CÁRTELES explotan los vacíos de SEGURIDAD frente a la PANDEMIA: Especialistas

la violencia criminal no ha disminuido durante la contingencia sanitaria por el Covid-19 en México. Tan sólo el pasado 7 de junio se registró el día más violento del año con 117 homicidios

El coronavirus amenaza con obstaculizar la lucha del gobierno de México contra algunos cárteles de la droga, a medida que los policías y funcionarios se enferman, las fuerza pública se desvía para proteger los centros médicos y los cuarteles militares se convierten en clínicas para atender el covid-19.

  • El poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y sus rivales están explotando un vacío de seguridad para intensificar la lucha por el control del tráfico de drogas en México, dijeron funcionarios de seguridad y analistas.
  • El número de homicidios a nivel nacional ha aumentado a niveles récord, incluso cuando la cantidad de otros crímenes se ha reducido debido a que la mayor parte del país está recluida en casa para evitar el coronavirus.

En las últimas semanas, hombres armados secuestraron y mataron a siete policías, asesinaron a 10 personas en un centro de rehabilitación de drogas y arrojaron 12 cuerpos acribillados a balazos de un grupo criminal rival, todos en áreas donde opera el CJNG, dirigido por Nemesio “El Mencho” Oseguera, un expolicía por el que Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares.

El Ejército, una parte central de la guerra contra las drogas en México, ha sido reclutado para ayudar a detener el coronavirus, convirtiendo algunos cuarteles en clínicas para atender el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.

Policías con sobrepeso o con problemas de salud subyacentes han sido retirados de las calles en algunas regiones porque se considera que su salud podría complicarse más de la cuenta si contrajera el virus, dicen las autoridades mexicanas.

En el estado Guerrero, bañado por las aguas del océano Pacífico y donde operan alrededor de 40 grupos armados, incluido el CJNG, la Policía se ha debilitado por brotes de coronavirus en sus filas, reconoció un alto funcionario policial de la zona.

  • Cuando un oficial se enferma, cuatro más tienen que aislarse durante dos semanas, en promedio agregó la fuente, quejándose de que algunos uniformados también mostraban dudosos certificados médicos para evitar el trabajo.
  • En la zona rural montañosa de Guerrero, los grupos de vigilantes armados -que, según analistas, tienen vínculos con los cárteles- han impuesto toques de queda y han prohibido a los residentes salir de las aldeas para tratar de contener el virus, dijeron los residentes a Reuters.
  • Con más de 18,300 fallecidos relacionados al coronavirus, México es el séptimo país más afectado en el mundo.

La pandemia está agotando la capacidad del Gobierno para lidiar con el crimen organizado, dijo otro alto funcionario de seguridad.

“El coronavirus es la prioridad en este momento, sin duda”, aseguró el funcionario. “Puedes sentir eso”.

  • A nivel nacional, 4,700 miembros de la Guardia Nacional, de un total de 90,000, se encargan de brindar seguridad a hospitales, equipos médicos y trabajadores de la salud, dijo a Reuters la Secretaría de Seguridad.
  • El gobierno mexicano no respondió directamente a una solicitud de Reuters para comentar si combatir el coronavirus está frenando la lucha contra los cárteles.

Pero un alto funcionario de la Secretaría de Seguridad aclaró que sólo un pequeño porcentaje de la Guardia Nacional ha sido reasignado a tareas de coronavirus y que la mayoría mantiene sus funciones de prevención y combate del crimen. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo este mes: “no vamos a dejar de atender y de enfrentar a la delincuencia organizada”.

HOMICIDIOS AL ALZA

El impulso del CJNG por dominar territorios ayudó a elevar la tasa de homicidios a un máximo histórico en los primeros cuatro meses de 2020, un golpe a la promesa de López Obrador de frenar la violencia en el país, donde 34,582 personas fueron asesinadas en 2019.

