EDUCACIÓN, oportunidad o lastre para LA 4T

La reforma educativa que el actual gobierno busca implementar podría convertirse en la mejor herramienta para el desarrollo

La reforma educativa puede convertirse en el talón de Aquiles o en la mayor fortaleza del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Lo que se juega con la negociación de la contrarreforma educativa es mucho más que la derogación de la reforma de Enrique Peña Nieto.

  • Al igual que hace seis años, este tema ha polarizado a los sectores involucrados al grado que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE), antigua aliada del presidente Andrés Manuel López Obrador en la campaña política del 2018, ha bloqueado los trabajos legislativos en el Congreso.
  • Los maestros de la CNTE han pedido que se les garantice el control de miles de plazas docentes, así como la revisión “letra por letra” de la reforma constitucional que pretende aprobarse y de las leyes secundarias
  • Maestros disidentes no solo evitaron el acceso al recinto legislativo, sino hasta se enfrentaron verbalmente con diputados de Morena a las afueras de la Cámara baja, quienes no pudieron ingresar a sesionar; incluso, la diputada morenista María de los Ángeles Huerta los tildó de traidores.
  • En tanto, los diputados de Oposición sospechan que Morena y el primer mandatario juegan un doble juego y se han encargado de “autobloquear” no solo las inmediaciones de la Cámara de Diputados, sino el avance de su propio dictamen cuando ya se había llegado a un acuerdo preliminar con los otros partidos.
  • El presidente López Obrador y su partido están entre la espada y la pared. Por un lado, necesitan convencer a la Oposición de dar sus votos para aprobar una reforma constitucional, de la misma forma que ocurrió con la Guardia Nacional.
  • Esto significa no abandonar del todo la evaluación a los maestros y garantizar que no habrá control de plazas por parte de los sindicatos. No será completamente la reforma que López Obrador prometió a los maestros en campaña.
  • Y por otro lado, el Ejecutivo no quiere confrontarse con los maestros disidentes, un gremio que fue su aliado político y se caracteriza por la violencia de sus protestas; tenerlos en contra puede significar entrar en conflicto permanente durante todo el sexenio
  • Los maestros de la CNTE han pedido que se les garantice el control de miles de plazas docentes, así como la revisión “letra por letra” de la reforma constitucional que pretende aprobarse y de las leyes secundarias.

La división alcanza también a la propia bancada de Morena, pues algunos de sus diputados forman parte de las filas de la CNTE y estos se niegan a aprobar la legislación impulsada por el Gobierno federal.

El presidente López Obrador y Morena deben aplicar el tejido político fino para tratar de conciliar a todos los involucrados en un tema que provocó dolores de cabeza por casi seis años al gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

CNTE, inflexible

Con sus acciones de protesta, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantiene el control no solo sobre el avance de la contrarreforma educativa en el Congreso de la Unión, sino de toda la agenda de la Cámara baja, sitiada por segunda semana y con la tercera sesión plenaria cancelada; acción que se extenderá por tres días más.

  • La CNTE ha exigido al Gobierno federal que se eliminen las incidencias de 5 mil 517 plazas magisteriales que fueron afectadas por la reforma educativa vigente.
  • El involucramiento de la Coordinadora en la discusión y aprobación de la reforma educativa ha llegado a tal punto que han amenazado al Gobierno federal de continuar con las protestas hasta que sus peticiones sean incorporadas en la Constitución o en las leyes que correspondan
  • Es decir,  la Coordinadora busca que queden sin efecto las sanciones o las medidas que se tomaron contra maestros que reprobaron las tres evaluaciones de desempeño que se les realizaron durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
  • La semana pasada, luego de un bloqueo a la Cámara baja, la CNTE impidió que el dictamen de la contrarreforma educativa se discutiera y se votara en comisiones.
  • Funcionarios del Gobierno federal se reunieron entonces con representantes de la Coordinadora, quienes llevaron varias peticiones al Ejecutivo: además del control de las plazas, los maestros disidentes pidieron revisar los dictámenes de la reforma constitucional y las leyes secundarias, aun antes de ser sometido a votación.
  • No solo eso. Exigen que se abrogue completamente la reforma educativa del sexenio pasado, en la que se condicionaba su ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo al resultado de su evaluación.
  • Esto era considerado por ellos como un régimen de excepción en su calidad de trabajadores del Estado, únicos a los que se les aplica una prueba para definir si continúan o no en su trabajo.
  • Los maestros piden que en la nueva reforma quede establecido que sus relaciones laborales estarán regidas por el artículo 123 de la Constitución en su Apartado B, sin ninguna restricción
  • En la propuesta del Ejecutivo, también está la consideración de crear un organismo independiente que dé lineamientos para el desarrollo del magisterio, lo que desde su visión es interpretado como una nueva versión del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que desaparecerá con la entrada en vigor de la nueva reforma.

Ante estas peticiones, la CNTE se ha mostrado inflexible.  El gremio ha afirmado que continuarán las protestas hasta que sus peticiones sean incorporadas en la Constitución o en las leyes que correspondan.

  • “No vamos a permitir un albazo, no vamos a permitir la reforma educativa (…) No estamos exigiendo otra cosa que no se haya prometido en campaña”, expuso Esván Cruz, maestro de la CNTE desde su bloqueo.
  • El tema está a punto de romper el acuerdo político de una alianza con Morena y el presidente López Obrador que se dio durante la campaña del 2018, cuando el tabasqueño se comprometió a terminar con “la mal llamada reforma educativa”.
  • El gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca evitar, a toda costa, que se repita una situación como la del 2013, cuando los maestros bloquearon ambas cámaras del Congreso y tanto diputados como senadores aprobaron la reforma educativa en una sede alterna./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO

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