EU retorna al ACUERDO de PARIS para detener el Cambio Climático; incluye el T-MEC

Legisladores de Estados Unidos y el gobierno de Canadá se pronunciaron a favor de incluir el Acuerdo de París como parte de los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Como señalamos el lunes pasado, sin la firme voluntad política de China y Estados Unidos es imposible detener el cambio climático. Tampoco hacer realidad el acuerdo que en 2015 ambas potencias firmaron en París junto con otras 193 naciones. Pero Donald Trump desbarató todo lo que su antecesor, Barack Obama, hizo para adherirse a ese acuerdo.

En su campaña electoral, el magnate aseguró que el cambio climático se debía a la acción humana; o a un invento de China; o de los científicos para obtener dinero para sus investigaciones.

Esa estrategia negacionista la elaboró Steve Bannon, el ultraconservador arquitecto de la campaña. Trump lo tuvo después como uno de sus más cercanos consejeros. Rompió de mala manera con el magnate.

En agosto pasado lo arrestaron por estafar a los donantes de una campaña online de recaudación de fondos para el muro que Trump prometió terminar en la frontera con México. Antes de dejar la Casa Blanca indultó a Bannon.

Designó a Rex Tillerson como secretario de Estado. El “amigo americano” del señor Putin en negocios; el que recibía con honores al ex canciller Luis Videgaray.

Tillerson presidió la Exxon Mobil, de triste historial por el vertido del barco Exxon Valdez en las costas de Alaska en 1989 y financiar grupos que cuestionan los efectos humanos por el cambio climático. Trump lo cesó dos años después de nombrarlo vía un tuit. En su lugar puso al director de la CIA, Mike Pompeo, que niega el cambio climático.

  • Otro nombramiento muy criticado: el del ex congresista Ryan Zinke, como jefe del Departamento del Interior. Él redujo la extensión de los parques y las áreas naturales protegidas y ordenó que se pagara más por visitarlas.
  • Permitió que allí trabajaran las compañías que buscan gas y petróleo. Zinke igualmente cuestionó los acuerdos internacionales para proteger la fauna en peligro de extinción. Al opinar sobre los peores incendios en la historia de California, dijo ser obra de “grupos terroristas ambientales”.

Mientras Trump aprobaba la construcción del oleoducto binacional Keyston XL (vetado por Obama) la Exxon, Shell y Chevron anunciaron que extraerían en Texas el crudo y gas shale a una profundidad superior a 3 mil metros. El apogeo del fracking con todo el mal que ocasiona al ambiente y la salud.

Más daños de Trump: desmanteló y redujo el presupuesto a la Agencia para la Protección del Ambiente, EPA por sus siglas en inglés. Allí nombró inicialmente a Scott Pruitt, acérrimo defensor del uso del petróleo y el gas y defensor de las trasnacionales de hidrocarburos. Dejó el cargo al perder la confianza de su jefe. Lo sustituyó uno de parecida calaña.

  • Otra: deshizo el plan de energía limpia, que obligaba a las compañías de electricidad a usar fuentes alternas (eólica, solar y gas) en vez de carbón. Era un paso muy positivo para cumplir la promesa que nuestro vecino hizo en París a fin de reducir las emisiones de carbono. Y como cereza del pastel, la EPA acordó no responsabilizar a las compañías químicas por el arsénico que se filtra en el suelo debido a sus operaciones.
  • Seguimos: recortó casi un tercio el apoyo a los programas de desarrollo y los recursos a la educación, la agricultura, el trabajo, la sanidad y los servicios sociales. Pero aumentó el de defensa y seguridad nacional en 17 por ciento. Intentó, por fortuna sin éxito, enterrar el programa de salud de Obama e imponer uno que dejaría a casi 25 millones de personas sin cobertura médica y beneficiaría a los más ricos.

Como culminación de su desastroso gobierno, el 4 de noviembre pasado retiró legalmente a su país del Acuerdo de París. Argumentó que éste era un paso equivocado para evitar el calentamiento global; disminuía la competitividad de Estados Unidos al perder 2.7 millones de empleos en 2025 y 3 millones de millones de dólares de su PIB. Y ser una “enorme redistribución de la riqueza” de la gran potencia a otros países.

Al elogiar el retiro del acuerdo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que su país “está orgulloso de su tradicional liderazgo mundial en la reducción de todas las emisiones, impulso de la adaptación, crecimiento de nuestra economía y garantía de energía para todos. Nuestro modelo energético es realista y pragmático”.

Estados Unidos está de nuevo en el Acuerdo de París. La semana pasada el presidente Biden divulgó las bases de su programa ambiental. La lucha contra el cambio climático será prioridad. Nada fácil cumplirlo por la oposición de los grandes contaminadores y millones de ciudadanos que idolatran a Trump.

EU y Canadá impulsan inclusión

Legisladores de Estados Unidos y el gobierno de Canadá se pronunciaron a favor de incluir el Acuerdo de París como parte de los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En una carta firmada el 19 de enero pasado, 122 demócratas de la Cámara de Representantes pidieron al presidente Joe Biden impulsar la incorporación del Acuerdo de París en el T-MEC.

“Una acción de este tipo ayudaría a restablecer el papel de Estados Unidos como líder en el tratamiento de la crisis climática y demostraría cómo se pueden utilizar los acuerdos comerciales para promover los objetivos climáticos.

“Además, el TLCAN renegociado brinda una oportunidad única para que Estados Unidos, Canadá y México fortalezcan la cooperación y la priorización de América del Norte para abordar los daños ambientales y garantizar que todas las partes rindan cuentas por las promesas hechas en virtud del Acuerdo de París”, dijeron los legisladores en la misiva.

El 12 de diciembre de 2015, la comunidad internacional alcanzó un acuerdo climático global histórico para combatir el cambio climático.

“Tomar medidas para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático es una de las principales prioridades del gobierno canadiense”, dijo un portavoz de la Embajada de Canadá al medio estadounidense Inside U.S. Trade en respuesta a si respaldaría la idea de los legisladores demócratas.

“Canadá espera trabajar en estrecha colaboración con la nueva administración de los Estados Unidos en esta prioridad compartida, ya sea bilateral, trilateral o plurilateral”, añadió el portavoz, cuyo nombre no se mencionó.

  • El Acuerdo de París tiene como objetivo orientar a la comunidad internacional sobre la intensificación de las inversiones necesarias para mantener un aumento de la temperatura global muy por debajo de los dos grados Celsius (por encima de los niveles preindustriales) y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura aún más, a 1.5 grados Celsius. Este acuerdo es una fuerte respuesta global a la amenaza del cambio climático que reconocen todos sus suscriptores.

Aprobadas en diciembre de 2019, Estados Unidos logró endurecer las disposiciones ambientales en las adendas del T-MEC, con la obligación, entre otras medidas, de cumplir más acuerdos multilaterales.

Para abordar algunas preocupaciones del Congreso estadounidense sobre la aplicabilidad de las disposiciones en este ámbito, las enmiendas al nuevo acuerdo comercial revisaron el capítulo sobre medio ambiente a fin de ampliar la cobertura, la aplicación y las funciones de supervisión del acuerdo.

Algunas de las enmiendas al T-MEC son análogas a las del capítulo laboral. Por ejemplo, en el texto revisado se establece la presunción de que una disputa ambiental o laboral afecta el comercio y la inversión a menos que una parte demandada pueda probar lo contrario.

Con las adendas, las revisiones requieren que cada Parte adopte, mantenga e implemente leyes, reglamentos y otras medidas para cumplir con siete Acuerdos Ambientales Multilaterales (AAM) de los cuales es parte.

  • Estos AAM son: Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de flora y fauna silvestres (CITES, por su sigla en inglés); Protocolo de Montreal sobre sustancias que agotan la capa de ozono; Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (MARPOL); Convención de Ramsar sobre humedales; Convención sobre los recursos vivos marinos antárticos; Convención Ballenera Internacional, y Convención Interamericana del Atún Tropical.

El T-MEC, como se firmó originalmente, solo hizo referencia explícita a CITES, MARPOL y el Protocolo de Montreal.

¿Por que es tan importante el regreso de EU al acuerdo climático de París?

Morgan Bazilian, profesor de Políticas Públicas y Director del Instituto Payne, Escuela de Minas de Colorado

Amanda Gorman, la poeta juvenil laureada a nivel nacional, dijo para la inauguración de Biden: «Cuando llega el día, salimos de la sombra». Esa es una buena articulación de por qué Estados Unidos ahora se está uniendo al Acuerdo de París.

A corto plazo, los beneficios son principalmente diplomáticos. No es poca cosa tratar de reconstruir la posición internacional de un país que ayudó a que el mundo se adhiriera al Acuerdo de París y luego lo abandonó abruptamente.

La humildad, reconocer el reciente historial pésimo de la nación y reconsiderar tanto la necesidad de una cumbre climática organizada por Estados Unidos como el hábito de “nombrar y avergonzar” a otros países podría ser de gran ayuda.

  • El Acuerdo de París tardó años en diseñarse y desarrollarse. Permite una flexibilidad considerable y va intrínsecamente «de abajo hacia arriba»: cada país establece sus propios objetivos y determina cómo los cumplirá. Fui negociador en las conversaciones sobre el clima durante varios años.

El acuerdo nunca fue una amenaza. Su destitución por parte de la administración Trump fue teatro, o fanfarronería. Habrá la tentación de volver a escuchar las políticas y enfoques de la era de Obama: muchos de los designados políticos de Biden provienen de esa experiencia compartida.

La reincorporación debe utilizarse principalmente como un impulso para una política y regulación nacional mucho más sólida, estable, sostenible y reflexiva. Eso es lo menos glamoroso: el trabajo inacabado.

Por qué la participación de EU es importante para otros países

Edward Carr , profesor y director de Desarrollo Internacional, Comunidad y Medio Ambiente, Universidad de Clark

El solo hecho de regresar al Acuerdo de París, tal como se firmó en 2015, no satisfará las necesidades climáticas del mundo ni restaurará a Estados Unidos a una posición de liderazgo mundial en materia de cambio climático.

Para medir la seriedad de la administración Biden, otros países estarán observando dos cosas.

Primero, ¿Estados Unidos fortalecerá sus compromisos de descarbonizar la economía?

Si bien la administración Trump trabajó para socavar la acción global sobre el cambio climático, varios estados adoptaron objetivos agresivos, entre ellos Washington , California e incluso estados con gobernadores republicanos como Massachusetts . Con objetivos mucho más ambiciosos que los acordados por Estados Unidos en el Acuerdo de París de 2015, estos estados dejan en claro que Estados Unidos puede ser mucho más agresivo en sus compromisos nacionales sin perder su competitividad global.

En segundo lugar, ¿la administración Biden invertirá mucho en la adaptación en el país y en el extranjero?

Un creciente cuerpo de investigación muestra que los peores impactos del cambio climático los soportan las personas más pobres y vulnerables . Además, estos impactos tienden a exacerbar las desigualdades existentes. La nueva administración tiene las herramientas.

El mundo tendrá que ver si su atención a la justicia y la igualdad se extiende a los impactos del cambio climático. El regreso a París es un buen primer paso. Pero sin pasos adicionales, será visto como vacío y podría erosionar aún más la credibilidad de Estados Unidos./Agencias-PUNTOporPUNTO

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