Al más puro estilo priista, Andrés Manuel López Obrador insiste en reciclarse y desgastarse en una dinámica que solo él entiende y que pareciera moverse en una realidad alterna a la de este país. Más por consideración que por interés, autoridades de la Ciudad de México y del Gobierno Federal han cedido a escuchar la última ocurrencia de este político tabasqueño que insiste en permanecer en los reflectores a como dé lugar.
Hace unos días el otrora candidato presidencial por varias ocasiones presentó de manera formal su propuesta alterna para el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. El proyecto, diseñado por los ingenieros José María Riobó y Sergio Samaniego, prevé construir la terminal aérea en 30 meses, sin que deje de operar el actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México y con un costo de inversión de 69 mil millones de pesos, 100 mil millones de pesos menos a la propuesta del Gobierno de la República.
Se quieren construir dos pistas en la base militar aérea de Santa Lucía, Estado de México, las cuales serían utilizadas para vuelos internacionales exclusivamente y sin ninguna afectación a las instalaciones militares que alcanzan al día de hoy 3 mil hectáreas. En cuanto al aeropuerto capitalino, que consta de 750 hectáreas, sus dos terminales servirían únicamente para vuelos nacionales y conservarían las instalaciones de la policía federal.
En total el proyecto contaría con 5 pistas para aterrizaje: dos del actual aeropuerto que seguirían funcionando; una más de la base aérea militar y dos más, que se construirían en poco más de dos años.
De acuerdo con el ingeniero José María Riobó, el lugar para construir las dos pistas en Santa Lucía tiene 10 ventajas, entre ellas, un menor daño ecológico y social, cuenta con viabilidad aeronáutica, un suelo apropiado para los aterrizajes y garantías de protección civil más amplias en caso de «calamidades» en la ciudad de México.
Lo que no dicen es que esta propuesta es totalmente inviable, ya que entre uno y otro aeropuerto hay más de 40 kilómetros de distancia que se cubren por tierra en más de dos horas debido a la falta de vialidades en la zona.
Lo que no dicen también es que es ridículo que un pasajero que llegue del extranjero y deba tomar un vuelo de conexión nacional tenga que padecer ese camino, un despropósito cuando por origen los aeropuertos son para acortar distancias.
Lo que aquí vemos, aunque se enojen en Morena, es una “urgencia de atención” fatal en la que el político igual le da hacer propuestas que serán rechazadas, siempre y cuando le produzcan materia prima para reclamar al gobierno y mandar al diablo a las instituciones por enésima vez.
PARA EL REGISTRO No es coincidencia que la tierra en Iguala, Guerrero, esté sembrada de fosas clandestinas y se hayan encontrado restos de más de 100 personas. Esa zona es territorio activo para grupos del crimen organizado. Se vienen días aciagos para los familiares de desaparecidos. Gracias y buen inicio de semana.
@betata75
Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario
