Gobierno de LÓPEZ OBRADOR mantiene el PAÍS “al filo de la INCONSTITUCIONALIDAD”

Desde la toma de protesta del presidente López Obrador, su gobierno se ha destacado por una abierta inobservancia de la ley y por el uso de instituciones políticas y normativas como medios de retribución política. A nivel normativo el nuevo gobierno ha emprendido una campaña en contra del legado del llamado neoliberalismo.

En el 2018, la victoria electoral de Morena y de Andrés Manuel López Obrador fue contundente. Bajo el estandarte de la autodenominada cuarta transformación, el presidente López Obrador equiparó su proyecto político con la Independencia, Reforma y Revolución; capitalizando el hartazgo que tenía la sociedad mexicana con motivo de los recurrentes escándalos de corrupción dentro del gobierno y la creciente inseguridad sin solución aparente, la cuarta transformación reivindicaba su vocación de poner fin a los proyectos fallidos de los últimos treinta años.

  • La abrumadora presencia de Morena en gubernaturas, legislaturas locales, el Congreso de la Unión y la propia administración pública federal, dio paso a una nueva rotación de élites en el poder.
  • El presidente AMLO y su administración no han perdido el tiempo en implementar cambios que contrastan con las políticas defendidas por administraciones pasadas.
  • Un ejemplo de ello, es la austeridad entendida no solo como medio sino como principio e, inclusive, como aspiración. De la mano del cambio de gobierno, hemos presenciado, pues, polémicos cambios constitucionales y legales.

Sin embargo, a pesar de los principios liberales que parecía representar el proyecto político de Morena, las medidas tomadas por la actual administración parecen responder más bien a una visión antigua de México caracterizada por instituciones débiles, una constitución meramente simbólica y un presidencialismo regenerado.

A lo largo del siglo pasado, distintos cambios políticos acontecieron en el marco de una misma constitución. Desde su promulgación en 1917 hasta el triunfo electoral de Morena en 2018, la constitución ha tenido 742 modificaciones, a través de 235 decretos de reforma constitucional.

De la mano de estos cambios, México ha transitado por distintos regímenes y momentos históricos. En este contexto, reformar la constitución ha resultado relativamente sencillo: basta con que un partido o coalición goce de la mayoría suficiente en el Congreso de la Unión (dos terceras partes en cada Cámara), y una mayoría simple en las legislaturas estatales

  • Todo proyecto de creación y cambio constitucional debe ser capaz de responder ciertas preguntas centrales como: ¿Qué tan representativa es la constitución de las expectativas y demandas de los miembros de la comunidad política a la que pertenece?
  • ¿Su contenido es consistente con el lenguaje de legitimidad política que una comunidad reconoce en un tiempo y lugar determinados? Y, en el caso concreto de México, ¿cómo armonizar la orientación particular de los gobiernos en turno con los principios y valores más apreciados de la constitución?
  • Las experiencias de diseño constitucional del siglo XIX dan cuenta de los diversos intentos para responder estas inquietudes, a partir de tres modelos constitucionales: uno conservador (con acento presidencialista); su opuesto, el modelo radical (con acento legislativo) y; finalmente, un modelo liberal.
  • Alternativo al extremismo de los primeros dos, que apostaba no a la predominancia de uno de los poderes, sino a un sistema de pesos y contrapesos; a la protección de los derechos individuales, y a esquemas claros de distribución de poder.
  • En el modelo liberal, los mecanismos de cambio constitucional quedaron controlados a través de élites políticas. Esto generó una serie de prácticas que promueven cambios desde dentro del poder, pero que al mismo tiempo permiten a las élites mantener control sobre el proceso (algunos estudiosos han descrito esta práctica como preservación por transformación).

Sin embargo, a veces se presentan escenarios donde además de preservar el poder, las élites que lo controlan buscan revertir una serie de legados constitucionales y legales que consideran inconsistentes con su filosofía. Al considerar que tiempos pasados fueron mejores, buscan recrear las prácticas e instituciones que operaban antes de los cambios que pretenden desmantelar.

Durante buena parte del siglo pasado, la figura presidencial en México constituía el principio integrador del sistema político. La voluntad del presidente se equiparaba con la ley. A medida que la pluralidad ideológica y política se incrementó, el control unilateral del presidente se debilitó. A partir de los años ochenta y noventa, las élites políticas mexicanas comenzaron a emplear el mecanismo de preservación por transformación para legitimar sus programas de gobierno dentro de la dinámica liberalizadora del cambio constitucional.

  • Antes de 1982 se había modificado el texto constitucional 213 veces. De 1982 a 2020, la Constitución ha tenido 529 modificaciones. La mayor parte de estas últimas reformas han sido en materias de derechos fundamentales y seguridad, federalismo y equilibrio de poderes —estas dos últimas materias dirigidas a la redistribución de los poderes que antes se concentraban en el presidente—. Esta es la práctica de cambio constitucional que heredó el actual gobierno, pero no es la estrategia que parece estar empleando para dar forma a su denominada cuarta transformación.

El discurso de transformación que llevó a la Morena a obtener un histórico respaldo popular significaba el inicio de un nuevo ciclo de cambio político en México. La nueva coalición gobernante se encuentra en el proceso de concretar su rechazo a las administraciones pasadas, mediante profundos cambios legales y constitucionales. Sin embargo, parece que el gran respaldo mayoritario que la dotó de legitimidad democrática, la ha llevado a inobservar la legalidad y la propia Constitución, casi como si su victoria en las urnas se hubiera traducido en un cheque en blanco.

La organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, realizó un análisis de las políticas y acciones tomadas por el gobierno hasta julio de 2019. Su conclusión es que la mayoría de éstas configuran una tendencia cuyo fin último es la concentración y centralización de poder en el presidente y un ejercicio discrecional del mismo. Dicha tendencia más que hablarnos de un proceso evolutivo, es evocativa más bien del pasado presidencialista mexicano.

Desde la toma de protesta del presidente López Obrador, su gobierno se ha destacado por una abierta inobservancia de la ley y por el uso de instituciones políticas y normativas como medios de retribución política. A nivel normativo el nuevo gobierno ha emprendido una campaña en contra del legado del llamado neoliberalismo.

  • La ampliación de la prisión preventiva por medio de modificaciones a la Ley Reglamentaria del artículo 19 constitucional.
  • La propuesta de concentración de organismos constitucionales autónomos y ataques del presidente a este tipo de organismos.
  • Además, el embate a la autonomía presupuestaria de dichos organismos por medio de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos y Ley de Austeridad Republicana.
  • El decreto para militarizar seguridad pública. La implementación de políticas restrictivas para las energías renovables.
  • El memorándum emitido por el presidente a secretarios de Estado ordenando la inaplicación de Ley General de Educación.
  • El debilitamiento de CNDH, CRE, PRODECON, por medio de candidatos que no cumplían con requisitos legales; así como el bloqueo de cuentas como arma política sin debido proceso ni control judicial, por nombrar algunos.

Son todos ejemplos de actos que se traducen en regresiones constitucionales.

La elección del 2018 permitió el acceso pacífico e institucional al poder aun movimiento masivo de rechazo al statu quo. Sin embargo, más allá de aprovechar el ímpetu del movimiento para avanzar o, por lo menos, conducir su proyecto de nación por las vías institucionales de cambio constitucional, el actual gobierno parece más tendiente a implementar políticas constitucionalmente retrógradas.

El discurso de cambio y progreso queda en sólo eso, sino se acompaña de las medidas políticas y jurídicas tendientes a traducir la retórica en realidad dentro del marco de la constitución. En la Independencia, la Reforma y la Revolución, la vista estaba puesta hacia adelante. La enorme diferencia es que parece que el actual gobierno se empeña en volver a un régimen que costó a varias generaciones de mexicanos transformar. Suelen decir que “la cuarta transformación va”.

AMLO está «destazando» y «asesinando» la Constitución de 1917

El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, aseguró que el Gobierno Federal a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador, está «destazando» y «asesinando» la Constitución de 1917. Así lo aseguró este domingo en el marco del 106 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

«En 1903 el partido liberal de Flores Magón denunciaba al gobierno porfirista afirmando ‘la Constitución ha muerto’. Hoy, en el marco del 106 aniversario de la Constitución de 1917, el gobierno de López Obrador intenta asesinarla», declaró en conferencia de prensa.

