Pese a presiones, el Senado designa a Medina Mora como ministro de la SCJN

RITA MAGAÑA TORRES

A pesar de presiones de organizaciones sociales y el rechazo del PRD y PT, el Senado designó como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a Eduardo Medina Mora, quien obtuvo el respaldo del PRI, PAN y PVEM.

Con 83 votos el ex embajador de México en Estados Unidos reunió las dos terceras partes del pleno senatorial y obtuvo el cargo, por lo que el presidente de la Mesa Directiva, el perredista Miguel Barbosa, le tomó la protesta de ley.

Medina Mora defendió su gestión al frente de distintas instituciones, como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que encabezó de 2000 a 2005; la extinta Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de 2005 a 2006, y la Procuraduría General de la República (PGR), de 2006 a 2009.

En tribuna, el diplomático rechazó haber actuado por motivaciones políticas en el caso conocido como “michoacanazo”, es decir, la detención de decenas de funcionarios locales de Michoacán acusados de vínculos con la delincuencia organizada, ocurrida en 2009.

Dijo que el responsable de que los funcionarios quedaran en libertad fue el juez que llevó el proceso penal, quien «fue destituido por incurrir en faltas graves en su función jurisdiccional”.

También negó que bajo su mando la PGR hubiera cometido violaciones a los derechos humanos, con prácticas como el abuso de la figura del arraigo (encarcelar a una persona mientras se le sigue investigando).

Al principio del debate se rechazó la moción suspensiva presentada por Manuel Bartlett, del PT, y Angélica de la Peña, del PRD, por considerar que Medina Mora no reunía los requisitos para ser ministro de la SCJN y continuó el debate.

Los senadores del PRI, PAN, PRD, PVEM y PT fijaron su postura sobre el dictamen por el que se determina que Felipe Alfredo Fuentes Barrera, Horacio Armando Hernández Orozco y Medina Mora reúnen los requisitos constitucionales para ocupar el cargo de ministro y son elegibles para cubrir la vacante.

Al presentar el proyecto, el panista Roberto Gil expresó que quien resulte electo no recibe un favor del Presidente o de una mayoría del Senado, habrá de pagar con lealtad, disciplina o complicidad, sino un mandato de la República.

El nuevo ministro, aclaró, será depositario de deberes de Estado que no admiten apartamiento alguno por razones de índole personal o partidario, por el resto de los próximos 15 años, agregó, deberá rendir tributo al alto honor que recibe.

Por el PRI, Ernesto Gándara Aseguró que los tres aspirantes a ocupar la vacante en la Suprema Corte cuentan con los requisitos de elegibilidad que se señalan en la Constitución para ser ministro del máximo tribunal.

En el PRI, dijo, no estamos de acuerdo y no podemos aprobar que se juzgue a una persona por apreciaciones o suposiciones, cuando la justicia ha abordado en los casos aludidos las causas y deslindado responsabilidades.

Los senadores del PRD, Dolores Padierna  Luis Sánchez, presentaron un voto particular en contra de que se nombre a Medina Mora como ministro de la SCJN.

Padierna advirtió que con dicha designación se puede “premiar la impunidad en la reiterada violación de derechos humanos, tortura y abusos de autoridad, ineficiencia en el ejercicio de la procuración de justicia”.

“Y a uno de los inventores de la guerra contra el narcotráfico, que la actual administración ha calificado como estrategia fallida”, replicó.

Los señalamientos son un atentado a la reputación de Eduardo Medina Mora, son injustos e infundados, agregó.

El senador del PAN, Fernando Yunes, señaló que su bancada irá en unanimidad para la elección del próximo ministro, pues fueron escuchadas las expresiones a favor y en contra de los aspirantes, por parte de la sociedad civil.

Precisó que el nuevo ministro de la Corte debe ser imparcial, con alto sentido y respeto irrestricto de los derechos humanos, y el apego a las leyes que rigen a la nación, por encima de cualquier interés personal o particular.

A nombre del Verde, Carlos Puente señaló que no hay elementos técnico-jurídicos que hagan dudar de la competencia, imparcialidad y profesionalismo de los tres candidatos, por lo que la calificación de idóneos se sustenta con elementos materialmente objetivos y “no en simples opiniones”.

Al fijar la posición del PT, Manuel Bartlett reiteró que Medina Mora incumple requisitos constitucionales para ser ministro, pues “no goza de buena reputación ni fama”.

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