Se INCREMENTA BRUTALMENTE la CANASTA BÁSICA en Zonas URBANAS y RURALES de la República Mexicana

A pesar de que la canasta alimentaria registró una disminución en el precio promedio, ésta aún no se siente en el bolsillo de los mexicanos, reveló la Alianza Nacional de Pequemos Comerciantes (Anpec).

En lo que va del 2023 los precios en México han logrado estabilizarse, dando aire a los niveles de inflación. Particularmente los alimentos y otros productos de primera necesidad están moderando sus precios.

  • Durante mayo, la canasta básica en localidades urbanas del país registró un precio de 4,280 pesos mensuales por persona, de acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) basadas en el INPC.

Con este resultado, se sumaron dos meses consecutivos en los que la cesta mínima bajó de precio.

  • Y aunque todavía muestra encarecimientos en comparación interanual, el ritmo al que aumenta de precio se ha moderado.
  • Este mayo, la canasta básica en zonas urbanas registró una inflación del 6.3%, un nivel mucho más modesto que el 15% que alcanzó en algunos meses del 2022.

Las zonas rurales, más golpeadas

La suerte no ha sido la misma para las localidades rurales de México, en donde la tendencia de desaceleración de precios ha encontrado más problemas para llegar.

  • Durante este quinto mes del año, la canasta básica en estas regiones fue de 3,091 pesos mensuales por persona.
  • A diferencia de las grandes ciudades, este nivel fue el primero que registró una caída en el nivel de precios.
  • Adicionalmente, la inflación interanual de la cesta mínima rural fue de 7.8%, significativamente mayor que en las zonas urbanas.

¿Cuánto dinero necesitan las familias para pagar comida y productos básicos?

De acuerdo con las estimaciones del Coneval para el valor monetario de las líneas de pobreza y pobreza extrema estos son los montos necesarios para cubrir las necesidades básicas:

Supongamos una familia de cuatro personas en una ciudad:

  • Son necesarios 8,710 pesos al mes, considerando sólo los alimentos
  • Son necesarios 17,120 pesos al mes, considerando los alimentos, transporte, productos de higiene, salud y educación

Supongamos la misma familia de cuatro en una localidad rural:

  • Son necesarios 6,665 pesos al mes, considerando sólo los alimentos
  • Son necesarios 12,364 pesos al mes, considerando alimentos, transporte, productos de higiene, salud, y educación

De acuerdo con la metodología del Coneval, las familias que tienen ingresos que se encuentran por debajo del costo de la canasta básica están en pobreza, y quienes no pueden ni pagar la canasta alimentaria, se encuentran en pobreza extrema.

Salarios de miseria

A pesar de tener un índice de desempleo menor a 3 por ciento, en México hay más de 34 millones de trabajadores cuyo salario no supera aún el umbral de la pobreza, esto es, a una familia de cuatro integrantes no les alcanza para dos canastas básicas.

  • Rogelio Hermosillo, coordinador de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en entrevista con El Heraldo de México, destacó que en el reporte del Observatorio de Trabajo Digno (OTD) los nuevos datos de la actividad laboral, al primer trimestre de este año, muestran fallas estructurales.
  • “Hay más empleo con 58 millones y medio de personas ocupadas, pero más de 34 millones de personas trabajan sin salario suficiente, esto es con menos de ocho mil pesos, para superar el umbral de pobreza” reveló.
  • Indicó que “el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reconoce que hay siete millones de personas desocupadas listas para trabajar, sin embargo, la realidad es que son mexicanos desencantados, que ya no les interesa buscar empleo porque los salarios son tan bajos que no les alcanzaría ni para el transporte”.

En su opinión “quien trabaja no debe ser pobre, es bueno que haya más empleo, pero que crezcan al mismo tiempo las personas que aún laborando son pobres, no es buena noticia”.

La investigación del Observatorio de Trabajo Digno reveló que se ha elevado considerablemente el salario mínimo, pero los sueldos de más de un salario mínimo “están estancados desde el año 2000”.

Bolsillo de los mexicanos no percibe la baja de la inflación 

A pesar de que la canasta alimentaria registró una disminución en el precio promedio, ésta aún no se siente en el bolsillo de los mexicanos, reveló la Alianza Nacional de Pequemos Comerciantes (Anpec).

  • En mayo el precio de promedio de la canasta básica fue de 1,719.17 pesos y en junio de 1,693.48 pesos, una diferencia de 25 pesos de un mes a otro; “una ventaja marginal para los consumidores”, señaló la asociación.

“A la hora de hacer sumas y restas en los monederos de las amas de casa, no se sienten los 25 pesos más baratos de la canasta básica. La inflación alimentaria sigue estando por las nubes respecto al poder de compra de la mayoría de la gente”, apuntó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec en un comunicado.

  • La Anpec considera 44 productos en la canasta básica, entre los que se encuentran el tomate, pollo entero, bistec de res, aguacate, cerveza, lentejas, trigo, sal de mesa, café soluble, jitomate, cebolla chile; además de arroz, tortilla, leche, pan de caja, huevo, frijol, aceite, jabón de baño, papel higiénico, entre otros.

Chihuahua es la entidad donde la canasta básica cuesta más (1,867.10 pesos), mientras que Coahuila es el estado donde cuesta menos (1,515 pesos), detalló la Anpec.

  • La semana pasada el Inegi dio a conocer que la inflación al mes de mayo se ubicó en 5.84%, todavía lejos del objetivo de 3% de Banco de México (Banxico). A pesar de que el índice suma cuatro meses a la baja, en la inflación subyacente, el sector de alimentos, bebidas y tabaco registró una tasa anual de 11.44%.

¿Qué sigue?

La Anpec apuntó que, en la temporada de verano, luego de hacer frente, en algunos casos, a graduaciones y al hecho de tener a los hijos en casa durante las vacaciones -campamentos, visitas a la familia, cursos, entre otros-, los hogares tendrán que hacer frente al regreso a clases: útiles escolares, uniformes, zapatos, colegiaturas, cuotas escolares, etc.

En lo que respecta al consumo de la última milla, la inflación sigue “flagelando la calidad de vida de las familias al depreciar su consumo esencial para su manutención”, concluyó la alianza.

Precio del huevo por las nuebes

El precio del huevo ya bajó, pero los distribuidores, centros comerciales y tiendas lo mantienen “por las nubes”, para incrementar sus ganancias a costa del bolsillo de las familias mexicanas.

  • El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) informó que el costo promedio de los blanquillos, pagado a los productores, disminuyó 24.1% en el último mes y 8.1% al cierre de la primera semana de junio de 2023.
  • Mientras que el precio del huevo rojo registró una baja mensual de 22.9% y un retroceso semanal de 7.1%; que –en ambos casos– debería implicar un abaratamiento del producto.

Sin embargo, señaló GCMA, los distribuidores de huevo al menudeo, los supermercados y las tiendas en general no han modificado el importe del kilo de huevo y, a lo mucho, han rebajado unos cuantos centavos.

  • “Tanto el huevo blanco como el huevo rojo han experimentado caídas considerables en los precios pagados al productor, con reducciones del 8.1% y 7.1% respectivamente, cotizándose en 28.19 y 29.62 pesos por kilo”.
  • Pero, en los establecimientos de autoservicio, como los de la CDMX, hay “aumentos semanales de 0.7% y 0.1% por kilogramo de huevo blanco y rojo; ubicándose en 53.66 y 64.40 pesos, respectivamente”, apuntó la consultora.
  • Precisó que, de acuerdo con el reporte de precios publicado por la Profeco, solo existió un proveedor que ofreció al público un baja de 0.5% por kilogramo de blanquillos, con un precio promedio máximo de 53.50 pesos por kilo.

¿Por qué los distribuidores no bajan el precio?

El director del GCMA, Juan Carlos Anaya, explicó a Publimetro que los distribuidores y comercios no bajan el precio del huevo, porque ello les permite mantener e incrementar sus márgenes de ganancia hasta 90%, respecto al valor de producción.

Indicó que, en este momento hay una sobreoferta del huevo y un alto consumo a nivel nacional, que –bajo la ley de la oferta y la demanda– permiten a los distribuidores mantener “el precio del huevo por las nubes”.

“Y eso está provocando la queja de las amas de casa, porque les dicen que ya bajó la inflación, pero siguen viendo que los alimentos tienen un incremento mayor al índice inflacionario”, dijo.

  • El especialista comentó que no se puede hacer una proyección de cuánto debería bajar el huevo, con base en la disminución de costos reportada por los productores; pero confió en que el precio se regule y baje con la disminución del consumo que se registra –cada año– durante el verano.
  • Pero, adelantó que se espera un nuevo incremento en el costo del básico en septiembre próximo, debido a que la demanda de blanquillos se dispara por el regreso a clases; además de un segundo aumento en diciembre “cuando las gallinas tienen frío” y producen menos.

“La Profeco debería revisar por qué no baja el precio del huevo, bajo el escenario de que los distribuidores mantienen un aumento injustificado en su costo”.— Juan Carlos Anaya, director de GCMA.Agencias-PUNTOporPUNTO

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