Sobreexplotados los MANTOS ACUÍFEROS en el PAÍS; CDMX se quedará SIN AGUA en 40 años

Hasta el 2021, en el país habían 653 acuíferos, de los cuales 157 presentaban sobreexplotación, es decir, 24% del total.

El fenómeno de sequía que se ha presentado en los últimos 15 meses en México ha afectado la recarga de los mantos acuíferos y provocado que se acelere la sobreexplotación de los mismos, alertaron expertos.

  • Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hasta el 2021, en el país habían 653 acuíferos, de los cuales 157 presentaban sobreexplotación, es decir, 24% del total. La cifra para el 2020 fue la misma, sin embargo, para el 2019 se tenían documentados 115 acuíferos bajo esta condición. Mientras que para el 2017 la cifra se ubicó en 105 y para el 2011 fue de 101.
  • El total de acuíferos se encuentran divididos en 13 regiones hidrológicas a lo largo del país. La del río bravo, que comprende partes de Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas es donde se encuentra el mayor número de mantos sobreexplotados, con un total de 46, según la Conagua.

“La gente está acostumbrada a identificar el abastecimiento de agua como el líquido superficial que viene de presas, ríos, etc, pero la verdad es que en algunos lugares la mayor parte del agua que se consume viene de estos grandes depósitos que se encuentran a distintas profundidades y que nos proporcionan 40% del agua en México”, indicó Manuel Perló Cohen, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

El experto advirtió que se le está extrayendo más agua a los mantos acuíferos de lo que se recarga de manera natural a través de la lluvia.

“Estamos viendo que el 2021 fue un año especialmente duro en términos de sequía y se espera que este año enfrentemos una megasequía, así lo llaman en EU. Qué va a pasar cuando disminuya el agua superficial, pues bueno se va a recurrir a las aguas subterráneas, pero resulta que éstas ya están mermadas, estamos ante un efecto en cadena bastante preocupante”, refirió.

  • Por su parte, Víctor Orlando Magaña Rueda, investigador del Departamento de Geografía Física del Instituto de Geografía indicó que cobra relevancia identificar lo que es una sequía meteorológica de una hidrológica.

“Cuando uno ve los niveles tan bajos de las presas en el noreste, en particular en Nuevo León, uno tiene que pensar que no ha llovido todo lo que se requiere, pero también se tiene que ver cómo han manejado el agua y aquí entra el factor humano”.

Desde el punto de vista del experto, la Conagua presenta el problema de la sequía como algo atribuible a la cuestión meteorológica y no reconoce las pocas capacidades con las que cuenta para el manejo del vital líquido.

“Las demandas crecen, pero lo que llueve no necesariamente crece y eso nos hace reflexionar que no es una cuestión de una falta de presupuesto, sino de iniciativas, creatividad, de programas, muchas cosas que se abandonaron durante años y hoy nos pasan la factura”.

Le quedan 40 años de agua a la CDMX

Si no hacemos cambios drásticos en materia del agua subterránea nos encaminaremos a una catástrofe silenciosa, la cual no es visible como cuando el nivel de las presas disminuye, un río está contaminado o un manantial se seca. Incluso la capital del país podría quedarse sin agua en los próximos 40 años, afirmó Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

  • De acuerdo con el investigador, México tiene 653 acuíferos y 38.7 por ciento de este líquido utilizado en el país proviene de esas fuentes; de ellos, 105 están sobreexplotados, es decir, la extracción excede a la recarga, en algunos de ellos en más de 100 por ciento.
  • Agregó que la mayoría se encuentran donde llueve menos, en entidades como Querétaro, San Luis Potosí, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, la costa del Pacífico Norte y en la Península de Baja California.

Perló Cohen señaló que en la región se extraen del subsuelo 40 mil litros de agua por segundo, lo que significa dos terceras partes del total que se consume en el área metropolitana de la Ciudad de México, e indicó que otra cantidad importante de agua se lleva del sistema Cutzamala y del acuífero Toluca-Lerma.

El investigador también destacó que para abastecer a la capital del país se sobreexplotan los mantos acuíferos del Estado de México, Hidalgo e incluso algunos a 100 kilómetros de distancia y advirtió que al ritmo de extracción actual, se calcula que en la Ciudad de México quedaría agua para cerca de 40 años.

Extracción y problemas

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, 60.8 por ciento del agua se utiliza para producción agrícola, abastecimiento público, industria autoabastecida y termoeléctricas, el cual, durante 2018 provenía en su mayoría de fuentes como ríos, arroyos, lagos y presas.

  • Los acuíferos se encuentran a diferente profundidad, explicó el investigador, por lo que su principal recarga estriba en la lluvia y la nieve que se infiltran al subsuelo cuando la superficie terrestre las absorbe. Las aguas subterráneas se extraen por medio de bombas y pozos, aunque también hay afloramientos en manantiales.
  • Además, señaló que deben hacerse más estudios ya que “no es fácil saber cuánta agua hay en el subsuelo; deben hacerse estudios muy modernos, con tecnología muy avanzada para poder identificar cuánto recurso hay y qué calidad tiene, si es potable o no, porque muchas veces puede contener sustancias químicas, presentes de manera natural”.

El investigador agregó que la sobreexplotación de acuíferos genera problemas serios porque las reservas de agua se agotan: “cada vez tenemos que bombear el recurso de profundidades mayores, con el consiguiente aumento de costos; y cuando los pozos se agotan hay que sustituirlos, construir nuevos”.

  • Asimismo, señaló que produce hundimientos del subsuelo, como el del Zócalo de la Ciudad de México, el cual se encuentra ocho metros por debajo del nivel que tenía hace un siglo; además, genera ruptura de infraestructura y dificultades de intrusión de agua de mar en las reservas subterráneas de la dulce cercanas a las costas, por lo cual deja de ser apta para el consumo humano.
  • Otro problema es el de la contaminación en las zonas agrícolas, por el uso de pesticidas que también se infiltran al acuífero, y en las ciudades por la intrusión de agua de drenaje en el manto freático.

También hay acuíferos trasnacionales, que compartimos con Estados Unidos, Guatemala y Belice. No obstante, se carece de una legislación internacional o tratados para regular su uso, señaló el investigador con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo.

¿Hay acciones para frenar el proceso de deterioro de los acuíferos?

Sí, el investigador Manuel Perló destacó que podemos tomar diversas acciones para detener el proceso de deterioro de los acuíferos; “revertirlo es cosa más seria y difícil, pero por lo menos podemos frenarlo, que la pendiente no se haga cada vez más aguda y extrema”.

Perló destacó que se necesita más investigación, tanto del gobierno como de las universidades, para saber con datos precisos cuánta agua hay en las reservas, cuánta se infiltra, se extrae y se consume.

  • Además, señaló la importancia de proteger las áreas de recarga del acuífero e indicó que podría hacerse una recarga artificial de acuíferos con agua tratada, como lo que se realiza en países como Estados Unidos, Australia, Alemania o Israel y comentó que debemos reducir la extracción subterránea mediante el uso eficiente y el cuidado del agua, con ayuda de equipos ahorradores de consumo.

“En los hogares tenemos un gran potencial de ahorro, pero también debe haber un cambio significativo en la actividad agrícola. Hay que rescatar los acuíferos, protegerlos y convertirlos en la garantía de nuestro futuro”, concluyó.

Hogares más pobres en la CDMX consumen cinco veces menos agua

En la Ciudad de México el 20 por ciento de las viviendas con menores ingresos consume sólo el siete por ciento del agua de la urbe, mientras que el mismo porcentaje de hogares con mayores ingresos consume 42 por ciento, advierte la doctora Lilia Rodríguez Tapia, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco, quien ha participado en diversos estudios sobre gestión del agua en la capital.

