Cuatro Gigantes acaparan 53.7% de las compras del IMSS

Pero no será tan fácil meterles control

Cuatro proveedores de bienes terapéuticos y no terapéuticos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acapararon, en los últimos tres años, más de la mitad del monto total de compras de la dependencia de gobierno, con ganancias acumuladas superiores a 65 mil millones de pesos.

  • Grupo Fármacos Especializados S.A. de C.V., Distribuidora Internacional de Medicinas y Equipo Médico S.A. de C.V., Farmacéuticos Maypo S.A. de C.V. y Comercializadora de Productos Institucionales S.A. de C.V. son, de acuerdo con el IMSS, “los proveedores que más venden bienes”.
  • Entre 2016 y 2018, estos cuatro gigantes corporativos concentraron, en promedio, el 52.7 por ciento del total de compras anuales de bienes del IMSS (que además de materiales terapéuticos, incluye artículos como uniformes y batas, jabones y detergentes, papelería, etcétera), o el 57.4 por ciento de las compras anuales de bienes terapéuticos (medicinas, materiales de curación, vacunas, fórmulas lácteas, narcóticos, entre otros).
  • La concentración de proveedores podría estar justificada por el nivel de especialización o por cuestiones de patente de los bienes distribuidos. No obstante, la opacidad en los procesos de contratación hace imposible descartar “compras amañadas”, dijeron a SinEmbargo especialistas consultados.

Debido a que por ley las farmacéuticas no le pueden vender de manera directa al Estado, “hay distribuidoras médicas que se dedican a la venta de medicamentos de alto costo o de alta especialidad –como Grupo Fármacos Especializados y Farmacéuticos Maypo, por ejemplo– y por eso el rubro se ve tan marcado para tres o cuatro empresas.

Pero hay que entender que en el paquete que ellos venden, hay un montón de medicamentos [de patente] que los laboratorios le venden [en] exclusiva a determinada empresa”, explicó Luis Adrián Quiroz, coordinador general de la Organización de Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS.

Esta situación “es un reflejo de un entorno poco competitivo al que entran pocas empresas” y que no está exento de casos de colusión entre proveedores y funcionarios (como cuando son impuestas barreras o requisitos deliberados para evitar a ciertos competidores), comentó a SinEmbargo Luis Mauricio Torres, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Según los analistas, la concentración de contratos en un manojo de distribuidores es “multifactorial”. El gran problema es que nunca podemos saber qué criterios de contratación fueron utilizados para seleccionar al proveedor. Y en ese margen de sombra, yace la ocasión de malos manejos. Por ello, los especialistas urgieron la necesidad de “reestructurar todos los procesos de compra” para que limiten “las compras amañadas que se dan mucho en los insumos para la salud”.

  • En esta coyuntura, el virtual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo la semana pasada que para evitar desperdicio de recursos y actos de corrupción, las compras del sector salud serán realizadas de manera consolidada y bajo la observación de ciudadanos e instituciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Según Quiroz, es elemental que la sociedad civil y organizaciones de pacientes –con conocimiento de causa– participen en todo momento de los diferentes procesos de licitación. Y sobre las compras consolidadas, refirió que en México el problema es que no siempre se negocia por volumen, lo que evita que se puedan “generar acciones mucho más directas para definir un sólo precio de compra”.

  • El activista destacó que en México “debería de haber una [verdadera] guerra de precios” que garantice la competencia justa, que es como el modelo de Brasil. Sin embargo, lamentó que en nuestro país no sea ejercido, de manera adecuada, el esquema de compras consolidadas ya que “muchas entidades federativas decidieron salirse porque allí estaba su caja chica para poder comprar, como se les diera la gana, por otras vías”.

Para el economista del IMCO, en cambio, las compras consolidadas –como las que el IMSS realiza desde 2006– “están diseñadas para ofrecer mejores condiciones de precio debido al volumen”, aunque implican un riesgo: “que se concentran las compras públicas en pocos contratos para pocas empresas, a costa de proveedores más pequeños que no pueden competir por el volumen que solicitan”.

Por ello destacó que, en todo caso, los procesos de contratación deben de estar “acompañados de un estudio de mercado” (para verificar proveedores potenciales y evitar restricciones injustas) y de mecanismos de transparencia en cada paso (sobre todo en casos de adjudicación directa e invitación a cuando menos tres personas)./ CON INFORMACIÓN DE SIN EMBARGO

Reportaje Completo en el Enlace:

http://www.sinembargo.mx/06-08-2018/3451879

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