Admite Ortega problemas del magisterio en Guerrero

RITA MAGAÑA TORRES

El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, admitió ante senadores y diputados que los problemas del magisterio en la entidad se dieron a lo largo de los años, donde prevalece irresponsabilidad de los que olvidaron su profesión como maestros.

Además, agregó, de comisionados que no hacen su función de docentes, privilegios con salarios no autorizados por la ley y empoderamiento gremial, pero no hay liderazgo honesto que mantenga privilegios, que no corresponden a la realidad.

En la Segunda Mesa de Diálogo Intergubernamental en relación a la implementación de la reforma educativa en el Senado el gobernador de Guerrero aseveró que en la pasada evaluación magisterial el estado cumplió con la meta y estuvo por arriba de la media nacional en cuanto a participación.

Sin embargo, consideró que hace falta profundizar en una mayor información sobre la reforma educativa, pues los profesores guerrerenses la consideran una medida “punitiva” que amenaza su empleo y salario.

Advirtió que la incertidumbre que ello genera puede devenir “en un gran conflicto político y social”, es fundamental que este tema se atienda a través de un diálogo permanente con todos los actores involucrados.

Además, indicó, participen legisladores, líderes magisteriales y sociales, a fin de construir “grandes consensos” y disipar dudas; todo dentro del marco constitucional “y nada al margen del Estado de derecho”.

Dijo que Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán tienen rezagos ancestrales, pobreza y marginación, de ahí, que el tema educativo en estos estados deba tener condiciones especiales, debido a las situaciones excepcionales que prevalecen; es decir, “no se puede tratar igual a los desiguales”.

Precisó que existen las condiciones para el entendimiento y la construcción de acuerdos, se está a tiempo de borrar la incertidumbre que lleva al magisterio de Guerreo a creer que se trata de una medida punitiva en su contra.

Este debate, subrayó, n o lo gana quien grite más ni tampoco los oídos sordos, sino escuchando mucho y poniendo en la mesa de la discusión los argumentos.

Mencionó que el magisterio honesto y comprometido con la educación no se atreverá a defender antiguos privilegios, producto de una herencia que no corresponde con el desafío para lograr el desarrollo, equidad e igualdad en la educación.

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