  • López Obrador dijo este mes que alrededor del 70% de los homicidios de este año estaban vinculados a los cárteles.
  • Desde fines de marzo, México ordenó el cierre de escuelas, negocios y oficinas gubernamentales.
  • Pero las batallas por el tráfico de drogas auparon la tasa de asesinatos en marzo, cuando se registraron 3,000 homicidios: la segunda cifra mensual más alta desde que hay registro y la más grande desde que López Obrador asumió en 2018.
  • La tasa diaria de asesinatos fue casi idéntica en abril, según datos oficiales y, el 7 de junio, México sufrió su día más violento del año con 117 homicidios.

“Hay balaceras casi a diario”, reconoció José, un estudiante en Aguililla, uno de los muchos pueblos del estado Michoacán donde los cárteles locales están luchando contra el dominio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El poderoso grupo, que ha inundado Estados Unidos de fentanilo, ha enfrentado una fuerte resistencia de los cárteles más pequeños en su búsqueda del control de las rutas de contrabando de drogas hacia Estados Unidos.

En mayo, la Policía de Michoacán encontró 12 cuerpos de presuntos miembros del CJNG en un camión. Una nota sobre los cuerpos, supuestamente firmada por la organización criminal La Familia Michoacana, se burlaba de un jefe regional del CJNG.

Los cárteles han luchado durante mucho tiempo por las rutas para traficar drogas en la región occidental conocida como “Tierra Caliente”, que abarca los estados Michoacán, Guerrero y Estado de México. Incluso antes de la pandemia, las autoridades a menudo estaban ausentes en las zonas rurales de esa región.

“Hay áreas donde el gobierno no entra (…) y la delincuencia tiene control total”, confesó Gregorio López, un sacerdote católico conocido como “Padre Goyo” en la ciudad michoacana de Apatzingán, en Tierra Caliente.

Añadiendo sal a la herida, los grupos criminales están tratando de asumir parte del papel del Gobierno para aliviar las necesidades sociales durante la pandemia.

En varias regiones están prestando dinero a negocios en zonas donde las personas han sufrido el golpe económico debido al cierre para prevenir la expansión del virus, según un documento gubernamental detallado por varios periódicos locales.

Los videos de combatientes de cárteles con armas de fuego repartiendo víveres a poblaciones locales empobrecidas durante el cierre han llevado a casa la pérdida del dominio territorial de las autoridades.

“La pandemia ha expuesto completamente las brechas en el control del Gobierno sobre ciertos territorios”, dijo Mike Vigil, exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. “Esos vacíos están siendo llenados, desafortunadamente, por los cárteles”.

PANDEMIA DESESTABILIZA EL MERCADO

A diferencia de lo que muchos habían pronosticado, la violencia criminal no ha disminuido durante la contingencia sanitaria por el Covid-19 en México. Tan sólo el pasado 7 de junio se registró el día más violento del año con 117 homicidios. Ante ello, Javier Oliva, uno de los especialistas en seguridad más reconocidos a nivel nacional, señaló que el mercado de las drogas se ha desestabilizado ante la crisis económica, lo que ha desencadenado una mayor disputa territorial entre los cárteles y, por lo tanto, mayores enfrentamientos.

«Como cualquier negocio, se ha entorpecido la circulación de la mercancía, los precursores químicos del fentanilo provienen sobre todo de China y del sureste asiático, la producción de estas sustancias ilícitas se vuelve escasa», explicó.

A medida que la producción y distribución de las drogas se entorpecen, también incrementan las disputas por el mercado y el control del consumo al menudeo.

«Si a esto le sumas que los procesos y controles en la frontera de México con Estados Unidos se intensificaron, al grado que fueron cerrados 32 puntos fronterizos, pues el flujo de drogas de nuestro país a la Unión Americana se vuelve mucho más difícil, principalmente para estas drogas de elaboración química como las metanfetaminas», explicó el investigador de la UNAM.

