PROGRAMAS SOCIALES de la 4T obstaculizan la creación de EMPLEOS formales en el PAÍS

A tasa anual, la población desocupada representó 3.3% de la Población Económicamente Activa, 0.8 puntos porcentuales menos que hace un año. Esto significa que, de septiembre de 2021 a igual mes de 2022, poco más de 400 mil personas lograron tener una ocupación laboral.

Los programas sociales de la administración pública federal son uno de los factores que obstaculizan la creación de empleos formales en el país, afirmó José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

«Son muchos factores, pero sí es importante el factor de los programas sociales. Y no estamos proponiendo que se quiten, se necesitan, lo que pasa es que requieren un acompañamiento porque lo que tenemos que lograr es que (las personas) sigan trabajando, reciban la ayuda, pero que esto les dé una mejor calidad de vida de largo plazo para que ya en un futuro no requieran de esos programas sociales», sostuvo el líder empresarial.

  • Medina Mora detalló el caso específico del programa de Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), que permite que personas de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, puedan emplearse en una empresa.

Los participantes de este proyecto reciben una remuneración mensual de cinco mil 258 pesos, y es una de las principales apuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

«Hace tres semanas estuve en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua. Una empacadora de manzanas contrata cuatro mil personas, hoy tiene dos mil. Antes, nos decían que bajaban de la Sierra Tarahumara dos mil a trabajar y ahora ya no bajan. Subimos a la sierra, hablamos con el obispo y nos dicen que la gente recibe cinco mil 200 pesos por JCF y ya no quieren trabajar, y que desgraciadamente mucho se va en alcohol, drogas, y se descompone el tejido social», lamentó el presidente de la Coparmex.

  • Pero la problemática del empleo es más extensa y preocupante, reconoció Medina Mora en una reunión con medios de comunicación. Otro de los factores que obstaculizan la creación de puestos de trabajo en México es la oferta laboral por parte de Estados Unidos.

«En Estados Unidos se dieron ayudas por la pandemia y su fuerza laboral ya no quiso trabajar; se llevaron mano de obra mexicana», destacó.

Derivado de toda esta situación, Medina Mora precisó que actualmente hay entre 1.2 y 1.6 millones de vacantes laborales que las empresas mexicanas no pueden cubrir. Incluso, manifestó, las compañías tienen complicaciones para encontrar personal especializado y que acepten trabajar en un formato presencial.

«En Vallarta, los hoteleros tienen ocho mil vacantes que ya no pueden cubrir, la cifra es de 25 mil si se toman en cuenta todos los negocios. Hay otras 75 mil vacantes en Ciudad Juárez, donde salen a la calle a pedirle a los migrantes que se queden a trabajar de este lado», subrayó.

  • Si bien esto último es más frecuente en las zonas centro y norte del país, Medina Mora dijo que al día de hoy este problema también se puede observar en algunos estados del sur y sureste, como Chiapas, Quintana Roo y Veracruz.

«Ahorita tenemos estas vacantes, en todos los sectores, en todo el país. Hay todo tipo de empleo, al inicio se decía que solo era mano de obra, pero también hay empleo especializado escaso que impide que podamos crecer, es una limitante del crecimiento», mencionó.

  • Medina Mora añadió que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) puede detonar una mayor inversión privada, y por ende más empleos en el país, aunque de momento algunas inversiones están detenidas por la incertidumbre de las consultas internacionales en materia energética.
  • Además, los inversionistas también están frenando sus proyectos ante la creciente ola de inseguridad a nivel nacional, que ha afectado a un gran número de empresas de todos los sectores.

«Estamos generando una buena cantidad de empleos, pero creemos que se puede multiplicar si podemos mejorar las condiciones de certeza jurídica, generar confianza. Creo que podemos generar aún mejores condiciones para que se multiplique el empleo», añadió Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El presidente del CCE también acusó que las empresas enfrentan una excesiva carga regulatoria, sin importar el sector, lo que impide que puedan nacer nuevas firmas o expandir sus proyectos de largo plazo.

Población desocupada representó 3.3%

En septiembre pasado, la tasa de desocupación laboral en México bajó 0.1 puntos porcentuales respecto al mes de agosto, cuando se ubicó en 3.1%.

  • Con base en esta información, en septiembre de este año, un millón 984 mil 244 personas no trabajaron ni una sola hora a la semana, esto es 126 mil personas menos que en agosto.

A tasa anual, la población desocupada representó 3.3% de la Población Económicamente Activa, 0.8 puntos porcentuales menos que hace un año. Esto significa que, de septiembre de 2021 a igual mes de 2022, poco más de 400 mil personas lograron tener una ocupación laboral.

Según la encuesta de INEGI, 32 millones de personas están ocupadas en la informalidad laboral.

  • En total, en el noveno mes de este año, 57 millones 500 mil personas tuvieron alguna ocupación laboral, 2.4 millones más que en el mismo mes de un año antes.
  • Del total de personas ocupadas, 38.8 millones, esto es el 67.4% operaron como trabajadoras o trabajadores subordinados y remunerados ocupando una plaza o puesto de trabajo, lo que representó un alza anual de 760 mil personas.

