Imagen: Internet

El tiempo se agota y las esperanzas escasean. Tras más de ocho meses de negociaciones, México, Estados Unidos y Canadá están atrapados en el cierre de la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Aunque todas las partes involucradas tienen premura por concluir el acuerdo que entró en vigor el 1 de enero de 1994, la discrepancia en temas clave como reglas de origen en el sector automotriz, solución de controversias y una cláusula de caducidad ha puesto un freno en el visto bueno final de los equipos negociadores.

  • “El TLCAN es como un paciente en agonía al que quieren sacar del coma, pero al mismo tiempo se niegan a darle la medicina que necesita. Los tres socios comerciales piden, sin embargo ninguno está dispuesto a ceder, empezando por Estados Unidos”, asegura Eduardo Rosales, catedrático de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (FES Acatlán) de la UNAM.
  • El internacionalista advierte que de no llegar a un consenso se corre el riesgo de que se continúe con un tratado obsoleto en diversos capítulos y carente de otros que no se contemplaron cuando se puso en marcha.
  • Durante más de dos décadas, el tratado permaneció sin mayores cambios, pero fue hasta 2017 con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca que se llevó a la mesa de discusión como parte de sus promesas de campaña de retirar a Washington de éste si no se ofrecían mejores condiciones para su país

En reiteradas ocasiones el mandatario republicano ha catalogado al TLCAN como el “peor tratado de la historia” bajo el argumento de que los estadounidenses ganan menos dinero y de que millones de empleos en la industria manufacturera se han perdido.

Sin embargo, aún con sus claroscuros, los tres países han sabido sacar provecho de este documento. Cifras de la Secretaría de Economía (SE) muestran que el comercio entre los países miembros creció 128 por ciento desde que el acuerdo entró en vigor, es decir que pasó de 297 mil millones de dólares en 1994 a 676 mil millones en 2000.

  • El bloque, conformado por una población de 444 millones de habitantes, comercia más de 2 millones de dólares cada minuto y al día mueve trilateralmente 2 mil 800 millones de dólares, de acuerdo con el último dato disponible en el portal de la SE.
  • “Todos los miembros del acuerdo se han beneficiado, es muy difícil afirmar que un país se ha aprovechado del otro. Sin embargo, Estados Unidos tuvo la mayor ganancia, ya que México es una economía dependiente de ese país”, dice Miguel Ángel Corro, director del Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe

Negociaciones a contrarreloj

Hoy, México, Estados Unidos y Canadá tienen un enemigo en común: el tiempo. La semana pasada, los representantes y sus equipos se reunieron -sin mucho éxito- en Washington, aunque decidieron reanudar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) antes de la fecha límite.

  • El hombre encargado de dar el manotazo sobre la mesa fue Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quien dijo que la fecha límite para cerrar el acuerdo es el próximo 17 de mayo.
  • Si no se llega a ninguna renegociación del TLCAN antes del 17 de mayo, ésta podría reanudarse posteriormente en condiciones muy diferentes a las actuales, pues Estados Unidos tendrá un nuevo Congreso electo y en México habrá un nuevo presidente
  • “Tenemos que tener el documento, no sólo un acuerdo, tenemos que tener el documento de la USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos) antes del 17 de mayo para que votemos sobre él este año, en diciembre”, declaró Ryan durante una reunión ante la Ripon Society, un grupo político republicano.
  • El ultimátum responde a que si se logra un TLCAN 2.0 antes de ese día, el actual Congreso, con mayoría republicana, tendrá oportunidad de aprobarlo antes del cierre del año y de que inicie la próxima legislatura.

En caso de que esto no suceda, el documento pasaría a consideración de un nuevo Congreso electo en noviembre que comenzará actividades en enero de 2019 y en el que se espera que los demócratas recuperen el control, situación que no conviene a los planes del inquilino de la Casa Blanca.

Por su parte, en México se celebrarán las elecciones más importantes en la historia del país y de llevarse la victoria el abanderado de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, Andrés Manuel López Obrador, la negociación pasaría a manos del economista Jesús Seade, el negociador propuesto por el candidato para representar al país en las próximas rondas.

Aún con el tiempo en contra, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, sostuvo en días pasados que no se apresurará a firmar un acuerdo que no convenga a todas las partes, en particular a México. Y advirtió de los riesgos de cerrar con premura las negociaciones.

  • “Tengo que dejar muy en claro (que) la calidad y el equilibrio del acuerdo deben mantenerse. Así que no vamos a sacrificar el equilibrio y la calidad por los tiempos”, dijo al ser cuestionado al respecto a las afueras de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.

La postura fue respaldada por Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior, quien aseguró que se negociaría a favor de los trabajadores y consumidores mexicanos, sin importar el tiempo que esto demore.

De igual forma, la Secretaría de Economía difundió en un comunicado que los equipos técnicos continuarán trabajando esta semana, “con miras a concretar mayores avances” y adelantó que los ministros se reunirán “en cuanto sea posible evaluar los avances de los diferentes grupos de trabajo”.

Para Eduardo Rosales, de la FES Acatlán, la presión de cerrar el acuerdo esta misma semana responde sólo a intereses de Estados Unidos. Estados Unidos sería el país más afectado de no llevarse a cabo el acuerdo, pues se enfrentaría a candados legislativos si los demócratas recuperan en control del Congreso

  • “Desde un inicio, el gobierno de Donald Trump buscó sacar ventaja de la renegociación y ahora se enfrenta a un cambio en el Congreso, situación que podría reconfigurar todo su plan, sobre todo, en momentos en que busca dar los primeros pasos para su reelección en 2020”, detalla el especialista.

México también tiene las de perder si no se logra un acuerdo pronto, asegura Rosales, pero el más perjudicado sería su vecino al otro lado de la frontera norte por los candados legislativos a los que se enfrentaría.

El sector empresarial nacional también ha hecho un llamado a privilegiar la visión de largo alcance por encima de presiones por fechas límite para lograr un acuerdo.

  • La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), encabezada por Gustavo de Hoyos, difundió un documento en el que se suma a las declaraciones del gobierno mexicano para no apresurar los tiempos de cierre del TLCAN. “Para nuestro país la prioridad es alcanzar una buena renegociación que esté por encima de plazos perentorios o presiones políticas.
  • Resulta fundamental que se mantenga en la mesa las mejores propuestas y se genere un ambiente de acuerdos de amplio alcance para las tres naciones, señalamos que se trata de modernizar integralmente las bases del comercio y la inversión de la región, por ello debemos trabajar en alcanzar ese nivel de acuerdo”, precisa el organismo en el desplegado.

De igual forma adelanta que esta semana se retomarán los trabajos con los equipos técnicos y se buscará que en todo momento, desde el lado mexicano, se cuente con todos los elementos para alcanzar los mejores acuerdos./REPORTE INDIGO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario