FENÓMENOS CLIMÁTICOS traen mayor propagación de VIRUS MORTALES alrededor del MUNDO

La OMS se está preparando para la altísima probabilidad de que 2023 y 2024 estén marcados por el fenómeno de El Niño, que podría aumentar la transmisión del dengue y otros arbovirus, como el zika y el chikungunya", dijo Ghebreyesus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se está preparando para una mayor propagación de enfermedades víricas como el dengue, el zika y el chikungunya relacionadas con el fenómeno climático de El Niño, dijo el miércoles el director general de la agencia, Tedros Adhanom Ghebreyesus

  • El Niño, un calentamiento de las temperaturas de la superficie del agua en el Océano Pacífico oriental y central, ha regresado oficialmente después de tres años de patrón climático de La Niña.
  • Es probable que este año se produzcan fenómenos meteorológicos extremos, desde ciclones tropicales que girarán hacia las vulnerables islas del Pacífico hasta lluvias torrenciales en Sudamérica, pasando por sequías en Australia y en zonas de Asia.
  • La OMS se está preparando para la altísima probabilidad de que 2023 y 2024 estén marcados por el fenómeno de El Niño, que podría aumentar la transmisión del dengue y otros arbovirus, como el zika y el chikungunya», dijo Ghebreyesus.
  • El responsable de la OMS también advirtió que el cambio climático está fomentando la cría de mosquitos y la incidencia del dengue ya ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, sobre todo en el continente americano.
  • Perú ha declarado el estado de emergencia en la mayoría de las regiones este año y su ministra de Sanidad, Rosa Gutiérrez, dimitió la semana pasada ante el aumento de los casos de dengue.

La enfermedad se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti y sus síntomas incluyen fiebre, dolor de ojos, cabeza, músculos y articulaciones, náuseas, vómitos y fatiga.

Los mosquitos serán los ganadores en la crisis climática

Hay muy pocos ganadores en la crisis climática, pero los científicos están seguros de que habrá al menos uno: los mosquitos.

Estos insectos, molestos en el mejor de los casos y mortales en el peor, prosperan cuando hace calor y hay humedad. Como el cambio climático trae consigo olas de calor más frecuentes y severas, así como tormentas e inundaciones que dejan tras de sí charcos de agua estancada en los que la mayoría se cría, es el momento del auge de los mosquitos.

  • Por primera vez en décadas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) alertan de varios casos de malaria adquirida localmente en el país, una noticia que ha puesto a los mosquitos en la mira.
  • Aunque es demasiado pronto para saber si estos casos concretos están relacionados con el cambio climático, los científicos han advertido desde hace tiempo de que la malaria podría volverse más común en Estados Unidos a medida que aumenten las temperaturas en ese país.

Esto ha suscitado una nueva preocupación por el avance de los mosquitos hacia regiones en las que no han estado durante generaciones, o incluso nunca, y lo que esto podría significar para la propagación de las enfermedades mortales que transmiten.

  • El aumento de las temperaturas permite a los mosquitos crecer más rápido y vivir más tiempo. Mientras que antes morían durante los duros inviernos en muchos lugares, ahora tienen más posibilidades de sobrevivir y más tiempo para aumentar sus poblaciones. El calor también acelera el tiempo que tarda un parásito o virus en madurar dentro de un mosquito.
  • «Cuanto más se calienta la temperatura, más se acorta ese proceso. Por lo tanto, estos mosquitos no solo viven más tiempo, sino que se vuelven potencialmente infecciosos antes», explica Oliver Brady, profesor asociado de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

El calor también les aporta otros beneficios. Cuando hace más calor, hay más gente al aire libre por la mañana y a última hora de la tarde, el mejor momento para los mosquitos.

  • El calor también está empujando a las ciudades a aumentar la cantidad de espacios verdes, lo que tiene un efecto refrescante vital, pero también podría proporcionar nuevos caldos de cultivo ideales para los insectos chupadores de sangre.
  • Según un análisis reciente de Climate Central, un grupo de investigación sin fines de lucro, en Estados Unidos ha aumentado el número de «días de mosquitos», es decir, aquellos en los que se dan las condiciones de calor y humedad que tanto les gustan.
  • Los investigadores analizaron datos de más de cuatro décadas en casi 250 localidades y descubrieron que más del 70% de ellas se habían vuelto más hospitalarias para los mosquitos.
  • Aunque la mayoría de las aproximadamente 200 especies de mosquitos que hay en Estados Unidos son inofensivas, hay una docena que pueden transmitir enfermedades a los humanos como los virus del chikungunya, el dengue, el zika y el Nilo Occidental.

Mientras que las enfermedades graves transmitidas por mosquitos siguen siendo poco frecuentes en Estados Unidos, otros países no tienen tanta suerte.

  • En el África subsahariana, donde la malaria ha tenido consecuencias devastadoras, el cambio climático está ayudando a los mosquitos a ampliar considerablemente su área de distribución, según una investigación reciente.
  • Según un informe de la Universidad de Georgetown, los mosquitos Anopheles transmisores de la malaria se han desplazado, de media, unos 6,4 metros al año hacia zonas más elevadas y casi 5 kilómetros al año hacia el sur.

Es un ritmo que sigue el cambio climático y podría tener consecuencias significativas para zonas que nunca antes han padecido malaria y que probablemente no estén preparadas, afirmó Colin Carlson, biólogo especializado en cambio global de la Universidad de Georgetown y coautor del informe.

  • El dengue es otra enfermedad potencialmente mortal, que podría aumentar en un mundo más cálido. También conocida como «fiebre de los huesos rotos», provoca fiebre, náuseas, vómitos, fatiga y diarrea y, en algunos casos, hemorragias internas y la muerte. No existe cura ni tratamiento específico para el dengue, por lo que los afectados no tienen más remedio que sobrellevar los síntomas.

Perú se enfrenta actualmente al peor brote registrado de dengue transmitido por mosquitos, que ha infectado a unas 150.000 personas y causado más de 250 muertes.

Según los expertos, las lluvias y el calor inusualmente elevados han creado las condiciones ideales para los mosquitos. Aunque los científicos aún no han evaluado el papel que ha desempeñado el cambio climático en el brote, Carlson afirma que los vínculos parecen claros.

«No soy un hombre de apuestas, y apostaría a que cuando vayamos a hacer ese estudio, será el cambio climático», dijo.

Ahora el dengue llama a la puerta de Europa y Estados Unidos

«Mil millones de personas nuevas estarán expuestas a las condiciones climáticas adecuadas para la transmisión del dengue, y la mayoría de esas personas se encuentran en Europa Occidental y Estados Unidos y en la China templada», afirmó Carlson.

  • Se han producido brotes de propagación local en Texas, Florida, Hawai y Arizona. Y la semana pasada, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) advirtió que la especie Aedes albopictus, que puede transmitir el dengue y el chikungunya, se está desplazando hacia el norte y el oeste de Europa a medida que el cambio climático se apodera del continente que más rápido se calienta del mundo.

«Lo sorprendente es la velocidad de propagación», declaró a CNN Celine Gossner, principal experta en enfermedades emergentes y transmitidas por vectores del ECDC. En apenas una década, el número de regiones en las que se ha establecido este mosquito se ha triplicado.

Sin embargo, incluso con esta nueva exposición, es poco probable que en EE.UU. y Europa se produzcan grandes brotes o un gran número de víctimas mortales por el virus del dengue.

«La historia del cambio futuro se refiere más bien a grandes aumentos en zonas que ya tienen dengue, que va a empeorar mucho», dijo Brady. Señaló que China y algunas zonas de India están especialmente amenazadas. «Se trata de una situación realmente aterradora, porque en esas zonas vive un gran número de personas, e incluso pequeños cambios podrían ser catastróficos», afirmó.

  • Según Shannon LaDeau, ecóloga especializada en enfermedades del Instituto Carey de Estudios de Ecosistemas, las comunidades que ya se encuentran en primera línea de la crisis climática van a ser siempre las más afectadas por las enfermedades transmitidas por mosquitos, y es allí donde deben dirigirse las inversiones.
  • Pero es probable que el desplazamiento de las enfermedades transmitidas por mosquitos a regiones como Estados Unidos y Europa siga siendo un shock. «La gente que vive en zonas templadas va a ver cómo su modo de vida cambia drásticamente porque nunca antes habían tenido que preocuparse por ello», dijo LaDeau.
  • En la crisis climática no todo son altibajos para los mosquitos. Puede que en algunos lugares simplemente haga demasiado calor. «Hay un umbral a partir del cual la química de su cuerpo deja de funcionar», explica LaDeau. La mala noticia es que es probable que estos lugares también sean demasiado calurosos para los humanos.

Aún se desconoce mucho sobre cómo reaccionarán los mosquitos a la crisis climática. La relación entre el cambio climático y las enfermedades es compleja, afirma Gossner.

  • Sabemos mucho sobre cómo cambia la temperatura la capacidad de los mosquitos para transmitir enfermedades, poco sobre la rapidez con que se desplazan a nuevos lugares y muy poco sobre si las poblaciones totales de mosquitos están creciendo, explica Carlson.
  • Los científicos trabajan para desarrollar herramientas que permitan evaluar mejor la relación entre las enfermedades transmitidas por mosquitos y el cambio climático.
  • Mientras tanto, hay formas de protegerse del riesgo, como usar repelente de mosquitos, colocar mosquiteras en ventanas y puertas y eliminar el agua estancada de lugares como macetas y canaletas.

Los científicos también trabajan en métodos de alta tecnología para reducir las poblaciones. En Florida se está probando un mosquito modificado genéticamente que transmite un gen letal que mata a las hembras, que son las que pican.

  • Otros experimentos consisten en utilizar la bacteria wolbachia, que puede impedir que los virus se repliquen en el interior de un mosquito, haciéndolos menos propensos a transmitir virus.
  • También hay vacunas en el horizonte para enfermedades como el dengue y la malaria. «Es algo realmente importante», afirma Carlson. Pero que éstas se repartan equitativamente por todo el mundo es otra cuestión, añadió.

«Es un largo camino intentar comprender cómo utilizar mejor esas herramientas. Pero hay muchas esperanzas en el horizonte», dijo Brady.

  • En última instancia, abordar el cambio climático tendrá un impacto enorme. El camino que tome el mundo para reducir la contaminación que calienta el planeta conducirá a futuros muy diferentes para las enfermedades transmitidas por mosquitos, dijo Brady. «Una mitigación agresiva [del clima] sería, con mucho, el riesgo más bajo».

Alertan de mayor riesgo de enfermedades transmitidas por mosquito

El riesgo de aparición de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue y el chikungunya ha aumentado en Europa debido al cambio en las condiciones climáticas, advirtió el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).

La tendencia a un mayor calentamiento, con olas de calor e inundaciones más frecuentes y severas y veranos más largos y calurosos ha creado condiciones más favorables para especies invasivas de mosquitos como el Aedes albopictus y el Aedes aegypti, que propagan también la fiebre amarilla y los virus del zika y el Nilo occidental.

  • El Aedes albopictus ha pasado en una década de estar presente en ocho países y 114 regiones de la Unión Europea (UE) y el Espacio Económico Europeo (EEE) a trece y 337, respectivamente.
  • En la UE/EEE continental se registraron el año pasado 71 casos de dengue contraído de forma local (seis de ellos en España y 65 en Francia), lo que equivale al número total notificado entre 2010 y 2021.
  • La cifra de casos de virus del Nilo occidental ascendió en 2022 a 1,133 (1,112 contraídos localmente), con 92 muertes, el número más alto desde el pico de 2018, con Italia (723) y Grecia (286) a la cabeza y cuatro casos en España.

“En los últimos años hemos visto una expansión geográfica de especies de mosquitos invasivas a áreas previamente no afectadas en la UE/EEE. Si esto continúa, podemos esperar más casos y, posiblemente, más muertes de enfermedades como dengue, chikungunya y la fiebre del Nilo occidental”, señaló en un comunicado la directora del ECDC, Andrea Ammon.

Ammon instó a controlar las poblaciones de mosquitos, reforzar el control e imponer medidas de protección personal contra las enfermedades que estos transmiten.

  • El ECDC, que tiene su sede en Estocolmo, menciona iniciativas como eliminar las fuentes de agua estancada, donde se reproducen los mosquitos; usar larvicidas respetuosos con el medio ambiente y promover la sensibilización comunitaria sobre el control de estas especies.

Entre las medidas protectoras se citan el uso de mosquiteras en las camas, dormir en cuartos con aire acondicionado, rejillas para las ventanas, repelente y llevar ropas que cubran “la mayor parte del cuerpo”.

Casos de dengue aumentan 198% en México

  • Aunque la temporada de alta transmisión del dengue en México aumenta con la época de lluvias, en lo que va de 2023 ya se registran más casos confirmados que el año pasado. Hasta la semana epidemiológica 21, que abarca los últimos días de mayo, en el país se han confirmado 2,837 contagios y cinco defunciones.

Los datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud arrojan que, además, el dengue se incrementó 198% respecto al mismo periodo de 2022, cuando sumaban 951 casos confirmados y, también, cinco fallecimientos.

Del total de contagios, 1,445 corresponden a dengue no grave; 1,300 a dengue con síntomas de alarma, y 92 son casos de dengue grave.

  • Quintana Roo es la entidad federativa que más casos acumula, al reportar 1,134. Es decir, que aquí se ha notificado casi 40% del total de 2023. Otros estados del país con más dengue son Yucatán, con 466 casos; Veracruz, con 284, Campeche, con 173, y Tabasco, con 166.
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que la incidencia de dengue ha crecido en los últimos años en América, por lo que ha declarado a esta enfermedad como una de las 10 que representan una potencial amenaza de salud pública, recuerda en entrevista Hernán Porcile, director de Takeda México.
  • Aunque el dengue es endémico de 128 países, incluido México, aún no existe una medicina específica para tratarlo. Ante este panorama, la farmacéutica Takeda inició hace 10 o 12 años el desarrollo de una vacuna contra esta enfermedad que ahora busca traer al país. “Hablamos de prevención y de ayudar a la salud pública”, subraya Porcile.

Se trata de una vacuna tetravalente, es decir, que actúa contra los cuatro serotipos existentes de dengue. La vacuna reduce hasta 84% las hospitalizaciones por dengue grave, de acuerdo con información de Takeda sobre un estudio clínico que incluyó más de 20,000 participantes.

“Es un estudio de 54 semanas, son cuatro años y medio de estudio clínico, posterior a la segunda dosis, y los resultados fueron realmente muy buenos”, sostiene Porcile.

  • La vacuna contra el dengue de Takeda ya fue aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), así como en Indonesia, Brasil y Argentina. Actualmente está en proceso de aprobación ante la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su uso en México.
  • En 2015, el uso en los programas nacionales de inmunización de una vacuna contra el dengue de otra farmacéutica no fue recomendado por el Grupo Técnico Asesor de Inmunizaciones (GTA) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por «la falta de evidencias en algunos aspectos de seguridad y efectividad».

Hasta ahora, estudios sobre la eficacia de la vacuna de Takeda reportan que sería segura y eficaz en personas mayores de 4 años. Se puede administrar independientemente de que hayan sufrido infección previa con dengue o no.

Además de la vacuna, en el marco de su 60 aniversario, la farmacéutica también instalará en el país un Centro de Innovación Global, el segundo que Takeda tiene en el mundo, para estudiar otras enfermedades a fin de encontrar posibles soluciones.

Pobreza es factor de riesgo para dengue severo en México

El estatus socioeconómico y la humedad del ambiente son algunos de los factores más determinantes para predecir casos de dengue severo en México, según un estudio publicado en la revista científica Ecological Informatics.

  • Cuando incrementaba la pobreza en el modelo que diseñaron para el estudio la tasa de dengue severo incrementaba en 19,1 por ciento. Por su parte, la humedad estaba asociada a incrementos de hasta 1,7 por ciento para la manifestación más grave de la enfermedad.
  • Tras hacer un análisis probabilístico de la información recolectada por la Secretaría de Salud de México, los investigadores determinaron las relaciones de riesgo que existen entre factores climatológicos y las distintas variantes del virus del dengue presentes en el país.

Además de la pobreza y la humedad abundante, la baja altitud también es predictiva de una mayor cantidad de casos de dengue severo. Algunas zonas costeras del país que cumplen con estas características fueron identificadas como puntos críticos.

El estudio señala particularmente algunos municipios de Chiapas, Campeche, Quinta Roo y Yucatán como las regiones con más riesgo. En general, el sudeste del país (donde están los estados mencionados) acumula 61 por ciento de los casos de dengue severo.

“(La enfermedad) se va a volver grave cuando está entrando repetidamente en comunidades y ya está infectando a las personas por segunda ocasión. Ahí es cuando empieza a haber cuadros de dengue grave”.- Alejandro Macías, infectólogo mexicano

  • En sus conclusiones, los autores recomiendan prestar especial atención al estado de Oaxaca debido a sus índices de pobreza y sus condiciones climatológicas. Sin embargo, en la investigación, el estado aparece como una zona en la que los casos de dengue severo son bajos.

Al respecto, Esther Annan, autora líder del estudio e investigadora del Departamento de Bioestadísticas y Epidemiología de la Universidad de North Texas (EEUU), explica que “si no se reportan casos de dengue severo no es porque que no esté presente, sino que es posible que solo haya un serotipo circulando. Así que, en cuanto se introduce una variante, se empiezan a reportar estos casos”.

Se conoce como serotipos a las distintas variantes de un solo microorganismo infeccioso. En el caso del virus del dengue existen cuatro subespecies y cada una tiene ciertas características que pueden impactar en la severidad de la infección que provocan.

El infectólogo mexicano Alejandro Macías explica a SciDev.Net que el dengue es un virus que es más grave, generalmente, cuando ocurre por segunda ocasión. “Entonces, (la enfermedad) se va a volver grave cuando está entrando repetidamente en comunidades y ya está infectando a las personas por segunda ocasión. Ahí es cuando empieza a haber cuadros de dengue grave”.

El investigador mexicano, que no participó en el estudio, resalta que se trata de “un problema que pudiera agravarse en el futuro”.

  • Otra variable importante es el calentamiento global. Debido a la relación del dengue con factores climáticos, Annan explica que “con el cambio climático son de esperarse variaciones en lugares donde actualmente no tienen dengue”.
  • Pablo Liedo, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en Chiapas, que no participó en el estudio, destaca el caso de San Cristóbal de las Casas: “Era un lugar donde no había problemas de dengue y ahora sí los ha habido. Eso habla del desplazamiento que se está dando por el cambio climático”.
  • Carlos Félix, del Centro Regional de Investigaciones en Salud Pública de México, explica que en Chiapas “hay muchas personas que no tienen manera de construir dónde guardar el agua, como cisternas tapadas, a las que no puedan tener acceso los mosquitos”.

Liedo destaca también la ausencia de apoyos en instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. El experto opinó que después de la pandemia por COVID-19 el dengue se ausentó de los Programas Nacionales Estratégicos, los cuales organizan los esfuerzos de investigación en torno a problemáticas nacionales concretas.

Annan y Liedo coinciden en que el dengue es una bomba de tiempo. Por su parte, Macías advierte: “Si dejamos de controlar el mosquito, de investigar, de dedicarle recursos y atención, tarde o temprano nos va a explotar en las manos”.

Aumento de temperatura incrementa las enfermedades infecciosas en Sudamérica

“Los efectos adversos del cambio climático sobre la salud se están acelerando y están afectando de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables. Esta tendencia no hará más que continuar si no tomamos medidas inmediatas”, advierte Stella Hartinger, durante la presentación de la investigación sobre salud y cambio climático realizada en doce países de Sudamérica.

  • El estudio Confíe en la ciencia, elaborado por Lancet Countdown —colaboración internacional de institutos de investigación y universidades— presenta por primera vez datos reveladores, y en algunos casos alarmantes, sobre las consecuencias que está teniendo el cambio climático en la salud de las personas que viven en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Uno de los hallazgos del estudio es que el número de muertes relacionadas con el calor se ha incrementado en 160 % entre los años 2017 y 2021, si se compara con el período tomado como línea de base que va del 2000 al 2004.

  • “La exposición al calor extremo junto con las vulnerabilidades personales y sociales aumenta el riesgo de muerte por todas las causas, particularmente por afecciones cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias entre las personas vulnerables mayores de 65 años”, señala el informe.
  • Olas de calor más frecuentes e intensas, incendios forestales, menor rendimiento de los cultivos y un clima más idóneo para la transmisión de enfermedades infecciosas y endémicas figuran entre los peligros para la salud derivados del cambio climático y que han sido identificados para este informe.

“Sudamérica es una región endémica para el dengue. La transmisión de este tipo de enfermedades por vectores se debe al incremento de temperaturas, precipitaciones, eventos extremos y fenómenos de variabilidad climática global”, precisa Hartinger, investigadora del Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, quien forma parte del grupo de 28 científicos de diversas disciplinas —de 21 instituciones académicas— que se encargaron de elaborar este estudio.

  • En los últimos 10 años se ha registrado un aumento de temperatura en todos los países de Sudamérica —indica Hartinger— con anomalías notables que van desde 1 a 2 grados centígrados en varias partes de Brasil, Colombia, Chile y Argentina.
  • “Estamos viendo olas de calor excepcionalmente intensas y prolongadas en algunos países como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay e inclusive Perú. Y hemos visto que las poblaciones más afectadas son niños menores de un año y adultos mayores de 65 años”.
  • Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela figuran entre los países en donde la mortalidad ha aumentado por efecto del incremento de la temperatura. Sin embargo, Ecuador, Guyana y Chile son los que presentan un aumento mayor de fallecimientos por esta causa, se precisa en el reporte.

El informe también alerta sobre los cambios en las condiciones del clima y cómo estas variaciones favorecen el incremento de algunas enfermedades. Por ejemplo, en el caso del dengue, la aptitud climática para la presencia de esta afección ha aumentado en un 35.5 % para todos los países, excepto para Chile.

“Países como Perú y Ecuador muestran la mayor variabilidad en cuanto a este indicador en estrecha asociación con eventos de El Niño, que deben entenderse como un potencial riesgo agregado al que representa el cambio climático por sí solo. Si bien toda la población se verá afectada hasta cierto punto, los hogares que ya viven en la pobreza o bajo presión actual son más vulnerables, menos resilientes y, por lo tanto, más afectados por estos y otros riesgos para la salud”, señala el informe.

  • Las muertes prematuras por contaminación atmosférica también han sido consideradas en este informe. A nivel global, por lo menos siete millones de personas mueren de forma prematura por esta causa.
  • Para Sudamérica, el estudio indica que en el 2020 ocurrieron 37 000 muertes prematuras asociadas a la contaminación de aire por partículas en suspensión de 2.5 micras o menos (PM2.5).
  • Entre todos los países de la región, Chile y Perú tienen la mayor mortalidad de personas por millón causada por la contaminación atmosférica. En el caso de Chile son 230 muertes por millón y en el de Perú la cifra es de 176.

Además, Perú y Bolivia presentan la peor calidad de aire en Sudamérica. De acuerdo con el estudio, los peruanos están expuestos a una contaminación en promedio de 31 microgramos por metro cúbico de material particulado en el aire al año y los bolivianos a 27 microgramos por metro cúbico, más de cinco veces del límite que la Organización Mundial de la Salud fijó en 5 microgramos por metro cúbico de concentración de material particulado al año.

  • “La exposición a PM2.5 conduce a una alta carga de enfermedades asociadas a la morbilidad que aumenta el riesgo de afecciones como accidente cerebrovascular, enfermedades cardiacas y pulmonares, afecciones de las vías respiratorias bajas como neumonía, cáncer, entre otras”, se explica en el estudio.
  • Quienes viven en las ciudades están más expuestos a la contaminación del aire —indica el estudio— y en Sudamérica el 80 % de la población habita en las urbes. Esta polución en las ciudades se debe, principalmente, a las emisiones por la quema de combustibles fósiles para generar energía, al transporte, la quema de desechos, entre otros.

Además —precisa el informe— la calidad del aire puede empeorar por el aumento de las temperaturas, lo que destaca la urgencia de responder a estos desafíos a medida que el planeta se calienta.

El reporte también ofrece un panorama de los riesgos para la salud en cada uno de los países, peligros que han sido identificados mediante evaluaciones realizadas en 205 ciudades de los 12 países analizados.

  • Para Brasil y Argentina los peligros mayores son las lluvias extremas y las inundaciones; para Perú es el calor extremo y la falta de agua; en el caso de Chile y Colombia lo que más preocupa son los incendios forestales. En Colombia, además, también preocupa la migración climática.
  • “Los números no son muy alentadores. Hay una mayor cantidad de personas expuestas a las amenazas como el aumento de temperatura, las sequías y las olas de calor, entre otros”, señala Yasna Palmeiro-Silva, investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile y del University College London, en Inglaterra.

Palmeiro-Silva, también coautora del estudio de Lancet Countdown, menciona algunos de los efectos del aumento de temperatura que se están viviendo en Sudamérica como, por ejemplo, las olas de calor que han impactado a Chile, Argentina y Paraguay.

  • “Asociados al aumento de la temperatura y a la sequía que está afectando a muchos países en Sudamérica se presentan como amenaza los incendios forestales”, agrega la investigadora que recuerda cómo Brasil y Chile sufrieron incendios forestales de gran magnitud entre 2022 y los primeros meses de 2023.
  • “También de manera indirecta pero igual de importante es la salud alimentaria. Los cultivos se verán afectados por el aumento de temperatura”, agrega Palmeiro-Silva. Según el reporte 168.7 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria moderada o grave en Sudamérica y el cambio climático ejercerá una presión adicional.

“Las condiciones ambientales cambiantes, incluidas las sequías más intensas y prolongadas, los fenómenos meteorológicos extremos, las temperaturas más altas y el aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2 afectan el crecimiento, el rendimiento y el contenido nutricional de varios cultivos, incluidos los cuatro básicos: trigo, arroz, maíz y soja”, señala en informe./Agencias-PUNTOporPUNTO

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