  • Durante la conferencia Problemas de abastecimiento de agua a los hogares en la Ciudad de México, la especialista añadió que, de igual manera, en el consumo per cápita también se observa una gran disparidad, pues en zonas pobres es de 16 litros por habitante al día y en contrapartida cada miembro de familias con ingresos mayores consume en promedio 710 litros diarios.

La académica del Departamento de Economía de la Unidad Azcapotzalco expuso que se observan consumos muy exiguos en la periferia, en donde se localizan las zonas más vulnerables en el uso hídrico y con marginación alta y muy alta, principalmente en las alcaldías Iztapalapa, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Azcapotzalco y Tlalpan.

  • A través de un comunicado de la institución, la experta citó estudios sobre el uso y dotación del agua en la Ciudad de México (CDMX), el cual refiere que la población de la Alcaldía Iztapalapa enfrenta los mayores rezagos y entre sus habitantes es posible encontrar consumos que va de 10 a 16 litros al día por persona, mientras Milpa Alta es la segunda zona que padece del problema.

Durante el Seminario permanente Estructura y Coyuntura de la Economía mexicana, coordinado por el Departamento de Economía de ese campus de la UAM, señaló que con sus colegas han medido qué tan desigual es la distribución del agua y como se distribuye en el espacio geográfico, para ello se consideró la variable espacial para identificar las áreas de mayor vulnerabilidad en la dotación del recurso.

“Encontramos una distribución muy desigual y también en el consumo, que van de la mano del índice de marginación, pues aquellos hogares con ingreso exiguo carecen de una infraestructura hídrica eficiente mientras la población de altos ingresos está dotada de mejores recursos e instalaciones”, afirmó la investigadora.

Por otra parte, el estudio “Acceso desigual al agua y su asequibilidad para los hogares en México”, del cual es autora, señala que si bien cerca del 93.7% de los hogares en México tienen acceso a agua corriente, este porcentaje cambia considerablemente al dividir los hogares en deciles de ingresos y al analizarlos según los hogares con y sin acceso continuo al agua. “En 2016, un total de 2 millones 10 mil hogares no tenían acceso, lo que representa aproximadamente 8 millones de personas en los 32 estados de México. Al analizar por deciles, solo el 82% del primer decil (el ingreso más bajo) tenía acceso a agua corriente y aproximadamente 538 mil hogares de este decil no tenían acceso a este servicio. Mientras tanto, para el décimo decil, casi el 99% tenía acceso y solo 44 mil no”.

Gestión hídrica

La capital, que se ubica en una cuenca hidrológica que abarca la metrópoli y otras entidades del centro del país, alberga a dos millones 756 mil viviendas, de acuerdo con el censo de población 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y es además la región con mayor densidad poblacional de México.

  • Dos terceras partes del bien que se consume en la ciudad proviene de los acuíferos y un tercio llega proveniente de cuencas externas del sistema Cutzamala, localizado a 124 kilómetros, para dotar del recurso a una población de más de nueve millones de seres humanos.
  • La especialista en gestión sustentable del agua recordó que en 2011, junto a otros colegas de la UAM, desarrolló una investigación para recabar el consumo de cada hogar, empleando datos de marginación de los habitantes de la Ciudad de México de organismos oficiales, como el índice de marginación urbana que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el censo de población del Inegi e información del Consejo Nacional de Población (Conapo).

Recomendaciones internacionales

Según las recomendaciones de organismos como la Organización Mundial de la Salud, una persona debe disponer de al menos 100 litros de agua al día, en tanto que la Conagua clasifica tres rangos en el uso del líquido: residencial, media y popular, con consumos de 250, 195 y 150 litros por persona diarios.

La OMS señala que una persona debe ingerir dos a tres litros de agua por día, para realizar las funciones del organismo y asegurar el buen funcionamiento de los riñones. El agua de consumo humano debe ser transparente, inodora, incolora, insípida. “Debe contener minerales como yodo, flúor y cloro, en cantidades permitidas, para evitar enfermedades como el hipotiroidismo, caries dental y enfermedades infecciosas gastro intestinales respectivamente”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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