado por discriminación, sino porque Pedro Castillo es un corrupto, es un golpista, un dictador”, puntualizó

La doctrina Estrada

La doctrina Estrada toma su nombre del entonces secretario de Relaciones Exteriores, Genaro Estrada Félix, quien expuso sus bases en un comunicado publicado el 27 de septiembre de 1930. Allí básicamente establecía que su país no se pronunciaría sobre la legitimidad de los gobiernos de otros países ni los calificaría.

«México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que ésta es una práctica denigrante que, sobre herir la soberanía de otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros», señala el texto.

  • El documento restringe las acciones que puede tomar el gobierno mexicano a lo siguiente: «Mantener o retirar, cuando lo crea procedente a sus agentes diplomáticos, y a continuar aceptando, cuando también lo considere procedente, a los similares agentes diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México, sin calificar, ni precipitadamente ni a posteriori, el derecho que tengan las naciones extranjeras».

La aplicación de la doctrina Estrada, considerada como resultado al principio de no intervención, le permitió a México mantener relaciones estables y duraderas con países del mundo de ideologías muy diversas y, sobre todo, con aquellos surgidos de procesos revolucionarios.

  • Así, por ejemplo, México fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con Cuba durante la crisis que llevó a la expulsión de la isla de la Organización de Estados Americanos en 1962.

«En la práctica, la doctrina Estrada se materializó en el hecho de que México no expresaba su postura respecto a la calidad del gobierno contraparte, en términos de si era democrático o no. México no establecía adjetivos en ese sentido», le explicó a la BBC Juan Pablo Prado Lallande, profesor e investigador sobre Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Puebla.

«Eso era justamente para no interferir en los asuntos internos de otro Estado pero con el objetivo principal de ser tratado con reciprocidad. Ahí está clave. Es una doctrina espejo: lo que yo hago es lo que solicito y espero de otros», agregó Prado Lallande.

¿Injerencia?

López Obrador, quien antes se ha solidarizado con Castillo y le ha ofrecido incluso asilo en México, reveló que las relaciones diplomáticas con Perú están en «pausa», aunque esto no implica romper los lazos ni retirar al embajador.

«Está en pausa, en espera de lo que suceda y ojalá se busque una salida democrática”, reveló. “No hay normalidad política en Perú, no se trata de decir: va a haber relaciones. Está la gente en la calle (protestando), que también, dicho sea de paso, no se informa, los medios no informan, si fuese en Venezuela (otra cosa sería)”, justificó.

  • El líder mexicano insistió en que él aún considera a Castillo como el presidente de
    Perú, pero evadió responder de forma directa si reconoce a la nueva mandataria, Dina Boluarte, nombrada la semana pasada por el Congreso.

“Es una doctrina de política exterior en México, o sea, ni para bien ni para mal, no existe en México lo de reconocimiento a ningún gobierno extranjero, entonces lo que está haciendo nuestra diplomacia es analizar los acontecimientos que se están presentando», argumentó.

El presidente de México pidió evitar la «represión» del pueblo de Perú después de que las protestas que estallaron este domingo contra la presidenta Boluarte y el Congreso alcanzaron su máximo nivel de violencia este lunes con siete muertos y un centenar de policías heridos.

«Nosotros lamentamos mucho lo que está sucediendo, sobre todo por el sufrimiento del pueblo hermano del Perú, porque esto de una u otra forma se origina arriba, lo que siempre hemos estado sosteniendo», mencionó./Agencias-PUNTOporPUNTO

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