Como si vivieran en un país en guerra, la violencia ha obligado a que miles de personas en México abandonen sus lugares de origen y huyan con sus familias de sus hogares para salvar sus vidas.

En un contexto donde a estas víctimas no se les garantizan sus derechos más esenciales como la vida y pese a la gravedad de la situación la cual el Estado se ha negado a reconocer, la participación de estos individuos en el proceso electoral que se está llevando a cabo en este momento ha pasado a segundo término.

  • En octubre de 2017, el terror se apoderó de las comunidades de Chalchihuitán y Chelnalhó en las montañas de los altos de Chiapas. El asesinato de un habitante del primer municipio por un grupo armando y la quema de casas provocó que 5 mil 323 personas tuvieran que salir huyendo dejando todo atrás. En el camino 11 personas, entre ellos dos bebés, murieron por frío y hambre.
  • Éste es sólo uno de los 25 episodios de desplazamiento interno forzado masivo que ocurrió durante el 2017 en alguno de los 9 estados de la República donde este tipo de hechos se han vuelto algo común: Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Coahuila, Durango, Michoacán y Zacatecas, según el último informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
  • El documento revela que tan sólo ese año hubo 20 mil 390 personas que se desplazaron por la fuerza de manera interna en México y desde el 2006 el número contabilizado es de al menos 329 mil 917 personas, sin embargo, podrían ser más ya que no se sabe con certeza cuántas vuelven a sus lugares de origen. Aunado a esto las autoridades no tienen datos oficiales.
  • “Actualmente hablamos de una problemática que ha sido completamente desdibujada, no está siendo tomada en cuenta y especialmente hoy representa un tema que puede tener impactos importantes en las próximas elecciones”, explica Brenda Pérez, coordinadora del área de Desplazamiento Interno de la CMDPHD.
  • Entre 2006 y 2017 cerca de 319 mil 917 personas fueron desplazadas de sus hogares de manera forzada en México

“Creemos que nadie está dando cuentas de cuántas personas son las que salen de su lugar de origen y cuáles son los lugares que ya no cuentan con una representatividad para que hoy puedan llevarse a cabo elecciones ya que no existe un diagnóstico oficial, lo que pone sobre la mesa la pregunta de qué tan legítimo puede ser quien quede como representante de un partido político donde no existe población”.

De acuerdo con el informe, en la mayoría de los episodios, las agresiones por parte de los distintos grupos armados fue la causa directa y principal de que las personas abandonaran sus hogares. Además de que en todos los casos de desplazamiento masivo se registró la presencia o el uso directo de la violencia.

Christian Salazar Montiel, académico de la FES Acatlán de la UNAM, dice que en el país el desplazamiento interno forzado se da de manera fáctica y no está reconocido, por lo que es una situación no atendida por el Estado.

“En términos legales eso no se considera como algo extraordinario, se ve como si tú salieras de tu lugar de residencia, algo que es perfectamente válido, y lo que procede es lo que marca la Ley. Si estás dentro de tu propia circunscripción, puedes votar por presidente y senador, si sales de tu circunscripción, solamente puedes votar por presidente”, señala el profesor.

Sin embargo, especialistas coinciden que ante la situación adversa a la que se enfrentan las víctimas, lo que menos les importa es ejercer su derecho al voto pese a que podrían acudir a casillas especiales.

 PERSONAS INVISIBLES

En el desplazamiento forzado interno, las personas se ven obligadas a salir de donde viven porque tienen alguna situación amenazante y puede sobrevenir alguna tragedia si no lo hacen, sin embargo, la legisladora Angélica de la Peña, señala que no es porque quieran.

  • “Toda esa gente que ha sido  desplazada  de manera forzosa y deja su casa, su patrimonio, e incluso a su familia muchas veces andan en una situación totalmente adversa, la cual trastoca toda su existencia”, explica la senadora.
  • Quienes se han visto obligados a dejar sus lugares de origen no tienen voz y mucho menos voto, pues el Estado los ha olvidado a pesar de que es su obligación velar por la seguridad y el bienestar de la ciudadanía
  • Por ello, aunque tengan credencial para votar lo menos importante en su huida por salvar su vida es saber si van a votar, a pesar del contexto electoral histórico como el que se avecina el 1 de julio, donde se elegirá al próximo presidente de la República, así como a 3 mil 400 cargos locales y federales más en todo el país.

“¿Tú crees que esas personas van a tener condiciones de decir: ah, ya me cambié de domicilio y voy a hacer el trámite de mi credencial de elector?, pues claro que no, toda esa gente está muy dolida con el sistema.

¿Qué es lo que tenemos que hacer? Restituir derechos, esa es una obligación del Estado, por lo que deben atender a la gente, pues por eso están ahí, esa es su función; no estamos pidiendo nada que no corresponda a su trabajo, a su obligación, a su responsabilidad y ahí vemos una situación omisa”, señala la senadora.

Brenda Pérez, coordinadora del área de Desplazamiento Interno de la CMDPHD, dice que son preocupantes los efectos que el desplazamiento pueda causar en todos los sentidos en quienes se han visto obligados a abandonar su lugar de origen; desde las repercusiones personales y emocionales hasta las económicas.

  • “El efecto que los desplazamientos tienen también se ven reflejados en las localidades que quedan abandonadas, pues en donde no vive casi nadie, no hay producción, hecho que daña la economía local. Ahí podríamos hablar de una serie de pérdidas en ese sentido para el propio territorio y las implicaciones que tiene para sus propios municipios y localidades”.

Esto se debe a que en los desplazamientos se dan situaciones que pueden ir desde las amenazas, la presencia de armas, la destrucción de viviendas, el saqueo de las propiedades, el hostigamiento y hasta el reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado.

Además en época electoral hay dos temas importantes, señala también Brenda Pérez. Por un lado, cuántas personas no van a poder ejercer su derecho al voto y, segundo, cuántos políticos podrán ser legitimados y por cuántos pobladores.

En los desplazamientos se dan situaciones que pueden ir desde las amenazas y la destrucción de viviendas, hasta el reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado

  • “¿Eso significa básicamente que son representantes de cuántas personas? ¿Van a ser representantes de medio Municipio, de media localidad? ¿Lo tienen ellos claro? ¿Si se pueden incluso llevar a cabo los comicios cuando no esté relativamente la población que ellos esperaban podrían representar?, cuestiona./ CON INFORMACIÓN DE REPORTE INDIGO

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