GROOMING, el DELITO graves a los que están expuestos los MENORES al navegar en la RED sin supervisión

Dejar al alcance de los niños y adolescentes el acceso a internet puede traer graves consecuencias. Ser víctima del grooming es uno de los tantos delitos graves a los que están expuestos los menores al navegar en la red sin supervisión.

Por ello, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) alerta a los padres de familia sobre esta práctica sexual, en la cual una persona adulta se gana su confianza con el objetivo de obtener imágenes o videos con connotación explícita.

Durante las vacaciones de diciembre, los niños y adolescentes suelen pasar más tiempo en sitios virtuales, así como en redes sociales, lo que aumenta el riesgo de que se conviertan en blanco fácil para delincuentes de todo tipo.

Por lo general, las personas que practican el grooming engañan a los menores mediante conversaciones frecuentes que crean la ida de una relación cercana, donde les hacen creer que “no hay nada que temer” y pueden confiar, para conseguir datos personales, fotos y videos con una alta exposición de su cuerpo.

Las imágenes o videos obtenidas mediante grooming suelen caer en manos de pederastas o distribuirse en redes de abuso sexual y de prostitución infantil, comprometiendo la seguridad física y emocional de las niñas, niños y adolescentes, generando trastornos como depresión y ansiedad e, incluso, revictimización futura.

Para evitar que los pequeños del hogar sean víctimas de esta práctica sexual, el INAI proporciona las siguientes medias precautorias a los padres de familia o tutores:

  1. Estar atentos a señales de alerta, como que su hijo pase más tiempo de lo habitual con su teléfono y no permita que otros lo usen.
  2. Supervisar si tiene nuevos amigos que no conoces o en los que no confías.
  3. Vigilar su comportamiento para detectar algo fuera de lo común, como mantener en secreto sus actividades.
  4. Observar si recibe obsequios de personas con las que solo interactúa a través de sus redes sociales.
  5. Realizar un seguimiento respetuoso de los hábitos de niños y adolescentes en Internet.
  6. Informarse y conocer más sobre las redes sociales, juegos y páginas de Internet que frecuenta; así como con quiénes se comunica.
  7. Alertar a los niños y adolescentes sobre los riesgos de compartir sus datos personales como nombre, domicilio e imagen, con las personas que interactúan en el entorno digital.
  8. Configurar los controles parentales en televisores, cables y plataformas para limitar los contenidos y evitar que los niños y adolescentes accedan a sitios donde pueden correr riesgos.
  9. Crear un círculo de confianza entre los padres, madres, personas tutoras y personal docente de las niñas, niños y adolescentes./Agencias-PUNTOporPUNTO

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