MÉXICO enfrenta al COVID-19 con un SISTEMA de SALUD DÉBIL

Personal médico y de enfermería de hospitales ha denunciado en la última semana la falta de equipo de protección personal para atender a los pacientes diagnosticados con coronavirus

El contexto en el que México enfrenta el COVID-19 es particularmente angustiantedebido a la baja capacidad del sistema de salud. El gobierno estima que 10,528 personas podrían necesitar hospitalización por la gravedad de los síntomas, pero, ¿cuál es la capacidad para atenderlos?

  • México Evalua identifica los problemas crónicos del sector salud en nuestro país: poco presupuesto, subejercicios, escaso personal, poca infraestructura y sesgos geográficos.
  • La pandemia por coronavirus se extiende en el mundo y está poniendo a prueba la capacidad de los sistemas de salud de la práctica totalidad de los países. Sin embargo, el contexto en el que México enfrenta la contingencia es particularmente angustiante a causa de su baja capacidad instalada. Se trata de un problema crónico.

La Covid-19 nos agarra con un sistema de salud, por decir lo menos, débil; que se ha agravado año con año pues no ha estado dentro de las prioridades de los diferentes gobiernos. Para 2020, de cada 100 pesos que el Gobierno programa en el presupuesto para infraestructura física pública, sólo tres pesos irán a salud. Peor aún: ni siquiera se ejercen completamente. Los datos del subejercicio en el financiamento al desarrollo de infraestructura y equipamiento para los servicios públicos de salud en 2019 son demoledores. No se gastó el 65% del presupuesto. El presupuesto aprobado en el presupuesto federal del año pasado ascendía a 17 mil 752 millones de pesos. Esto significa que 11 mil 510 millones de ese presupuesto aprobado no se gastaron.

La mayor parte del total del presupuesto no ejercido estaba asignado a programas o proyectos para la ampliación o remodelación de instalaciones y a la adquisición de equipo médico.

Si bien el IMSS fue la institución que más gastó, su subejercicio fue igualmente brutal: una diferencia de 8,305 mdp versus el presupuesto aprobado (-68%). El ISSSTE es la institución que tuvo el mayor subejercicio: 81% respecto a su presupuesto aprobado. El gasto del Ramo 33, clasificado en proyectos de inversión en salud, tuvo un 50%, y la Secretaría de Salud, 47%.

  • Las imágenes del colapso del sistema de salud en distintos países desarrollados, o con mayor músculo, han dado la vuelta al mundo y nos han estremecido. China tuvo que convertir en hospital temporal el Centro Internacional de Conferencias y Exposiciones en Wuhan. España se vio obligada a echar mano de residentes, retirados, licenciados sin plaza y alumnos de último año de medicina para atender la emergencia; mientras que Italia pidió ayuda internacional ante la escasez de médicos, ventiladores mecánicos, mascarillas e indumentaria.

¿Qué nos espera en México?
Se estima que el contagio se extenderá a 250 mil 656 personas, pero sólo 175 mil 459 acudirán a servicios médicos. De estos casos, se prevé que 140 mil 367 recibirán tratamiento ambulatorio, es decir, el 80% de los pacientes no tendrán que permanecer en un centro hospitalario. Si esta estimación se cumple, el 14% –24 mil 564 personas– requerirá de hospitalización y serán 10 mil 528 los que necesiten ingresar a terapia intensiva, o sea, el 6%, de acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).

  • En este análisis nos enfocaremos en los casos que requerirán hospitalización y, sobre todo, en los hospitales de la Secretaría de Salud. A partir de datos públicos disponibles de dicha dependencia, analizamos su capacidad instalada para brindar servicios de atención a la salud en el contexto de la pandemia ocasionada por coronavirus; el inventario de hospitales de segundo y tercer nivel, que son los que atenderán los casos de infección graves; la reserva de médicos, incluidos los especialistas necesarios para atender las complicaciones médicas, así como enfermeras.

Lo que encontramos fue una capacidad instalada muy limitada para atender a la población en general y, especialmente, ante una crisis sanitaria como la que se avecina. Aquí, los principales hallazgos.

