POLLEROS evaden RUTAS para MIGRANTES

Conducen indígenas a centroamericanos a la ciudad turística de San Cristóbal

Al reforzarse los retenes migratorios por los principales caminos de ingreso al país por Chiapas, los traficantes de personas trazaron nuevas rutas que pasan por largos caminos de comunidades indígenas cuya parada para descansar o cambiar de guía es esta ciudad turística.

Hace cuatro años la Iglesia católica habilitó una casita para el resguardo de quien fuera amenazado al ingresar a territorio mexicano, aunque había pocos porque casi nadie se aventuraba a llegar hasta aquí tras recorrer complejas veredas que -aunque son libres de vigilancia- sólo son conocidas por los tzotziles.

  • Los «polleros» decidieron retar los usos y costumbres de las comunidades pobres al ofrecerles trabajo a sus habitantes como guías de camino.
  • Así trazaron una nueva ruta que inicia desde la zona fronteriza, entrando por Frontera Comalapa, y llega a San Cristóbal de las Casas, para después zigzaguear por veredas indígenas de Chamula, Zinacantán, Bochil y conectar hasta Tabasco.
  • Los migrantes paran en San Cristóbal porque aquí pasan desapercibidos entre los turistas que pasean por los andadores, museos, plazas, restaurantes y cafeterías.
  • Por las mañanas los centroamericanos se concentran en los cruceros de la ciudad para pedir dinero a fin de recolectar al menos los 120 pesos diarios que cobra alguna modesta posada.
  • «Ni trabajo, ni comida, ni estancia, sino dinero como limosna para estar unos 20 días y luego irse», explicó el empresario restaurantero y dirigente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) local, Julio Martínez.
  • Los traficantes de personas también eligieron esta ciudad para hacer el cambio de guía o algunas veces para abandonar a los migrantes.
  • «Los centroamericanos vienen asustados porque no es fácil venir hacinados, es evidente que tras las caravanas la ciudad se volvió de estancia», explicó un elemento de Protección Civil municipal que prefirió omitir su nombre ante el hermetismo de la autoridad local.

Vías alternas

Las nuevas rutas no se metieron a la fuerza, ni tampoco son nuevas, afirmó el ex Alcalde tzotzil de Zinacantán, Manuel Martínez.

De acuerdo a su testimonio y al de un policía federal, el fenómeno se notó hace años cuando algunos «polleros» dejaron de ver al río Suchiate como ruta redituable para ingresar a México.

Apostaron entonces a conocer nuevos caminos y se perdieron, por lo que comenzaron a pagar a jóvenes indígenas desde 5 a 10 mil pesos para servir como guía durante el día y la noche.

  • Tras el éxodo centroamericano de octubre pasado, en un día se puede ver hasta 40 camionetas que transitan por las veredas montañosas, coincidieron las fuentes por separado.
  • «Por usos y costumbres no permitimos que entren a los municipios porque no queremos ayudar al tráfico de personas, sin embargo sí sabemos que algunos jóvenes están trabajando para los ‘polleros'», advirtió Martínez.
  • «Si los encontramos, los multamos desde 20 mil pesos y les podemos hacer pagar hasta 500 mil pesos para que no lo vuelvan a hacer».
  • Ante las diversas detenciones y accidentes en esas nuevas rutas, el Fiscal General de Chiapas, Jorge Luis Llavén Aguilar, reportó en fecha reciente que en esa zona han rescatado a 571 migrantes desde diciembre del año pasado y hasta enero./REFORMA-PUNTOporPUNTO

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