Además, 13.5 millones, es decir el 23.4 % trabajaron de manera independiente, lo que representó un aumento de 1.1 millones. Y tres millones de personas más, es decir el 5.2 % fueron patronas, patrones o empleadores, cifra que creció en 352 mil.

Empleo juvenil, el eslabón más débil en la recuperación

El empleo juvenil ha sido el más castigado por el impacto de la pandemia y su recuperación no sólo ha sido más lenta que la de otros renglones de la población, también corre el riesgo de llevar a más hombres y mujeres a una espiral de informalidad y bajos salarios. Esta realidad, además, elevó la población joven que no trabaja ni estudia a sus niveles más altos en 15 años, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el marco del Día Internacional de la Juventud que se conmemoró el pasado 12 de agosto, la OIT presentó el informe Tendencias mundiales del empleo juvenil 2022, en el cual advierte que el desempleo entre este renglón de la población a nivel global, que abarca a personas económicamente activas de entre 15 y 24 años de edad, sigue todavía por arriba de lo observado antes de la pandemia de Covid-19.

  • Para el cierre de este año se calcula que la tasa de desocupación entre los jóvenes será de 14.9%, todavía superior al nivel de 13.5% reportado para 2019, antes de la emergencia sanitaria. Esto implica que en la actualidad hay 6 millones de personas jóvenes desempleadas más que antes de la pandemia, para sumar un total de 73 millones de personas.

Para el caso de México, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacan que durante el primer trimestre del año había 8.9 millones de personas jóvenes en algún empleo, cifra 2.3% menor a la reportada a finales de 2019, es decir, 205,649 jóvenes menos.

“Los jóvenes que pierden su empleo o no consiguen uno son especialmente vulnerables a la ‘cicatrización’, el fenómeno por el que sus resultados futuros en el mercado de trabajo son peores que los de sus compañeros, incluso cuando las condiciones macroeconómicas vuelven a mejorar. Pueden acabar aceptando un trabajo para el que están excesivamente cualificados, con lo que corren el riesgo de quedar atrapados en una trayectoria laboral que implica informalidad y bajos salarios”, advirtió la OIT.

  • La investigación del organismo destaca que las cifras de desocupación entre los jóvenes fueron mucho más amplias que las de la población adulta. Por ejemplo, en 2020, el momento de mayor impacto de la pandemia por el cierre de actividades económicas no esenciales, mientras la tasa de desempleo general subió a de 6.6%, la de los trabajadores jóvenes lo hizo a un nivel de 15.2 por ciento.

Además del efecto en el mercado laboral, las personas jóvenes resintieron el impacto de la emergencia sanitaria en sus programas educativos por el cierre de la escuelas y universidades y el cambio al aprendizaje virtual. “La crisis de la Covid‑19 no sólo ha incidido en las perspectivas de empleo de los jóvenes, sino que también ha perturbado la calidad y la cantidad de la educación y la formación”.

  • Este panorama, detalla la OIT, incrementó “de forma alarmante” la población de jóvenes que no trabaja ni estudia, la cual llegó a un nivel de 23.3%, un incremento de 1.5 puntos porcentuales respecto a lo observado antes de la Covid-19, registrando el mayor nivel en 15 años. En esta condición se encuentran actualmente 282 millones de jóvenes en el mundo.

“El citado grupo de jóvenes, en particular, corre el riesgo de que sus oportunidades y logros en el mercado de trabajo sigan viéndose mermados en el futuro a raíz de los efectos a largo plazo del aumento del desempleo juvenil”, se advierte en el reporte.

Una realidad que no se puede obviar, puntualizó Martha Newton, directora general adjunta de Políticas de la OIT, es que la crisis por la Covid-19 puso en evidencia serias deficiencias en la forma de atender los problemas que enfrentan los jóvenes, tanto para su ingreso y permanencia en el mercado laboral como en el sistema educativo.

«La necesidad más acuciante de los jóvenes es contar con un mercado de trabajo eficaz, que brinde oportunidades de empleo decente a los jóvenes que ya forman parte de ese mercado de trabajo, y oportunidades de educación y formación de calidad a aquellos que aún no se han incorporado al mismo”, expresó.

  • Ante este contexto, y al tratarse de un problema generalizado en todo el mundo, la OIT llamó a los gobiernos a revisar sus políticas públicas para implementar medidas intencionales para crear mayores oportunidades laborales para la población joven.
  • Entre éstas, recomendó impulsar los empleos verdes, incrementar la inversión en tecnologías digitales y robustecer el presupuesto destinado para la formación de nuevas habilidades y para reforzar la red de cuidados, tareas que les impiden a muchos jóvenes, en su mayoría mujeres, insertarse en el mercado laboral.

Estas medidas, puntualiza el organismo, “darían lugar a un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 4.2% y contribuirían a crear 139 millones de nuevos empleos para personas de todas las edades en todo el mundo (en esta década), de los cuales 32 millones corresponderían a empleos para jóvenes”./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario