Participación FEMENINA reduciría la DESIGUALDAD Social y POBREZA Económica

El trabajo doméstico y de cuidados en el hogar permanece como la principal fuente de desigualdad en el acceso al mercado laboral para las mujeres.

Imagen tomada de internet

A pesar de los avances que la sociedad del siglo 21 ha realizado, la participación de las mujeres en el ámbito laboral sigue siendo baja y las brechas de género en distintos ámbitos son altas, las mujeres son pieza clave en el crecimiento y desarrollo de las sociedades y se requiere invertir más en ellas, coincidieron organismos internacionales.

  • De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres ganan alrededor de 20 por ciento menos que los hombres en todos los países y enfrentan brechas salariales. La OIT indicó que si a lo largo de su vida las mujeres pudiesen obtener los mismos ingresos que los hombres, la riqueza mundial aumentaría en 160 billones de dólares, lo que implica un promedio de 23 mil 620 dólares por persona en 141 países estudiados.

El Banco Mundial señaló que a escala global, la participación de las mujeres en la fuerza laboral disminuyó de 51 por ciento en 2000 a 49 por ciento en 2018, pues ellas dedican entre una y cinco horas más al día que los hombres a realizar trabajos no remunerados como tareas domésticas, cuidado de los niños y otros miembros de la familia, y dedican entre una y seis horas menos que los hombres a actividades de mercado.

Para el caso de México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicó que en 2016, las mujeres trabajaban 3.1 millones de horas por semana en trabajos de cuidado no remunerados, en comparación con las 2.6 horas de los hombres. El gasto en trabajo de cuidado no remunerado de hombres y mujeres representa 23.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, expuso.

  • La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) resaltó que en México, el empleo de hombres y mujeres en las manufacturas se concentra en sectores de baja intensidad tecnológica y a medida que la intensidad tecnológica aumenta, las brechas entre los salarios de hombres y mujeres también se amplían. Mientras que en los sectores de tecnología baja, las mujeres perciben 89.5 pesos por cada 100 que perciben los hombres, en los sectores de tecnología alta ellas perciben 70.2 pesos mexicanos por cada 100 que perciben los hombres.

CRECIMIENTO ECONÓMICO

En este contexto, un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) evidenció que una mayor participación femenina en la fuerza laboral promueve directamente el crecimiento económico, pues el empoderamiento monetario de las mujeres es clave a través del impacto directo del tamaño de la fuerza laboral en la producción, el impacto en la productividad y también a través de una mayor demanda interna.

  • Añadió que una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral también trae una mayor diversidad que puede fomentar nuevas ideas para la producción y la gestión, impulsando la productividad agregada. Asimismo, el FMI destacó que una mayor participación femenina en la fuerza laboral reduce la desigualdad de ingresos y la pobreza, ya que la desigualdad de género en las oportunidades económicas se asocia con una distribución general del ingreso más inequitativa
  • Explicó que si un país pasara de la desigualdad de género completa, medida por el Índice de Desigualdad de Género de las Naciones Unidas, a la igualdad de género perfecta, la desigualdad de ingresos netos, medida por el coeficiente de Gini, disminuiría en aproximadamente diez puntos. Puntualizó que el crecimiento en los ingresos del mercado laboral de las mujeres y las tasas de participación más altas, junto con la introducción de programas de pensiones no contributivos para las mujeres, fueron los principales factores que contribuyeron a la reducción de la pobreza en América Latina en la primera década del nuevo siglo.

El organismo internacional agregó que la igualdad de género en sus diversas facetas está asociada con un mayor crecimiento. Para los países de bajos ingresos, una reducción en la desigualdad de género de un punto porcentual, medida por un índice multidimensional que combina brechas de género en oportunidades y resultados, se asocia con un mayor crecimiento acumulado, en cinco años, de 0.2 puntos porcentuales.

Además, una mayor igualdad de género en la educación también puede afectar el crecimiento económico, por lo que es importante invertir en las mujeres, al tener esto una correlación positiva en la productividad y elevar el capital humano, concluyó. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Invest considera que invertir en las mujeres tiene grandes beneficios para la sociedad, ya que cuando hay liderazgo de género, existe hasta 21 por ciento más de rendimiento.

Por tanto, se debe invertir en empresas lideradas por mujeres, en compañías cuyos productos tengan un beneficio para ellas o invertir en empresas que tenga un liderazgo diverso. Sin embargo, aunque invertir en mujeres tiene un gran beneficio, manifestó el BID, el problema se relaciona con un cambio social, que tomará tiempo; no obstante, también hay que reconocer que “las cosas se están acelerando y es momento de tomar acción”.

REZAGO CULTURAL

De acuerdo con un estudio de LinkedIn en México una de las barreras para el avance de la equidad de género es la existencia de una cultura corporativa anticuada.

MUJERES TRABAJAN MÁS Y GANAN MENOS

A la semana laboran 10% más horas que ellos, pero como la mayor parte de ese esfuerzo físico y mental se da en el hogar, las mujeres dedican menos tiempo a tareas que sí les dejan ingresos

El trabajo doméstico y de cuidados en el hogar permanece como la principal fuente de desigualdad en el acceso al mercado laboral para las mujeres.

  • De acuerdo con cifras del Inegi, ellas destinan, en promedio, 66.5 horas semanales a actividades no remuneradas del hogar y al trabajo que sí les es remunerado.
  • En contraste, los hombres dedican 60.3 horas semana les a estas actividades, lo que significa que ellas trabajan 10.4% más que ellos.
  • Sin embargo, de ese esfuerzo físico y mental total invertido por las mujeres, 67% corresponde a labores domésticas no remuneradas. El restante 33% es para el mercado laboral que les paga un salario.
  • Para ellos es al revés: pese a que laboran menos horas a la semana, 72% de ese tiempo va al trabajo remunerado y 27.6% lo dedican a labores domésticas sin paga.
  • Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo establece que, en promedio, las mujeres que abajan tienen un salario 28% menor al de los hombres cuando se igualan aspectos como el nivel educativo.
  • Esto representa la mayor brecha salarial de género entre 14 países latinoamericanos analizados.
  • Como forma de repudio a los feminicidios y la violencia de género, activistas tiñeron de rojo el agua de La Diana Cazadora, en la CDMX. La misma protesta tuvo lugar en la fuente de la Minerva, en Guadalajara./AGENCIAS-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario