CAMBIO CLIMÁTICO dispara INFLACIÓN en EUROPA; LUZ y COMBUSTIBLES más caros

La sequía y la ola de calor son "la manifestación del calentamiento global, hoy nadie" lo cuestiona, explicó esta semana la ministra francesa de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. El clima de 2020 puede olvidarse y el de 2022 es quizá el más fresco de los próximos años, que serán peores"

Beber una cerveza a 40 grados en una terraza de Madrid, encender el aire acondicionado y cargar gasolina ahora es más caro que hace un año. Una inflación que en junio llegó al 10.2% en España, la cifra más alta de los últimos 37 años, ha elevado prácticamente todos los productos y servicios en el país europeo.

  • El país está sufriendo la peor ola de calor en los últimos 20 años con temperaturas de hasta 43 grados. Aunque hasta ahora, la ola más intensa es la de agosto de 2021, cuando los termómetros en algunas provincias del país europeo superaron los 47 grados, la de 2022 se ha colado en el top tres de las más largas desde que se tiene registro.

Pero, a diferencia de las otras, esta se produce en medio de una crisis energética en el viejo continente desencadenada por la invasión de Rusia a Ucrania. La luz y los combustibles ahora son más caros, por lo que, a diferencia del verano pasado, ahora encender el sistema de aire acondicionado es 50% más caro, según los datos del comparador de tarifas de energía Selectra.

Una situación parecida ocurre con otros electrodomésticos necesarios para paliar la ola de calor, como el ventilador de techo, que aunque representa un gasto mucho más económico que el aire acondicionado, cuyo gasto ene electricidad se triplicó en el último año.

  • Como cada año, miles de españoles pasarán unos días de veraneo en alguna playa, sin embargo, pero el traslado y la estancia serán más caros que el año pasado. Llenar el tanque del auto ahora es 34% más caro que un año atrás y las noches de hotel cuestan 45% más que el año pasado. La cerveza, cuya demanda se dispara durante el verano, es un 5% más cara.

Pero este verano de calor abrasador, exacerbado por la inflación, no solo está causando estragos en los bolsillos de los consumidores, sino que podría llevar a la economía del viejo continente a una recesión.

  • A 1,700 kilómetros de la capital española, los niveles de agua a lo largo del río Rin de Alemania, que es clave para el traslado de granos, combustibles y productos químicos, son tan bajos que se ha interrumpido el transporte marítimo, lo que puede alterar aún más las cadenas de suministro.

Gran Bretaña registró la semana pasada la temperatura más alta de su historia. La foto de un guardia del Palacio de Buckingham tomando agua de una botella enfundado en un traje de paño rojo dio la vuelta al mundo, mientras algunas escuelas, museos y consultorios médicos cerraban sus puertas, y algunos trenes y vuelos cancelaron viajes.

  • Las temperaturas cálidas del agua en Francia están impidiendo el funcionamiento de algunas plantas de energía nuclear en medio de otros problemas de mantenimiento. En el norte de Italia, los agricultores enfrentan la peor sequía en siete décadas, lo que afecta la producción de cultivos. Los meteorólogos advierten que las temperaturas más altas llegarán en agosto, que suele ser el mes más caluroso del verano.
  • El economista Carsten Brzeski, quien trabaja en el Dutch Bank ING, dijo este fin de semana a CNN que las altas temperaturas registradas en Europa ya están afectando la producción agrícola e industrial, lo cual mantendrá la inflación en máximos históricos. Un euro débil que está encareciendo a las empresas la importación de bienes necesarios, mientras que la inflación está en máximos históricos, que en junio llegó a 8.6% promedio en las 19 economías que usan el euro.

La situación no es mejor en otras partes del mundo. El calor extremo sin precedentes avivó incendios forestales en Estados Unidos y activó alertas en docenas de ciudades chinas, las dos principales economías del mundo.

El presidente Joe Biden dijo el miércoles que “usaría el poder de la presidencia” para impulsar los recortes de emisiones a través de una serie de próximas acciones ejecutivas y regulaciones.

En México, una severa sequía en Nuevo León ocasionó que el gobierno estatal tuviera que limitar, desde hace dos meses, el suministro de agua a solo siete horas al día. La situación también llevó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a pedir a los fabricantes de refresco y cerveza –una industria intensiva en uso de agua– que pararan la producción de sus plantas. Esta semana Heineken y Arca, el segundo embotellador más grande de Coca-Cola, anunciaron que donarán agua de sus pozos para el uso doméstico.

El cambio climático ha dejado de ser solo una preocupación para los ambientalistas.

Europa se seca bajo una nueva ola de calor

En la capital francesa la orilla del río Sena se ha convertido en el mejor refugio para soportar esta nueva ola de calor, la segunda del verano en Francia. Esta vez viene acompañada de una sequía preocupante. Las autoridades han pedido que se modere el consumo de agua.

Las consecuencias de la escasez de lluvias son visibles en el río Garona, que se puede atravesar a pie a su paso por Toulouse. «El río ha retrocedido entre 50 y 70 metros, incluso 100 metros en algunos lugares. Esa es la naturaleza del nivel del agua. El río ha retrocedido y ha dejado paso a la marga que se ve hoy», lamenta Mickaël Nguyen, presidente de la asociación de pescadores de Toulouse.

Cortes de agua en España

En España, con los pantanos al 40% de su capacidad, también ha habido que restringir el consumo de agua en varios municipios con cortes de suministro nocturnos. Se han cerrado los grifos en playas y para el riego de jardines o el lavado de coches.

Con unas peligrosas temperaturas que han disparado la mortalidad este verano, ayuntamientos como el de Barcelona han habilitado centros cívicos en los que refugiarse. «Es perfecto para personas mayores como yo que venimos todos los días. Porque en la calle es un horno», cuenta una residente.

Ganaderos y agricultores ya están sufriendo las consecuencias del calor extremo. La producción láctea ha bajado por el estrés de los animales y cosechas como la de la aceituna están amenazadas con pérdidas del 75% de la producción este año.

¿Por qué Europa ha resultado tan afectada por las olas de calor?

Las temperaturas en toda Europa se están disparando de nuevo, desde España hasta las Islas Británicas y extendiéndose hacia el este. En muchos países arden incendios forestales provocados por el calor, y gran parte del continente está sumido en una larga sequía.

Los científicos afirman que el persistente calor extremo de este año responde a una tendencia. Las olas de calor en Europa, dicen, están aumentando en frecuencia e intensidad a un ritmo más rápido que en casi cualquier otra parte del planeta, incluido el oeste de Estados Unidos.

El calentamiento global influye, al igual que en las olas de calor de todo el mundo, porque las temperaturas son en promedio unos 1,1 grados Celsius más altas que a finales del siglo XIX, antes de que se generalizaran las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor. Así que el calor extremo parte de un punto de partida más alto.

Pero además de eso, hay otros factores, algunos relacionados con la circulación de la atmósfera y el océano, que pueden hacer de Europa un punto clave de olas de calor.

No hay dos olas de calor que sean precisamente iguales. Las actuales temperaturas abrasadoras que el lunes llegaron a Inglaterra y Gales fueron causadas en parte por una región de aire de baja presión que se había atascado en la costa de Portugal durante días. Se conoce como una “baja aislada”, en jerga meteorológica, porque se desplazó o aisló de un río de vientos del oeste, la corriente en chorro de latitud media, que rodea el planeta a gran altura.

Las zonas de baja presión tienden a atraer el aire hacia ellas. En este caso, la zona de baja presión ha estado atrayendo constantemente aire del norte de África hacia ella y al interior de Europa. “Está bombeando aire caliente en dirección al norte”, dijo Kai Kornhuber, investigador en el Observatorio Terrestre Lamont-Doherty que es parte de la Universidad de Columbia.

