ESTUDIO ÍNTEGRO: AGUJERO en CAPA de OZONO se expande, hasta el doble del Área de la ANTÁRTIDA

“Nuestro análisis terminó con datos de 2022, pero al día de hoy el agujero de ozono de 2023 ya ha superado el tamaño de los tres años anteriores: a finales del mes pasado era de más de 26 millones de km2, casi el doble del área de la Antártida”.

La recuperación de la capa de ozono, que se encuentra a kilómetros de altura sobre la Tierra y protege al planeta de la radiación ultravioleta, ha sido celebrada como uno de los mayores logros ambientales del mundo. Pero en un nuevo estudio publicado este martes, algunos científicos afirman que es posible que no se esté recuperando en absoluto y que el agujero incluso podría estar expandiéndose.

  • Los hallazgos disienten con evaluaciones ampliamente aceptadas sobre el estado de la capa de ozono, incluido un estudio reciente respaldado por la ONU que mostró que volvería a los niveles de la década de 1980 tan pronto como en 2040.
  • En 1987, varios países acordaron prohibir o reducir gradualmente el uso de más de 100 sustancias químicas que afectan la capa de ozono y que habían causado un «agujero» en una región sobre la Antártida.
  • El agotamiento se atribuye principalmente al uso de clorofluorocarbonos (CFC), comunes en aerosoles, solventes y refrigerantes. Se considera que esa prohibición, acordada en el Protocolo de Montreal, ha sido eficaz para ayudar a la recuperación de la capa de ozono.

Nuevo Agujero en la Capa de Ozono

  • Pero el agujero, que crece sobre la Antártida durante la primavera austral antes de volver a reducirse en el verano austral, alcanzó tamaños récord entre 2020 y 2022, lo que llevó a los científicos de Nueva Zelandia a investigar el motivo.
  • En un artículo publicado por Nature Communications, descubrieron que los niveles de ozono se han reducido en un 26% desde 2004 en el centro del agujero en la primavera antártica.

«Esto significa que el agujero no solo ha seguido siendo grande en área, sino que también se ha vuelto más profundo (es decir, tiene menos ozono) durante la mayor parte de la primavera antártica», dijo Hannah Kessenich, estudiante de doctorado en la Universidad de Otago y autora principal del estudio.

  • «Los agujeros de ozono especialmente duraderos durante 2020-2022 encajan perfectamente en este panorama, ya que el tamaño/profundidad del agujero durante octubre fue particularmente notable en los tres años».

Para llegar a esa conclusión, los científicos analizaron el comportamiento de la capa de ozono entre septiembre y noviembre utilizando instrumentos satelitales.

  • Utilizaron datos históricos para comparar ese comportamiento y los cambios en los niveles de ozono, y para medir los signos de su recuperación. Luego buscaron identificar qué estaba impulsando estos cambios.
  • Descubrieron que el agotamiento del ozono y la profundización del agujero eran el resultado de cambios en el vórtice polar antártico, un vasto remolino de baja presión y aire muy frío, muy por encima del Polo Sur.

Los autores del estudio no exploraron más a fondo qué estaba causando esos cambios, pero reconocieron que muchos factores también podrían contribuir al agotamiento de la capa de ozono, incluida la contaminación que calienta el planeta; partículas diminutas en el aire que emiten incendios forestales y volcanes; y cambios en el ciclo solar.

«En conjunto, nuestros hallazgos revelan que los grandes agujeros de ozono recientes pueden no ser causados ​​solo por los CFC», dijo Kessenich.

  • “Entonces, si bien el Protocolo de Montreal ha tenido un éxito indiscutible en la reducción de los CFC con el tiempo y en la prevención de catástrofes ambientales, los recientes y persistentes agujeros de ozono en la Antártida parecen estar estrechamente relacionados con cambios en la dinámica atmosférica”.
  • Algunos científicos se muestran escépticos ante los hallazgos del estudio, que se basan en gran medida en los agujeros observados entre 2020 y 2022 y utilizan un período corto (19 años) para sacar conclusiones sobre la salud a largo plazo de la capa de ozono.

«La literatura existente ya ha encontrado las razones de estos grandes agujeros de ozono: el humo de los incendios forestales de 2019 y una erupción volcánica (La Soufriere), así como una relación general entre la estratosfera polar y la Oscilación del Sur de El Niño», dijo al Science Media Center Martin Jucker, científico del Centro de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia.

“Sabemos que, durante los años de La Niña, el vórtice polar en la estratosfera tiende a ser más fuerte y frío de lo habitual, lo que significa que las concentraciones de ozono también serán menores durante esos años. En los años 2020-22 se ha visto una rara triple La Niña, pero esta relación nunca se menciona en el estudio”.

Señaló que los autores del estudio dijeron que eliminaron dos años del registro (2002 y 2019) para garantizar que los “eventos excepcionales” no distorsionaran sus hallazgos.