  • Zambrano Grijalva aseguró que esta administración mantiene al país «al filo de la inconstitucionalidad», tras la aprobación del Plan B de la reforma electoral y las reformas a las leyes secundarias de la industria eléctrica.»La obsesión de atentar contra la legalidad por parte de López Obrador se evidencia en su conocida frase: “no me vengan con que la ley es la ley, no me vengan con ese cuento”, expresada cuando los ministros de la SCJN rechazaron las reformas de la industria eléctrica. Ya nomás falta que para dejar constancia de dicha obsesión quieran que esa frase quede con letras de oro en el senado de la República», aseveró.

El líder perredista calificó como «preocupante» que el presidente de la República considere “que la justicia debe estar por encima de la ley”, como afirmó cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la prisión preventiva para quienes cometan delitos fiscales.

  • La posición del presidente de la República ante la justicia y la legalidad no tiene ninguna relación de congruencia con las críticas que Martín Luther King hacía, desde fuera del Estado, a las leyes racistas que denigraban la humanidad de las comunidades afroamericanas de los Estados Unidos, quien abogaba por cambiar dichas leyes con la resistencia civil pacífica, sin odio ni venganzas», sentenció.

Finalmente, dijo que López Obrador debe promover el diálogo con todas las fuerzas políticas, en lugar de priorizar la imposición y el odio.

«La única forma que tenemos los mexicanos y mexicanas para evitar la lenta o súbita muerte de nuestra constitución es una sociedad civil activa y vigilante, y que el poder judicial no se doblegue ante los embates con los que el presidente de la República pretende violentar la Constitución de la República al través de leyes secundarias.

Por eso, por más que hoy en Querétaro el titular del Ejecutivo lance vivas a la Constitución, en realidad la está mancillando, la está destazando, la está asesinando y la está asaltando al querer matar la democracia con sus regresivas leyes electorales antidemocráticas contrarias a los principios básicos contenidos en nuestra Carta Magna. También por ello hemos acudido ante la Corte a solicitar la anulación y la inaplicabilidad de esas reformas», concluyó.

Lilly Téllez llama a defender la Constitución

En el marco del 106 Aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Lilly Téllez aprovechó para lanzar una crítica en contra de algunos políticos que, según ella, no respetan las leyes contenidas en el importante documento.

  • A través de sus redes sociales, la legisladora aseguró que existen “dos Méxicos”, uno de políticos que simulan seguir la ley, y otro de funcionarios que exhortan que sea seguida y respetada.
  • “Hay dos Méxicos: El de políticos simuladores, que rinden homenaje a la Constitución, aplaudiendo al autócrata que la pisotea y se burla de ella. El otro México exige que se respeten las leyes”.
  • En consecuencia, subrayó que es necesario que los respetuosos de la legislación la defiendan a capa y espada de sus contrarios que solo tratan de beneficiarse a costa de la misma.

“Sin miedo ni medias tintas ante el poderoso, debemos defender nuestra Constitución”. La senadora es una de las más destacadas opositoras del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por lo que al decir “poderoso” es posible que se refiriera al mandatario federal.

También se sumó el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien también aprovechó el aniversario de la promulgación de la Constitución del 1917 para enviar un mensaje.

Aseguró que la Carta Magna puede peligrar ante las recientes reformas electorales propuestas por el mandatario federal, también conocidas como Plan B electoral.

  • Apuntó que la Constitución ha reforzado y permitido el proceso democrático del país, garantizando la alternancia y sufragio a través de normativas que permiten que la política mexicana avance, por lo que exhortó a las autoridades respetar y seguir las leyes que protegen la democracia.

“Las consejeras y consejeros del INE apelamos, precisamente, a la Constitución cuando advertimos sobre el peligro que se cierne sobre el sistema electoral que hemos construido a causa de reformas legales que transgreden y contradicen los principios constitucionales”, aseveró desde sus redes sociales./Agencias-PUNTOporPUNTO

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