  • De acuerdo con los datos reportados por el SESNSP de enero a abril se han denunciado en todo el país 9 mil 751 homicidios dolosos, mientras que en el mismo periodo del año pasado la autoridad reportó 9 mil 605 crímenes de este tipo.
  • En San Luis Potosí la cifra correspondiente a los primeros cuatro meses de 2020 es de 165, mientras que en el mismo lapso de 2019 se reportaron en la entidad 138 casos.
  • La crisis económica y las disputas por el mercado de las drogas generan un entorno de enfrentamientos con mayor violencia, «además, muchos negocios narcomenudistas han cerrado, por lo que quienes son adictos o consumidores buscan nuevas formas de adquirir producto, lo que genera más caos en el entorno, todo esto explica por qué ha aumentado la violencia en el mercado de las drogas», comentó Javier Oliva.

GOBIERNOS LOCALES PASMADOS

Respecto a las acciones de las autoridades, Javier Oliva señaló que aún es pronto para exigirle resultados más certeros a la Guardia Nacional, toda vez que apenas está por cumplir un año de haber iniciado operaciones, pero sobre todo debido a que se trata de un órgano para el cual se requirió una serie de reformas, cambios institucionales y jurídicos muy complejos.

«Es una institución que en la historia reciente del país no tiene comparación en la profundidad e impacto a nivel corporativo y jurídico. La Guardia Nacional tiene un despegue de carácter permanente y no reactivo, para este año tiene 150 cuarteles, y para el próximo año deben tener 266. Hoy tiene 186 mil elementos que el próximo año deben pasar a ser 250 mil, este proceso de creación de una institución tan compleja requiere tiempo», dijo.

No obstante, señaló que el principal problema radica en los cuerpos de seguridad locales, «la Guardia Nacional tal vez pueda cumplir su objetivo de abatir la violencia, pero se tardará más en lograrlo, en tanto no se fortalezcan las corporaciones estatales y municipales».

«El despegue de la Guardia Nacional puede generar una pasividad en las autoridades locales, como el nuevo órgano tendrá posibilidades de intervenir en asuntos del fuero común, delincuencia circunstancial u ocasional, las corporaciones estatales o municipales, podrían tener la tentación de entregarle todo el control al organismo federal y hacerse a un lado, pero lo importante y que ayudará a resolver la crisis es que asuman su responsabilidad», agregó el especialista.

Javier Oliva descartó que la crisis económica esté generando un mayor reclutamiento de jóvenes a las filas del crimen organizado, «el desempleo no necesariamente te convierte en delincuente; no hay correlación entre ambos fenómenos, quizá sí lo haya con el robo de productos para la economía informal, el robo hormiga de grandes almacenes, pero no con el crimen organizado», finalizó.

CJNG Y LOS ZETAS CONTROLAN EL TRAFICO DE DROGAS EN CHIAPAS

En Chiapas, entidad fronteriza con centroamérica y punto estratégico del trasiego de drogas, al menos 6 organizaciones criminales pelean por el control de las plazas.

  • De acuerdo con un informe de inteligencia del gobierno federal, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) luchan por el control de los municipios cercanos a la costa del mar pacífico y la frontera con Guatemala.
  • El remanente de los Zetas, por su parte, domina la zona metropolitana y el centro de Chiapas. Aunque con menor fuerza, también se encuentran dispersos en los 15 municipios que conforman el estado Los Beltrán Leyva, Cártel del Golfo y San Juan Chamula.

Las autoridades federales también detectaron la presencia de las pandillas juveniles Mara Salvatrucha 13 y Barrio 18, dedicadas principalmente a los homicidios y narcomenudeo en 12 localidades chiapanecas: Arriaga, Cacahoatán, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huixtla, Metapa de Domínguez, Mapastepec, Palenque, Pijijiapan, Ciudad Hidalgo y Tapachula./Agencias-PUNTOporPUNTO

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