«Se ha demostrado que esos eventos han disminuido considerablemente el tamaño del agujero de la capa de ozono», dijo, «por lo que incluirlos probablemente habría anulado cualquier tendencia negativa a largo plazo».

¿Qué está afectando a la capa de ozono?

El Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono, vigente desde 1987, regula la producción y el consumo de sustancias químicas artificiales que se sabe que agotan la capa de ozono, pero los investigadores creen que otros factores complejos, además de los clorofluorocarbonos también están contribuyendo al agujero de la capa de ozono.

De hecho, los expertos creen que los clorofluorocarbonos no son los únicos culpables del deterioro de la capa de ozono. “Hicimos conexiones entre esta caída de ozono y los cambios en el aire que llega al vórtice polar sobre la Antártida. Esto revela que los recientes y grandes agujeros de ozono pueden no ser causados ​​sólo por los CFC ”, dijo la experta.

Agujero en capa de ozono de la Antártida es grande para las fechas: Copernicus

El agujero en la capa de ozono de la Antártida, que todos los años se forma en agosto y empieza a decrecer en noviembre, sigue siendo más grande de lo habitual para la fecha actual, según ha detectado el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus (CAMS).

  • Este año, el agujero se formó varios días antes de lo normal y mantiene una extensión de más de 15 millones de kilómetros cuadrados desde finales de octubre, según informó en un comunicado Copernicus.

Dicho componente del programa espacial europeo, con sede en Bonn, está analizando las posibles causas de esta anomalía.

El agujero de la capa de ozono en la Antártida se forma todos los años durante la primavera austral, al acumularse sobre el Polo Sur sustancias que, sumadas al efecto de la radiación solar y las gélidas temperaturas, entre otros factores, producen una reducción drástica de la concentración de este gas.

  • Normalmente, el fenómeno desaparece a finales de noviembre, cuando vuelven a subir las temperaturas y cambia la dirección de los vientos estratosféricos, a la par que desaparece el vórtice polar.
  • Este año, el agujero creció rápidamente hasta convertirse en el sexto más grande registrado desde 1979, cuando comenzaron las mediciones, con una extensión de 26.15 millones de kilómetros cuadrados.

Aunque se redujo como es habitual en octubre, hacia el final de ese mes aumentó de nuevo y se pronostica que mantenga su tamaño hasta las primeras semanas de diciembre.

  • Será el tercer año consecutivo que el agujero de la capa de ozono Antártida no se cierra hasta mediados o finales de diciembre, más tarde de lo habitual, debido a las temperaturas más frías y a la mayor duración del vórtice polar.
  • Entre las posibles causas se han identificado el vapor de agua emitido a la atmósfera por el volcán Hunga-Tonga, las oscilaciones en los patrones de viento en el Hemisferio Sur y el cambio climático, aunque las investigaciones no son concluyentes.
  • “Desde la firma del Protocolo de Montreal hemos reducido drásticamente las emisiones de sustancias que agotan el ozono, dando espacio a la atmósfera para que comience a recuperarse”, declaró el director del CAMS, Vincent-Henri Peuch.

“Es un proceso largo en el que intervienen muchos factores fluctuantes que deben ser monitoreados para entender adecuadamente cómo se está desarrollando la capa de ozono”, agregó.

Emisiones volcánicas dañan la capa de ozono

Las emisiones volcánicas ricas en compuestos halogenados que tengan la capacidad de llegar a la estratósfera pueden dañar la capa de ozono que protege a la Tierra, consideró la investigadora alemana Nicole Bobrowski, investigadora en el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) en el observatorio Etneo, sección de Catania, Italia, quien participó en la más reciente edición del ciclo de conferencias Panorama Actual de las Ciencias Atmosféricas y del Cambio Climático, organizado en la UNAM.

  • Lo anterior no implica que todas las explosiones volcánicas tengan este efecto, aclaró, pues, recalcó, éstas deben ser ricas en monóxido de bromo y monóxido de cloro, también llamados compuestos halogenados.

“Esperamos una erupción que llegue a la estratósfera para poderla estudiar. Pero, por el ahora, hay un problema para asegurarse de que esto (el agujero en la capa de ozono) sea causado solamente por los halógenos volcánicos, porque también hay muchos halógenos de los CFC (clorofluorocarbonos) que afectan el ozono estratosférico”, precisó.

  • Desde 2003 la investigadora reportó en la revista Nature la detección de ambos compuestos en la emisión de gases volcánicos en el volcán Soufrière Hills, en la isla Montserrat (al sureste de Puerto Rico), donde alertaba que estas emisiones en volcanes activos pueden ser lo suficientemente grandes como para desempeñar un papel no sólo en la estratósfera, sino también en la química troposférica y, desde entonces, ha trabajado estudiando las emisiones de múltiples colosos, incluyendo el Chichonal y el Popocatépetl en México.

La científica explicó que un novedoso método utilizado por su equipo para el monitoreo volcánico es el uso de drones especializados capaces de cargar los instrumentos y de mantenerse en funcionamiento por varios minutos./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://www.nature.com/articles/s41467-023-42637-0

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