  • Kornhuber colaboró con un estudio publicado este mes que encontró que las olas de calor en Europa habían aumentado en frecuencia e intensidad en las últimas cuatro décadas y relacionó el aumento al menos en parte a los cambios en la corriente en chorro. Los investigadores encontraron que muchas olas de calor europeas sucedieron cuando la corriente en chorro se dividió temporalmente en dos, dejando una zona de vientos débiles y aire de alta presión entre ambas ramas, lo que es propicio para la acumulación de calor extremo.
  • Efi Rousi, científica sénior en el Instituto Postdam para la Investigación Climática en Alemania y autora principal del estudio, dijo que la actual ola de calor parecía estar vinculada a un “chorro doble” que dijo ha estado ocurriendo encima de Europa en las últimas dos semanas. Esto podría haber conducido a la creación de la baja aislada, dijo Rousi, así como a una zona de vientos débiles sobre Europa que permitieron que el calor persistiera.

“Parece que esto realmente está favoreciendo el aumento de esta ola de calor”, comentó.

Puede que haya otras razones por las que Europa está atestiguando más olas de calor, y más persistentes, aunque algunas de estas actualmente son motivo de debate entre los científicos. La variabilidad del clima natural puede ocasionar que sea difícil distinguir las influencias específicas, dijo Rousi.

Kornhuber dijo que el calentamiento en el Ártico, que está ocurriendo más rápidamente que en otras partes del mundo, podría tener un papel. En tanto el Ártico se calienta a un ritmo más veloz, la diferencia de temperatura entre esta zona y el Ecuador disminuye. Esto conduce a un decrecimiento en los vientos estivales, lo que tiene el efecto de causar que los sistemas meteorológicos permanezcan más tiempo. “Sí notamos un aumento en la persistencia”, dijo.

  • También hay indicios de que los cambios en una de las principales corrientes oceánicas del planeta, la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico, puede afectar el clima de Europa. Rousi publicó el año pasado un artículo científico que mostró, con simulaciones computacionales, que un debilitamiento de la corriente al calentarse el planeta causaría cambios en la circulación atmosférica y conduciría veranos más secos en Europa.

Como en otras partes del mundo, una ola de calor en Europa puede hacer más probable que se produzcan otras en la misma zona, porque un periodo de calor extremo seca el suelo.

Cuando hay algo de humedad en el terreno, parte de la energía del sol se usa para evaporar el agua, lo que tiene un efecto de enfriamiento ligero. Pero cuando una ola de calor se lleva casi toda la humedad del suelo, hay poco para evaporar al llegar la siguiente ola de aire caliente. Por lo tanto, una mayor cantidad de energía solar quema la superficie, lo que aumenta el calor.

Toda Europa afectada

Este calor solo empeora la sequía y julio de 2022 es «el segundo mes más seco» en Francia desde que se iniciaron las mediciones en 1958-1959, con un déficit de precipitaciones de cerca del 84% respecto a lo normal, según Météo-France.

Toda Europa se ha visto afectada. Julio fue el más seco desde 1935 en Inglaterra, que se encuentra ahora en un estado de «clima seco prolongado», la etapa previa a la sequía, que implica medidas de precaución.

Varias compañías de agua han anunciado restricciones que afectan a millones de personas y los productores de frutas y hortalizas informaron de la pérdida de las cosechas de ensaladas, judías y bayas. A ello se añade una amenaza permanente de incendios forestales.

  • En la frontera entre la República Checa y Alemania, el 24 de julio se produjo un gran incendio forestal en el Parque Nacional de la Suiza de Bohemia, donde se batieron récords de calor (36.4 grados). Ya se han visto afectadas mil hectáreas.
  • En Polonia, el nivel de los ríos era muy bajo. En varias regiones se han impuesto restricciones al uso del agua, especialmente en los jardines.

La sequía y la ola de calor son «la manifestación del calentamiento global, hoy nadie» lo cuestiona, explicó esta semana la ministra francesa de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. El clima de 2020 puede olvidarse y el de 2022 es quizá el más fresco de los próximos años», advirtió./Agencias-PUNTOporPUNTO

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