El sistema no es integral, está “segmentado”

En realidad se integra por distintos sistemas. Este tipo de administración, hasta cierto punto atípica en el mundo, impone rigidez a la hora de atender una emergencia como la que hoy nos convoca. Las pacientes no pueden ser atendidos en cualquier hospital público. Esto significa menos infraestructura hospitalaria disponible para atender a la mayor parte de la población. En México el acceso a la salud está condicionado al estatus laboral: 57% de la población trabaja en la informalidad y no está inscrita en un sistema de seguridad social formal. Pero sólo 14% de los hospitales de segundo nivel pueden atender a este amplio grupo poblacional.

  • Hay 4 mil 718 hospitales públicos y privados con servicios de hospitalización a nivel nacional (descartamos los que dan sólo consulta externa) y, de éstos, 97% son de segundo nivel y sólo 3% son institutos de alta especialidad. De los 4 mil 554 hospitales de segundo nivel, 72% son privados y sólo 14% son de la Secretaría de Salud, que atienden a personas sin seguridad social.
  • De los 164 hospitales de tercer nivel, 65% son de la Secretaría de Salud; 22% del IMSS e ISSSTE y 5% son privados. Es decir, en el tercer nivel la mayoría de los hospitales son de la Secretaría de Salud y son accesibles al grupo mayoritario de población; sin embargo, sus cuotas de recuperación suelen ser mayores que las del IMSS e ISSSTE.

Una parte importante de esta población estuvo adscrita al Seguro Popular (SP), un sistema de aseguramiento limitado a ciertos padecimientos que, aunque amplió su cobertura, no desarrolló infraestructura física para ampliar a la par la capacidad instalada. El SP se desechó a finales de 2019 y está en plena transición accidentada hacia el Instituto de Salud Para el Bienestar (Insabi). Este nuevo esquema “ofrece” cobertura universal de servicios, pero no cuenta con financimiento sostenible y Reglas de Operación que permitan saber cómo funcionará la cobertura en la práctica y qué se puede entender por “universal”.

El principal problema es que los hospitales de la Secretaría de Salud trabajan a su capacidad instalada y presentan escasez de equipo médico. Actualmente atienden al 71% de los brotes de coronavirus que han necesitado hospitalización, y se espera que atiendan a aún más.

Cabe destacar que México no es el país de la OCDE con menos hospitales por millón de habitantes; se encuentra incluso por arriba de Italia y España, que tienen 18 y 17 hospitales por cada millón de habitantes, respectivamente. Pero este dato parece sugerir que, más allá de la ‘densidad’ en el número de hospitales, es necesario analizar los recursos humanos y el equipo médico con los que cuenta cada hospital para proporcionar atención a los pacientes.

Sin médicos, camas y enfermeras, el drama

México destaca, dentro de los países de la OCDE, por tener infraestructura hospitalaria y recursos humanos insuficientes en el sector salud. Nuestro país está 28% por debajo del promedio de médicos y 68% del promedio de enfermeras, ya considerando el personal de instituciones públicas y privadas. El promedio de médicos en estos países por cada mil habitantes es de 3.4, y 8.7 de enfermeras. En México tenemos 2.4 médicos y 2.9 enfermeras por cada mil habitantes.

  • No obstante, el promedio nacional esconde una perspectiva más grave. Analizamos los recursos disponibles de la Secretaría de Salud, que es la institución que, como ya mencionamos, da mayor cobertura a nivel nacional y que más casos de hospitalizados de coronavirus deberá atender. En ella hay sólo 0.5 médicos que por cada mil habitantes y 0.8 enfermeras a nivel nacional, cifras difíciles de creer en el contexto de la OCDE. En la Ciudad de México, que es la entidad que cuenta con más médicos y enfermeras por cada mil habitantes, la Secretaría de Salud reporta 1.1 y 1.8, respectivamente. Es decir, 43% menos de doctores que en China, 71% menos que en España y 72% menos que en Italia.

Al analizar el número de médicos con las especializaciones requeridas para atender a pacientes graves de Covid-19 – internistas, neumólogos, urgenciólogos y anestesiólogos–, descubrimos que el número por cada mil habitantes es cercano a cero. Sólo en el caso de los anestesiólogos este panorama mejora en la mayoría de los estados.

  • Las estadísticas de salud de la OCDE no desagregan la información de los médicos por especialidad. Los neumólogos, médicos especialistas en enfermedades infecciosas, internistas y otras especialidades se agrupan como ‘médicos especialistas’. Los anestesiólogos e intensivistas, junto con otras especialidades quirúrgicas, se agrupan en ‘especialistas quirúrgicos’.

Pues bien, México es el país que menos especialistas quirúrgicos tiene. Por cada mil habitantes tenemos 0.1 especialistas quirúrgicos, en contraste con Italia y España, que cuentan con un especialista. Con respecto a los médicos especialistas, México tiene 0.8 por cada mil habitantes. El país con la cifra más alta es Grecia, al tener 2.5 por cada mil habitantes.

Al comparar el número de camas disponibles, México de nuevo está en una situación paupérrima. El total de camas a nivel nacional en hospitales de la Secretaría de Salud es de 56 mil, en áreas de hospitalización y fuera de hospitalización. Contamos con la mitad de las camas de otros países con brotes graves de coronavirus, como Italia y España. Pero no queda ahí; también estamos por debajo de nuestros ‘pares’. En México tenemos una cama en hospitales públicos por cada mil habitantes; en Chile y Colombia hay 1.6 y 1.7 camas por cada mil habitantes, respectivamente. En Italia y España tienen 2.1 y dos camas por cada mil habitantes.

Protestan médicos por falta de insumos

Personal médico y de enfermería de hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha denunciado en la última semana la falta de equipo de protección personal para atender a los pacientes diagnosticados con coronavirus (COVID-19).

Ante la entrada de México de la contingencia sanitaria, este personal volvió a protestar en distintas ciudades del país. En tanto, la dirección del IMSS reconoce que estas manifestaciones son legítimas por lo que ha tomado cartas en el asunto.

  • Empleados del Hospital General de la Raza, en la Ciudad de México, y de la Clínica 89 de Saltillo, en Coahuila, pararon labores en demanda de insumos de protección como gafas de seguridad, respiradores N95, cubrebocas, guantes y batas impermeables.

De acuerdo con el director general del IMSS, Zoé Robledo, estas protestas se han realizado en al menos ocho estados. Las más significativas han tenido lugar en la Ciudad de México por parte del personal de:

  • Hospital de la Raza.
  • Hospital General de Zona No. 27 en Tlatelolco.
  • Hospital Regional No. 2 Guillermo Fajardo Ortiz.
  • Hospital Regional No.1 Gabriel Mancera.
  • Unidad de Medicina Familia No. 15 en Iztapalapa.

Otras ciudades donde el personal médico ha protestado por la falta de insumos ante el COVID-19 son:

  • Saltillo, Coahuila (Clínica 89).
  • Torreón, Coahuila (Clínica 16).
  • Xalapa, Veracruz (Hospital General Zona No.11 y la Clínica 66).
  • Puebla, Puebla (hospitales y clínicas).
  • León, Guanajuato (Unidad Médica de Alta Especialidad T1 y Unidad de Medicina Familiar 58).
  • Villahermosa, Tabasco (Hospital Regional de Zona 46)

La exigencia del personal médico del IMSS es que se les garanticen los insumos y equipo necesarios para protegerse ante los casos de coronavirus que atienden. De lo contrario, piden que las autoridades giren instrucciones para cancelar cirugías y consultas.

¿Qué dice el IMSS?

En un video publicado en redes sociales, el director general del IMSS, Zoé Robledo, reconoció que la demandas del personal médico son legítimas, especialmente frente a una contingencia epidemiológica como esta.

«Debemos cuidarlos a ustedes primero, a los que estarán en contacto, y cada vez más, con casos sospechosos y confirmados. Tengan la seguridad que conocemos la situación y la estamos atendiendo», afirmó.

El plan que se tiene para atender esta exigencias, de acuerdo con Robledo, consiste en:

1. Del propio inventario del IMSS se emprenden acciones de distribución entre representaciones y hospitales. La prioridad son «aquellos lugares donde empezará nuestra batalla»: zona metropolitana de la Ciudad de México y estados donde hay casos confirmados, como Jalisco.

2. El gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda, ya realiza compras consolidadas de los materiales de los distintos insumos.

3. Junto con la Marina se puso en marcha una exploración del mercado internacional –que presenta una alta demanda en este momento– para lograr traer la cantidad suficiente de insumos en el menor tiempo posible.

4. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) apoya para realizar pedidos internacionales de insumos y equipo necesario, en particular a China.

5. Se han liberado compras locales en varias representaciones con una condicionante: que ante esta epidemia no exista la posibilidad de que un proveedor no infle desproporcionadamente los precios./AGENCIAS-PUNTOporPUNTO

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