Gravar remesas, ¿legalización de facto?

El envío de remesas hacia México, sobre todo desde Estados Unidos, es una de las fuentes generadoras de divisas más importantes para el país sólo seguida de las exportaciones de la industria automotriz y del sector agroalimentario.
Según datos oficiales, al cierre del 2016, el envío de estos recursos por los paisanos mexicanos alcanzó un monto de 26 mil 970 millones de dólares, 8.8 por ciento por arriba del cierre del año previo. Dicha cifra supera el nivel alcanzado en el 2007, con lo que establece un nuevo récord en este concepto.
Este aumento porcentual y la depreciación del peso frente al dólar significaron un incremento de 31.3 por ciento en la medición de los envíos en pesos de los paisanos, mismos que alcanzaron los 553 mil 260 millones, equivalente al total de los ingresos no tributarios captados por el gobierno en el año pasado.
Michoacán, Jalisco y Guanajuato, captan casi la tercera parte de los envíos de remesas. Geográficamente, son las entidades del centro del país las que más expulsan su mano de obra al mercado norteamericano, en tanto que los estados del sureste del país, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, son los que tradicionalmente se ven menos atraídos por la economía más grande del planeta.
California, en la Unión Americana, es el estado desde donde se manda el 31 por ciento del total, y junto con Texas, Illinois y Nueva York, acumulan el 55 por ciento de los envíos. En forma general, de 20 estados proviene 86 por ciento de las remesas que envían los paisanos mexicanos.
Entonces, ha quedado clara la importancia de las remesas para la economía de nuestro país, ¿no es así? Pues bien, el tirano que ahora ocupa la Casa Blanca, en su obsesionado intento por construir un muro que divida a México y Estados Unidos, ha amenazado con gravar estos recursos para financiarlo.
El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, ha dicho que México defenderá el libre flujo de estas remesas en caso de que el gobierno del bravucón Donald Trump intente bloquearlas o gravarlas con algún tipo de impuesto.
Pero de hacerlo, y hablando en términos legales, significaría que de facto se inicia la legalización de millones de migrantes a quienes tanto odia. Juristas allá que estudian detenidamente este proyecto, aseguran que de aprobarse, en automático abriría la puerta a estos mexicanos sin documentos para demandar derechos, prestaciones y hasta pensiones.
Bien dicen que el odio y el rencor nunca han sido buenos consejeros, y en su afán por hacer la vida miserable a personas que considera inferiores, el psicópata de Trump se dispara en el pie al promover una iniciativa que al final terminaría dando herramientas para demandar una legalización de migrantes en masa. Lo dicho, este hombre es un tonto bien hecho.
PARA EL REGISTRO Y mientras usted y yo leemos esta columna, los agentes de migración de los Estados Unidos han comenzado a detener personas en grandes números como parte de una intensificación de las medidas anunciadas por Trump contra indocumentados. Una redada en el sur de California fue especialmente dura, y hubo arrestos similares en Atlanta, Chicago, Nueva York, Texas y Carolina del Norte. El gobierno racista a todo lo que da. Gracias y buen inicio de semana.
@betata75 

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