DESPIDOS al por mayor en el GOBIERNO FEDERAL

Desde noviembre inició el recorte de personal en dependencias federales

Los trabajadores de confianza del Servicio de Administración Tributaria (SAT) no son los únicos que están siendo cesados de sus puestos de trabajo sin previo aviso y a través de amenazas para firmar su renuncia.

  • Desde noviembre de este año, inició un proceso de despidos masivos a empleados de confianza de diversas dependencias federales a destajo y bajo condiciones desfavorables para los trabajadores, de acuerdo a diversos testimonios de personal operativo de estas instituciones.
  • “Desde hace meses (el personal nuevo) solicitó un listado de trabajadores con nombres, antigüedad, RFC y ellos a rajatabla palomeaban quién se iba. Varios equipos de trabajo hicieron que los equipos de la administración anterior consiguieran la renuncia, algunos equipos no lo hicieron, pero con esas listas que consiguieron cuando llegaron los nuevos se empezaron a hacer los despidos”, comentó a Forbes México un trabajador que pidió no revelar su nombre para evitar ser sancionado.
  • Para elegir al personal que está siendo despedido no hay un proceso de análisis para determinar qué plazas y perfiles resultan prescindibles en la operación y los que son necesarios.

En contraste, la administración federal señaló que “derivado de un análisis organizacional y con la finalidad de evitar duplicidad de funciones e incrementar la eficiencia, las Administraciones Generales del SAT propusieron reajustar sus unidades administrativas, determinando las áreas y plazas que se podrían compactar, previendo no impactar la calidad de los servicios ni los procesos recaudatorios”.

El mensaje se dio a conocer luego de que trabajadores del SAT denunciaron a través de redes sociales que les fue solicitada su renuncia bajo condiciones fuera de la ley y a través de amenazas.

Antes fue mejor…

  • “En el cambio de administración del PAN al PRI hace seis años no hubo este tipo de despidos, hubo cambios de equipos en los mandos superiores pero sólo ellos se iban y hay gente que tienen 20 o 30 años trabajando y que justo han sobrevivido a este tipo de cambios drásticos.
  • Hace seis años podías también acercarte y renunciar y esas plazas eran las que se ocupaban y era normal porque hasta cierto punto un jefe se llevaba a su equipo, en esta ocasión fue una especie de dame la plantilla y ya, con base en nada”, detalló el empleado.

Este es el caso de Leo Lovera, que por 23 años trabajó como analista en pagos en el área de Administración de Recursos y Servicios, a quien cinco minutos antes de que terminara su jornada laboral le avisaron que tenía que firmar su renuncia con la amenaza de que si no lo hacía no se le cubrirían gastos pendientes como prima vacacional además de descontarle la parte proporcional de la quincena.

  • “Nos sorprendió a todos como nos avisaron, como nos trataron y como nos condicionaron. A mí me dijeron que me despedían por temas de presupuesto a otros compañeros les dieron otra versión, pero a todos nos advirtieron: ‘Si firmas te pago, si no firmas, no te pago’”, relató a Forbes México.

Cardona, junto con otros empleados del SAT acudieron a las seis de la mañana a Palacio Nacional para solicitar que el presidente de la República atendiera sus demandas entre las que destacan: liquidación conforme a la ley, el pago de sus seguros de separación y pagos atrasados.

A los manifestantes los recibió personal de atención ciudadana de Presidencia, que les señaló que entregaría a Andrés Manuel López Obrador el oficio que integraba la demanda de los trabajadores. Las dependencias del gobierno federal están normadas por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y sólo en pocos casos, como organismos descentralizados y no sectorizados se rigen por la Ley Federal de Trabajo.

  • En el caso de la ley que rige a los burócratas se establece en el artículo 43 que “de acuerdo con la partida que en el Presupuesto de Egresos se haya fijado para tal efecto, cubrir la indemnización por separación injustificada cuando los trabajadores hayan optado por ella y pagar en una sola exhibición los sueldos o salarios caídos, prima vacacional, prima dominical, aguinaldo y quinquenios en los términos del laudo definitivo”.

De la misma forma que se están llevando a cabo despidos masivos sin ningún tipo de análisis organizacional, la contratación de personal nuevo en diversas áreas no se ciñe a elección de perfiles idóneos para los puestos vacantes.

  • “La gente que está llegando no cumple el perfil a nosotros nos dieron instrucción de que teníamos que aceptar al personal que nos enviarán, se están integrando directores generales que no tienen la carrera terminada, que no tienen experiencia necesaria pero la instrucción fue: entran porque entran”, señaló otro empleado del área de recursos humanos de esta dependencia, quien también solicitó el anonimato.

En ese sentido afirmó que la operación de muchas dependencias está en riesgo debido a la cantidad de despidos que se están llevando a cabo y la falta de idoneidad en los perfiles que se integran

“¿Este es el cambio: generar más desempleo?”

A las 8:00 horas del jueves pasado y como lo hacía todos los días desde hace dos años y cinco meses, Jessica Padilla llegó a trabajar como jefa de Departamento en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en la delegación de Los Cabos, Baja California Sur; sin embargo, minutos después, al igual que 60 de sus compañeros, fue notificada que dejaba de laborar en el organismo federal debido a un recorte.

  • En su cuenta de Facebook, la joven escribió los detalles de su despido, en los que resaltó que todo el esfuerzo, empeño y dedicación a su trabajo “no habían servido nada”, puesto que una funcionaria del SAT llegó y le preguntó: “¿Cese o renuncia?”.
  • “Así de fácil se les hace llegar y correr a más de 60 trabajadores por recorte presupuestal. Sí, ya veo que es más fácil correr de sus trabajos a mucha gente para dar becas a los ninis, para hacer un aeropuerto en donde se les antoje, tener más dinero libre que robar. ¿Este es el cambio: generar más desempleos?”, cuestionó.
  • Jessica era feliz de estar laborando en la dependencia y muestra de ello es que el 14 de octubre de 2016 escribió en su Facebook: “¡Únete al equipo SAT!”, acompañado de una imagen con alusión al esfuerzo que esto implicaba.
  • Este mensaje en su cuenta de Facebook —que ha sido compartido más de 24 mil veces y ha generado 23 reacciones, la mayoría de ellas de enojo y de tristeza— junto con fotos que Jessica tomó ese mismo día, se observa su escritorio vacío y el momento en que abandona la sede regional del SAT.

En otra imagen se observa la caja donde guardo todos los artículos personales, entre ellos, su gafete que la acreditaba como jefa de Departamento en el SAT, con un cordón con los logos de la institución, además, como recuerdo, se tomó una fotografía en el escritorio en el que laboró desde hace más de dos años y en otra aparece junto con sus compañeros despedidos, quienes muestran los documentos en los que se ordenan sus despidos.

  • “Quizá yo llevaba poco tiempo a comparación de muchos de mis compañeros que dieron más de 20 años y que hoy ni las gracias nos han dado. ¡Qué injusto lo que han hecho, es tan triste y decepcionante lo que han hecho!”, dijo.
  • En el mensaje puesto en su perfil de la red social hay un apartado dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador en el que le comenta: “Sólo espero que toda la limpia que están haciendo sus altos funcionarios sea por el bien de México y que no termine siendo peor que los otros gobiernos”.
  • Sus amigos, familiares y compañeros despedidos la exhortan a no estar triste y a no deprimirse, debido a que ella, comentan, siempre fue un ejemplo de trabajo y de apoyo dentro de la institución.
  • “Échale ganas, amiga. Son tiempos difíciles, pero adelante, que tienes todo para seguir triunfando en esta vida”; “Adelante Jessica, esto es sólo una piedrita en el camino. Respira con tranquilidad que todo esto pasará y llegarán mejores cosas para ti”, son algunos de los mensajes. Al final de su mensaje, la joven escribió a manera de aviso “Nota: Busco trabajo”.

Trabajadores sin protección

  • Javier Aguilar, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que los trabajadores de confianza no están respaldados por un contrato, lo que dificulta la defensa de sus derechos. Además, enfatizó la necesidad de regular esta forma de contratación en los lugares.

Comentó que al carecer de un contrato, la única opción que tiene este tipo de trabajadores es organizarse para presentar una demanda ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), pero indicó que se trata de un proceso largo. “Así pueden pelear por sus derechos para que les paguen una indemnización, mientras encuentran otro empleo; sin embargo, son procesos muy tardados, lo mejor es que se organicen”, dijo.

  • Manuel Fuentes Muñiz, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró a este tipo de trabajadores como los “más desprotegidos”, porque pueden ser separados de su cargo sin ninguna prestación. Comentó que únicamente pueden obtener el pago de sus honorarios.

“Un trabajador de confianza que es separado no tiene derecho a ninguna indemnización ni indemnización ni reinstalación, porque los contratan por honorarios. El tema es que la parte grave de esto radica en que se están coartando sus garantías laborales”, dijo el experto de la UAM.

Comentó que durante muchos años las instituciones han contratado a personal por honorarios. Resaltó que este tipo de sujetos suelen laborar en áreas operativas, incluso en horarios superiores a la jornada de ocho horas.

“Estos trabajadores son aquellos que cumplen un horario desde las nueve [de la mañana] y se van hasta las 10 de la noche. Están en las áreas operativas y son quienes sostienen la estructura de las instituciones, sin contar con ningún tipo de prestación, son los más desprotegidos”, subrayó.

Destacó que los empleados de confianza despedidos pueden presentar una demanda ante la JFCA o buscar el amparo de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), aunque es un proceso que puede durar hasta ocho años. /FORBES – PUNTOporPUNTO

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