Complicidad Sexenal en el drama de las Fosas Clandestinas

Sólo el pasado 6 de septiembre se descubrió uno de los cementerios clandestinos más grandes del país, con 166 cuerpos

Esto despertó nuevamente la pregunta de cuántos cadáveres se descomponen debajo del suelo mexicano. El gobierno federal no tiene la respuesta completa.

  • De 2006 a enero de 2018, la Procuraduría General de la República (PGR) colaboró en la recuperación de 789 cuerpos y fragmentos óseos repartidos en 296 fosas en diferentes partes del país, de acuerdo con datos entregados vía transparencia. Pero esta cifra se queda corta cuando se compara con los datos de fiscalías estatales y organizaciones civiles.
  • Veracruz es el ejemplo más claro. Medios nacionales publicaron el 11 de septiembre de 2018, que de 2011 a la fecha se encontraron enterrados o semienterrados mil 178 víctimas, según la Fiscalía General del Estado.
  • En el mismo periodo, la PGR cuenta en sus registros con la recuperación de 35 cuerpos. Esto quiere decir que la Procuraduría tenía conocimiento de sólo 3% del total de cadáveres que estaban enterrados de manera clandestina en la entidad.
  • Las causas de este desfase en las cifras varían. “La PGR no siempre se acerca a todos los sitios donde se hallan fosas clandestinas; algunas veces es un tema de competencia […]. También es un problema porque no todas las fiscalías proporcionan la información sobre los hallazgos.
  • Esto puede ser porque no se preocupan desde un inicio por sistematizar los datos o en el peor de los casos porque exista una política de no dar información respecto a estas violaciones graves de derechos humanos”, explica Jorge Ruiz Reyes, politólogo e integrante del Programa de Derechos Humanos de la Ibero.

La falta de una base de datos central ha hecho que la tarea de contabilizar los cadáveres recuperados sea casi imposible. Y la coordinación que debería existir entre autoridades estatales y federales no es más que una ilusión puesta en papel. “Que las procuradurías estatales no surtan la información verificada a la PGR provoca el desfase en las cifras”, asegura Javier Oliva, experto en temas de seguridad.

  • Un año clave en el descubrimiento de estos cementerios clandestinos fue 2011. En San Fernando, Tamaulipas, se recuperaron los cadáveres de 195 migrantes repartidos en 45 fosas. En ese momento fue considerado uno de los hallazgos más macabros en el país.
  • Pero la situación se repetiría una y otra vez en los siguientes años. De octubre de 2014 a noviembre de 2015 se encontraron 124 fosas repartidas en Iguala, Guerrero. Ahí estaban regados 158 cadáveres, según datos de la PGR.
  • La más grande que encontraron en esas fechas fue en octubre de 2014: 39 cuerpos divididos en 11 fosas en las tierras de Iguala.
  • Al ver que los cadáveres no dejaban de emerger, muchas familias alzaron la voz. “Salimos a las calles a gritar que tal vez eran nuestros familiares los que estaban ahí. Gracias a que comenzó a saberse esto, muchos tuvimos el valor de decir que nos faltaba alguien”, relata Mario Vergara, quien desde 2014 se convirtió en un buscador de cadáveres.

Tomás, su hermano, salió de su casa en Huitzuco, Guerrero, el 5 de julio de 2012, pero en algún punto camino al trabajo fue secuestrado. Ya pasaron seis años desde esa fecha. Las negociaciones duraron sólo un mes. Después, el silencio invadió a la familia. Las llamadas pararon y Tomás no regresó.

  • A finales de 2014, Mario se unió a la primera jornada de búsqueda de fosas clandestinas del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala, quienes han encontrado más de 200 cuerpos y más de 3 mil fragmentos en los cerros del municipio.

Cifras inconclusas

Han solicitado a la PGR el desglose de todas las fosas clandestinas y cadáveres que se han encontrado en México desde 2006 hasta el primer trimestre de 2018. La Procuraduría especificó en su respuesta que los datos que entregó hacen referencia únicamente a las diligencias en las que participó. Al comparar su información con otras fuentes, incluso con notas de prensa, las diferencias pueden ser abismales.

  • En 2017, la fiscalía de Colima confirmó el hallazgo de 33 fosas clandestinas en el estado. La región de La Laguna fue la más afectada. Pero estos datos no figuran en los registros de la PGR. En ese año, la Procuraduría sólo colaboró en la recuperación de un cuerpo en la entidad.
  • Lo mismo ocurrió con el cementerio clandestino en Zacatecas en agosto de 2017. La Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que se encontraron 14 cadáveres. Mientras que las cifras de la PGR no los tienen contabilizados.
  • “Esto ha sido un fallo estructural muy serio, porque si no se tienen cifras precisas para atender el problema, las medidas que instrumente el gobierno evidentemente van a fracasar”, dice Javier Oliva.

Violencia llega a la CDMX

En los últimos años, mientras México se desangraba en un goteo de unos 25.000 asesinatos anuales, la capital vivía ajena a lo que se cocía en el resto del país. Atrás quedaban las décadas de los ochenta y noventa, en las que Ciudad de México se convirtió en uno de los trágicos referentes mundiales de violencia urbana.

  • Sin embargo, en los últimos meses han reaparecido en la capital las matanzas y venganzas entre capos que revelan la llegada de una violencia con nuevo rostro. El discurso oficial en Ciudad de México se resquebraja, ante la avasalladora realidad, cientos de muertos y crímenes por doquier.
  • La detención el 8 de agosto de Roberto Moyado Esparza, El Betito, indica que Unión Tepito, la organización criminal que dirigía, más que una banda es un cartel liderado por un capo con alias de adolescente. Según los expertos, el diseño actual de carteles en la megalópolis tiene dos puntos de inflexión recientes.

El primero fue el secuestro de 13 jóvenes en 2013 en la discoteca Heavens, a pocas manzanas del eje financiero de la capital. Tres meses después, sus cadáveres aparecieron mutilados en una fosa común en un bosque de las afueras. Todavía hoy las familias esperan respuestas/EL PAÍS- EL UNIVERSAL- PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario